Guillermo de Ockham: El filósofo de la Navaja
La Navaja de Ockham, en ciencia, este principio se utiliza como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de modelos teóricos. En el método científico, la navaja de Ockham no se considera un principio irrefutable y ciertamente no es un resultado científico.
Fue el último filósofos de la Edad Media y el primero de la Edad Moderna
Por: Luis Alberto Pintado Córdova
(Guillermo de Occam o de Ockham; Ockham, Surrey, h. 1285 – Múnich, Baviera, 1349) Teólogo escolástico inglés, fundador de la escuela nominalista. Este fraile franciscano estudió en la Universidad de Oxford, en la que empezó a enseñar como bachiller desde 1317; el carácter innovador de sus enseñanzas hizo que nunca se le diera el grado de doctor (razón por la que se le conoce como el venerable principiante) y que entrara en conflicto con la Iglesia.
Guillermo de Ockham
El papa Juan XXII le hizo comparecer en su corte de Aviñón en 1324 y condenó como heréticas muchas de sus doctrinas, incluida su defensa de la pobreza como exponente del espiritualismo franciscano; fray Guillermo de Ockham reaccionó huyendo en compañía del general de la orden y poniéndose bajo la protección del emperador Luis de Baviera en Pisa y luego en Múnich, lo que le costó la excomunión (1328). Hasta poco antes de su muerte mantuvo la polémica con los papas sucesivos (Benedicto XII y Clemente VI).
La filosofía nominalista parte de la crítica al racionalismo y a los conceptos universales: todo conocimiento está basado en la lógica, operando sobre la percepción sensorial de objetos individuales concretos; y no deben multiplicarse inútilmente los entes creando conceptos abstractos que no procedan de la experiencia (esta economía de objetos es la que luego se conoció como la navaja de Ockham).
Su teoría inductiva del conocimiento, cercana al empirismo, le llevó a una visión contingente del mundo, en la que abrió amplios espacios para la libertad. De ella resultaba el carácter meramente probable de las afirmaciones científicas y la imposibilidad de una demostración rigurosa de la ley moral e incluso de la existencia de Dios. De manera que su concepción teológica se fundamentaba en la fe en un Dios omnipotente inasequible por la razón (dando comienzo con ella la separación entre Teología y Filosofía).
Más inaceptables aún para el Papado fueron sus propuestas de separación entre la Iglesia y los poderes temporales (ideas que ya habían provocado años antes la excomunión del emperador); con ellas se inició la evolución hacia un Estado laico separado de la Iglesia. Guillermo de Ockham refutó la supuesta infalibilidad de los papas y defendió que el poder de éstos debía estar limitado por el derecho natural y por la libertad de los cristianos.
La Navaja de Ockham, principio de economía o principio de parsimonia
La Navaja de Ockham, es un principio metodológico y filosófico atribuido al fraile franciscano, filósofo y lógico escolástico Guillermo de Ockham (1285-1347), según el cual «en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable». Esto implica que, cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja.
En ciencia, este principio se utiliza como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de modelos teóricos. En el método científico, la navaja de Ockham no se considera un principio irrefutable y ciertamente no es un resultado científico. «La explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera», según el principio de Ockham. En ciertas ocasiones, la opción compleja puede ser la correcta. Su sentido es que en condiciones idénticas se prefieran las teorías más simples. Otra cuestión diferente serán las evidencias que apoyen la teoría. Así pues, de acuerdo con este principio, no debería preferirse una teoría simple pero con pocas evidencias sobre una teoría compleja pero con mayores pruebas.
Lo que ha de tenerse en cuenta para medir la simplicidad, sin embargo, es una cuestión ambigua. Quizás la propuesta más conocida sea la que sugirió el mismo Ockham: cuando dos teorías tienen las mismas consecuencias, debe preferirse la teoría que postule la menor cantidad de (tipos de) entidades. Otra manera de medir la simplicidad, sin embargo, podría ser por el número de axiomas de la teoría.1
La navaja de Ockham se aplica en casos prácticos y específicos, englobándose dentro de los principios fundamentales de la filosofía de la escuela nominalista que opera sobre conceptos individualizados y casos empíricos.
Frases famosas de Guillermo de Ockham
- La explicación que requiere la menor cantidad de suposiciones es más probable que sea correcta.
- Porque nada debe ser postulado sin una razón dada, a menos que sea evidente por sí mismo (literalmente, conocido por sí mismo) o conocido por la experiencia o probado por la autoridad de la Sagrada Escritura.
- Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem
- Mi Dios es la marea verde en la primavera deja el enrojecimiento de las cerezas en el aire la emoción de las estrellas fugaces la canción de los pájaros en las ramas de verano el amanecer en una mañana de invierno el nombre de todo lo que no entendemos.
- La existencia de Dios no puede deducirse solo por la razón.
- Con todo lo demás igual, la explicación más simple tiende a ser la correcta.
- Es vano hacer con más lo que se puede hacer con menos.
- No se debe suponer que existan más cosas de las absolutamente necesarias.
- Lo que puede explicarse por la suposición de menos cosas se explica en vano por la suposición de más cosas.
