Por: Alfonso Barba Caballero y Luis Alberto Pintado Córdova

Los países miembros deberán abandonar estas posiciones antes de seis años en caso de las empresas que cotizan en bolsa o siete en las que no corran en este mercado de capitales.

 La pandemia del coronavirus no solo ha puesto al borde del abismo y en  en jaque el concepto de globalización, sino que ha trastocado por completo el orden económico mundial, confinando al libre mercado y dando rienda suelta a las tentaciones proteccionistas.

La Comisión Europea, hasta ahora adalid de la competencia y el libre comercio y azote de cualquier auxilio estatal al sector privado, perfila la modificación del marco temporal de ayudas públicas para hacer frente a los destrozos económicos del Covid-19, abriendo la puerta en su último borrador del proyecto, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN y que Bruselas prevé aprobar en los próximos días, a una suerte de nacionalización generalizada de empresas en apuros en Europa, cotizadas y no cotizadas, grandes y pequeñas. J. J. GARRIDO / J. DÍAZ Madrid, 20 de abr. 2020/Expansión.

Para unos  es un cambio radical respecto al proyecto original, adoptado el pasado 19 de marzo, que se circunscribía a facilitar las actuaciones de los Estados miembros a la hora de garantizar liquidez a las empresas (esencialmente mediante avales públicos a préstamos); conceder subsidios salariales; suspender o aplazar el pago de impuestos, u otorgar ayudas directas a los consumidores por los servicios cancelados a raíz de las medidas de cuarentena.

Para otros, que los gobiernos pudieran conceder ayudas públicas a la investigación y desarrollo de productos vinculados con la lucha contra el coronavirus, el último borrador, que Bruselas tenía  intención de aprobar este mismo mes de abril, aborda ya sin ambages la irrupción del Estado en el capital de las empresas en riesgo de colapso so pretexto de que esta eventual nacionalización de tejido empresarial reduciría el riesgo que para la economía de la UE representaría «un número significativo de insolvencias»; ayudaría a «preservar la continuidad de la actividad económica» durante el brote pandémico y respaldaría «la recuperación posterior». Señalaron los analistas.

La negociación de los más fuertes

El informe de Expansión refeiere que hubo  un giro de 180 grados respecto al planteamiento inicial tras el que se encontraba  la fuerte presión de las mayores economías del euro: Alemania, Francia (en cuyo ADN está incrustado el virus del proteccionismo) e Italia, que en las últimas semanas no ocultaron su intención de recurrir a las nacionalizaciones para salvar a sus empresas emblemáticas.

En el borrador de su propuesta, que rema en la dirección contraria a lo que el Ejecutivo comunitario ha defendido a lo largo de su trayectoria, la propia Comisión reconoce que «varios Estados miembros están considerando tomar una participación en el capital de empresas estratégicas para garantizar que su aportación al buen funcionamiento de la economía de la UE no se vea comprometida». Curiosamente, Bruselas subraya que si dichas naciones (que no menciona) adquieren las acciones de esas compañías a precios de mercado o en igualdad de condiciones que inversores privados, «esto en principio no constituye ayuda estatal». Italia, junto a España uno de los dos países europeos más castigados por la pandemia, ya anunció la nacionalización de la compañía aérea Alitalia a principios de mes, mientras que Alemania, que ya ha acudido al rescate de empresas como Adidas vía préstamo, no descarta tomar una participación en la aerolínea Lufthansa para evitar un fatal desenlace. Expansión abr. 2020.

Sin embargo,  Francia, que  es accionista de referencia en empresas clave de diferentes sectores estratégicos, como las energéticas Engie y EDF, la teleco Orange, la automovilística Renault o la aerolínea Air France-KLM, ha reiterado por activa y por pasiva que hará lo que sea preciso para salvaguardar a sus empresas más emblemáticas. Eso es una gran gesto de protección al sector empresarial que cumple  con sus impuestos y financian  proyectos de investigación en las universidades públicas.

La desconfianza española

Este macrosalvamento empresarial no convencía a España, más partidaria de una respuesta a escala europea, según informan a EXPANSIÓN fuentes próximas a la negociación en Bruselas, que señalan que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, informo en el Eurogrupo muy serias reservas a la propuesta por el riesgo de generar distorsiones de competencia en el mercado europeo ante la distinta capacidad financiera de los países para acometer nacionalizaciones. Unas reticencias a las que se sumó Holanda (el azote de España en la frustrada reclamación de los eurobonos), pero que, en cualquier caso, no parecen suficientes para hacer descarrilar la iniciativa, que, previsiblemente, saldrá adelante con un respaldo mayoritario.