- Cuando tienes dos teorías en competencia que hacen exactamente las mismas predicciones, la más simple es la mejor.
- Las explicaciones más simples son, en igualdad de condiciones, generalmente mejores que las más complejas.
- Nunca aumente, más allá de lo necesario, el número de entidades requeridas para explicar cualquier cosa.
- La cognición intuitiva de una cosa es la cognición que nos permite saber si la cosa existe o no existe, de tal manera que, si la cosa existe, entonces el intelecto juzga inmediatamente que existe y evidentemente sabe que existe, a menos que el juicio pasa a ser impedido a través de la imperfección de esta cognición.
- 3 es un primer, 5 es un primo, y 7 es un primo. ¿Por qué molestarse con números no primos cuando los números primos pueden hacer todo?
. Las entidades no deben multiplicarse más allá de la necesidad.
- Primero, debe saberse que solo una palabra hablada o un signo convencional es un término equívoco o unívoco; por lo tanto, un concepto de contenido mental no es, en rigor, equívoco ni unívoco.
- De dos teorías o explicaciones equivalentes, siendo todas las demás cosas iguales, se prefiere la más simple.
- Siempre que dos hipótesis cubran los hechos, use el más simple de los dos.
- Las entidades no deben ser postuladas innecesariamente.
- Pluralitas non est ponenda sine necessitate. Una pluralidad (de razones) no debe postularse sin necesidad.
- La pluralidad no debe asumirse sin necesidad.
- Las entidades no deben multiplicarse más allá de la necesidad.
- La pluralidad no debe postularse sin necesidad.
Referencias:
García González, Juan A. (2003). Francisco Oropesa, ed. Ockham. España: Editex.
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Guillermo de Ockham». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004.
Wikipedia – Innovas
Frases333.com
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Qué es la navaja de Ockham, la idea de un monje que ha guiado a mentes brillantes desde el Medioevo
GETTY IMAGES. Hay varias navajas filosóficas, y la de Ockham es una de las más utilizadas.
- Author, BBC News Mundo
- Role,Redacción
En igualdad de condiciones, la solución más sencilla suele ser, también, la más probable.
Con esa y otras frases similares se ha popularizado el principio planteado por un monje franciscano del siglo XIV que se ha aplicado en una variedad de campos, de la ciencia a la lógica, y sigue vigente.
Ese monje, uno de los más grandes filósofos de la Europa medieval, se llamaba William, o Guillermo, en español, y como nació en la pequeña aldea de Ockham, en el sur de Inglaterra, pasó a la historia como Guillermo de Ockham.
Sus ideas sobre la libertad y la naturaleza de la realidad influyeron en el filósofo político Thomas Hobbes y ayudaron a impulsar la Reforma protestante.
Durante su carrera logró ofender al Canciller de la Universidad de Oxford, discrepar de su propio orden eclesiástico y ser excomulgado por el Papa.
Declaró que la autoridad de los gobernantes deriva del pueblo que gobiernan, siendo uno de los primeros en hacerlo.
Y que la Iglesia y el Estado debían estar separados.
Insistió, además, en que la ciencia y la religión nunca deberían mezclarse, porque la ciencia se basa en la razón, mientras que la religión deriva de la fe.
Acorde con eso, provocó una gran ira por utilizar la lógica científica para refutar las cinco pruebas racionales de la existencia de Dios de Tomás de Aquino.
De ahí su entonces transgresora afirmación: «La existencia de Dios no puede deducirse sólo por la razón».
Pero por turbulenta que haya sido su vida, e interesante y valiosa su obra, su nombre se siguió mentando más que todo por su asociación con ese principio del que hablábamos.
Su idea era que los argumentos filosóficos deben mantenerse lo más simples posible, algo que él mismo practicó severamente con sus teorías y las de sus predecesores.
Siglos después, cuando ya había sido aplicado por varias mentes brillantes, a esa idea se le daría el nombre de la navaja de Ockham u Occam.
MAGEN,ALDRIAN MIMI. “Pluralitas non est ponenda sine necessitate”, que significa “la pluralidad no debe postularse sin necesidad” fue literalmente lo que dijo Ockham.
Un atajo mental
Una navaja filosófica es un atajo mental que puede ayudar a llegar a mejores explicaciones de un fenómeno al descartar hipótesis innecesariamente complejas o poco probables.
Y hay muchas, como la de Hitchens, «Aquello que se afirma sin evidencia se puede rechazar sin evidencia«, o la de Hanlon, «Nunca atribuyas a la malicia aquello que puede ser explicado adecuadamente por la estupidez«.
Ockham expresó la suya de una manera algo opaca, pero existen versiones de otros autores que dan una idea más clara.
Entre las varias, hay incluso una mucho anterior a Ockham, escrita nada menos que por Aristóteles, en «Segundos analíticos»:
«Podemos asumir la superioridad, en igualdad de condiciones, de la demostración que se deriva de menos postulados o hipótesis«.
O quizás prefieras…
- «Es vano hacer con más lo que se puede hacer con menos«,
- «Una explicación de los hechos no debe ser más complicada de lo necesario«
- o, ante una encrucijada, «la solución más simple suele ser la más acertada«.