Para Calviño, que en una entrevista en Financial Times lamentó en abril 2020  que los países con más músculo económico «puedan apoyar sus economías de una manera más generosa que otros» y reclamó ya que «las garantías otorgadas a las empresas sean similares en toda la UE», la respuesta a la catástrofe económica es un fondo de recuperación común dotado con 1,5 billones de euros que evite que la competitividad de los países más afectados por la pandemia se vea mermada en beneficio de los estados más pudientes.

Injerencias en la gestión

J. Garrido y J. Díaz, manifestraon: «Otro riesgo importante para la economía de mercado es la tentación de interferir en la gestión de las empresas nacionalizadas, un peligro que en el caso de España y del Gobierno de coalición de PSOE. Podemos ya se materializó de forma nítida en enero, antes del inicio de la pandemia, con la dimisión de Jordi Sevilla como presidente de Red Eléctrica por las constantes injerencias de la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una compañía cotizada y en la que el Estado tiene una participación minoritaria, del 20%».

«Pero el riesgo no se ciñe únicamente a las empresas estratégicas. Bruselas contempla permitir a los Estados recapitalizar sus empresas, grandes o pequeñas, cotizadas o no, siempre que se demuestre que sin la intervención del Estado esa compañía estaría abocada al cierre o tendría «serias dificultades» para mantener su actividad. Una generalización que los expertos temen que pueda derivar en una falta de control y en la imposición de criterios políticos y clientelismo. Por ello, quizás en un intento de curarse en salud, la Comisión advierte de que la presencia pública en el capital debería ser una opción de «último recurso» dado su carácter «altamente distorsionador de la competencia entre empresas». Bruselas también aboga por una permanencia temporal, lo más corta posible, del Estado como accionista, pero esto corre el riesgo de quedar en un mero wishful thinking, pues una vez bajo el paraguas público resultará difícil que una empresa recompre la participación pública. Más si como propone la Comisión la salida se penaliza sensiblemente».

Luego de haber analizado este recuento de negociaciones, debemos informar que la Comisión Europea ha aprobado una reforma temporal de las reglas de competencia que permitirá los gobiernos de los países de la Eurozona  entrar en el capital de compañías para ayudarles a superar la crisis causada por el coronavirus, pero bajo muy estrictas condiciones que les obligarán a abandonar estas posiciones antes de seis años en caso de las empresas que cotizan en bolsa o siete en las que no juegan en este mercado de capitales.

Las compañías en las que se permitirá esta excepción a las reglas de competencia debían ser viables antes del periodo de crisis y afrontar una situación excepcional que puede poner en peligro un sector relevante de la economía o una pérdida de empleo muy importante. Durante el periodo en el que el Estado forme parte del capital no se permitirá ni la distribución de dividendos ni de bonus ni hacer publicidad utilizando la presencia del capital público entre sus accionistas. Si al final del plazo de seis años el Estado no ha ejecutado su salida del capital, la Comisión impondrá un plan de reestructuración obligatoria de la compañía, como medida de «último recurso» en caso de que algún gobierno pretendiese permanecer en el capital de esa empresa. Según ABC Economía.

“Nadie gasta el dinero de otra persona tan cuidadosamente como gasta el suyo. Nadie usa los recursos de otra persona con tanto cuidado como utiliza los suyos. Así que si quieres la eficiencia y la eficacia, si desea que el conocimiento sea utilizado apropiadamente, usted tiene que hacerlo a través de los medios de propiedad privada”.  Milton Friedman, estadounidense de origen húngaro. Premio Nobel de Economía.

Vídeo de apoyo: Bruselas vaticina un desplome de la economía europea- Fuente: Euronews (en español)

Vídeo: #TRUMP sobre la NACIONALIZACIÓN de empresas | LIBERTAD ECONÓMICA y el papel del ESTADO-NACIÓN. Fuente: Buenos Aires – Nueva Argentina

 

 

 

 

21 Comentarios

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  1. Interesante artículo en la que nos habla acerca de una profunda recesión económica que se está viviendo en Europa tras las consecuencias de la pandemia mundial en la que se sigue viviendo, ocasionando que los países más afectados sean España, Croacia, Grecia e Italia donde su economía se siguen contrayendo. El mayor impacto para estos países será en el sector turista. Es probable que se genere un incremento de la interdependencia provocando un crecimiento en zic zac en la economía.

  2. La unión europea como diferentes países se ven golpeados de una forma muy dura por la pandemia, pensar en nacionalizar las empresas de esta puede que con una excelente gestión y buscando el beneficio general, sea una gran idea. La pandemia del coronavirus no solo ha puesto al borde del abismo y en jaque el concepto de globalización, sino que ha trastocado por completo el orden económico mundial, confinando al libre mercado y dando rienda suelta a las tentaciones proteccionistas. Esto en definitiva será razón de una gran negociación. Así también se sabe que como cuenta con beneficios también sea en parte contraproducente

  3. Es una situación muy controversial porque algunos países tienen mayor capacidad económica y así pueden ayudar de mejor manera a las empresas que operan en dichos países (nacionalizándolas) mientras otros tienen menor capacidad para desarrollar dicha propuesta.
    Ahora en el caso de un apoyo a estas grandes empresas como Air France, Renault, etc. podría ayudar a la misma población a mantener sus empleos, sin embargo, las empresas pequeñas no van a poder acceder a este tipo de ayuda. Es un contexto muy imparcial para las grandes y pequeñas empresas que cada nación debe analizar para una buena decisión.

  4. La comisión Europea dió la libertad a los socios miembros para que usen las ayudas públicas necesarias para combatir la recesión económica que se está dando debido a la pandemia, pero esto tiene como objetivo la eventual nacionalización de compañías: grandes , medianas y pequeñas. Bruselas aprobó dicha norma en el mes de marzo, por otra parte Italia ya avanzó con la nacionalización de la Aerolínea Alitalia, también se suman los ministros de Finanzas de Alemania y Francia, están dispuestos a recapitalizar, excelente artículo.

  5. La norma del Parlamento Europeo,eleva los umbrales de notificación de forma que las intervenciones en empresas superiores a 250 millones de euros deberán ser comunicadas a Bruselas frente a los 100 millones de euros que inicialmente contemplaba la Comisión, a caballo entre lo que demandaba España, que sean lo más bajos posibles, y los 500 millones de euros reclamados por Alemania y Francia.

  6. La situación que está a punto de vivir Europa trae a la memoria lo sucedido en España en las décadas de los 70 y 80, cuando el fallido experimento del Instituto Nacional de Industria (INI) evidenció que el rescate generalizado de empresas públicas era una trampa para las finanzas públicas, cuyo riesgo crecía exponencialmente a medida que se incrementaba el número de participaciones estatales en empresas en apuros. España siempre discrepante.

  7. Amplio mis conocimiento de Negocios internacionales este artículo. Saber que la Comisión Europea, hasta ahora adalid de la competencia y el libre comercio y azote de cualquier auxilio estatal al sector privado, perfila la modificación del marco temporal de ayudas públicas para hacer frente a los destrozos económicos del Covid-19. Felicito a Innovas y a los autores.

  8. Esta medida de Bruselas es una tremenda bofetada a los caviares y comunistas trasnochados que na saber que el marxismo fracaso en el mundo y siguen predicando contra la propiedad privada. Vale el artículo.

  9. Las compañías en las que se permitirá esta excepción a las reglas de competencia debían ser viables antes del periodo de crisis y afrontar una situación excepcional que puede poner en peligro un sector relevante de la economía o una pérdida de empleo muy importante. Durante el periodo en el que el Estado forme parte del capital no se permitirá ni la distribución de dividendos ni de bonus ni hacer publicidad utilizando la presencia del capital público entre sus accionistas. Si al final del plazo de seis años el Estado no ha ejecutado su salida del capital, la Comisión impondrá un plan de reestructuración obligatoria de la compañía, como medida de «último recurso» en caso de que algún gobierno pretendiese permanecer en el capital de esa empresa. Felicito al dr. Alfonso Barba Caballero por incorporarse en esta cruzada de escuela de jóvenes libres de Innov@s.

  10. Tremendo artículo de la cultura política europea por ese gran gesto de protección al sector estratégico empresarial que cumple con sus impuestos y financian proyectos de investigación en las universidades públicas.

  11. Gran respaldo a la propiedad privada por parte del Parlamento Europeo yu a su Comisión Europea al haber aprobado una reforma temporal de las reglas de competencia que permitirá los gobiernos de los países de la Eurozona s entrar en el capital de compañías para ayudarles a superar la crisis causada por el coronavirusia, pero bajo muy estrictas condiciones que les obligarán a abandonar estas posiciones antes de seis años en caso de las empresas que cotizan en bolsa o siete en las que no juegan en este mercado de capitales.