Pero si te da curiosidad saber cuál fue la de Ockham, la dio cuando estaba reflexionando sobre lo que estaba más allá de la Tierra.
“Me parece… que la materia en los cielos es del mismo tipo que la materia aquí abajo. Y esto se debe a que la pluralidad nunca debe postularse sin necesidad”.
Esos cielos también estaban en la mente de uno de los primeros en adoptar su navaja: Nicolás Copérnico.
En Commentariolus, de1543, declaró que la «monstruosa» complejidad de la idea dominante de que los cuerpos astronómicos giraban alrededor de la Tierra «podría resolverse con menos construcciones y mucho más simples«.
El modelo geocéntrico del universo que prevaleció desde la época de los antiguos griegos se había vuelto cada vez más engorroso.
Observaciones de los movimientos de los planetas habían requerido que se hicieran retoques, como agregar epiciclos sobre epiciclos y alejar ligeramente la Tierra del centro de las órbitas de todos los demás cuerpos.
Buscando simplicidad, Copérnico llegó al modelo de planetas que orbitan alrededor del Sol, que seguía siendo algo complicado pero nada como el anterior.
IMAGEN,BIBLIOTECA CONGRESO EE.UU.. La cosmología heliocéntrica de Copérnico en este diagrama de su «De Revolutionibus».
Curiosamente, Claudio Ptolomeo, el matemático, astrónomo y geógrafo griego del siglo II famoso por su teoría geocéntrica que Copérinco derrocó, había afirmado algo similar a la navaja de Ockham:
«Consideramos un buen principio explicar los fenómenos mediante la hipótesis más simple posible«.
En cualquier caso, Copérnico no fue el único de los devotos renombrados de la navaja.
En 1632, Galileo Galilei, al realizar una comparación detallada de los modelos ptolemaico y copernicano del Sistema Solar, sostuvo que “la naturaleza no multiplica las cosas innecesariamente; utiliza los medios más fáciles y sencillos para producir sus efectos; no hace nada en vano…”.
Isaac Newton, por su parte, hizo del principio de Ockham una de sus tres «Reglas de razonamiento en filosofía» al comienzo del Libro III de «Principia Mathematica» (1687):
Regla I: No debemos admitir más causas de las cosas naturales que las que sean verdaderas y suficientes para explicar sus apariencias.
“La naturaleza -añadió- se complace con la simplicidad».
Un siglo después, en su «Crítica de la razón pura», Immanuel Kant citó la máxima de que “los rudimentos o principios no deben multiplicarse innecesariamente” y sostuvo que se trataba de una idea reguladora de la razón pura que subyacía a las teorizaciones de los científicos sobre la naturaleza.
La historia está llena de historias similares de científicos que dejaron que la simplicidad los guiara hacia una mejor comprensión de la realidad.
Pero cerremos este recuento con Albert Einstein, quien escribió:
«El gran objetivo de toda ciencia… es cubrir el mayor número posible de hechos empíricos mediante deducciones lógicas a partir del menor número posible de hipótesis o axiomas«.
Precaución
GETTY IMAGES. Con la navaja de Ockham se corre el riesgo de eliminar la complejidad, y frustar facetas tan importantes como la imaginación.
La navaja de Ockham, entonces, insta a elegir las explicaciones más simples para cualquier fenómeno que observemos.
Si ves una luz moviéndose en el firmamento, antes de sospechar que es un platillo volador, piensa que es más probable que sea un avión o un satélite, o que tuviste la suerte de ver una estrella fugaz.
Siguiendo ese principio, a los estudiantes de medicina les aconsejan: “cuando escuches el ruido de los cascos, piensa en caballos, no en cebras”, para guiarlos a buscar primero el diagnóstico más simple que explique los síntomas de sus pacientes.
Esta navaja es, en muchos sentidos, la precursora de la teoría de la probabilidad moderna, y ha servido en campos tan diversos como la física, la economía, la filosofía y el diseño.
Los científicos la siguen invocando en temas que van desde los orígenes del covid hasta la materia oscura cósmica.
Pero como cualquier navaja, hay que usarla con precaución.
La de Ockham es considerada usualmente como un principio heurístico, es decir, una regla general que con la experiencia ha mostrado ser una herramienta útil pero sin una base lógica o teórica firme.
No es una ley.
Escoger ciegamente explicaciones por el mero hecho de que son más sencillas implicaría, por ejemplo, deshacerse de teorías como la de la evolución, a pesar de la evidencia científica que la sostiene.
En comparación, la teoría no científica del creacionismo, de que toda la vida surgió como es hoy gracias a un creador sobrenatural, es más simple.
Pero no por eso necesariamente correcta.
Parafaseando algo que Einstein dijo en una conferencia en 1933, todo debe hacerse lo más simple posible, pero no más simple.
Eliminar cualquier aparente complejidad, además, puede frustrar líneas de investigación o restringir la imaginación.
Fuera del mundo de la ciencia, en ámbitos como la política o la opinión pública, donde la navaja de Ockham ha encontrado un espacio, esta puede ser en ocasiones limitante, alertan algunos pensadores.
A menudo, las cuestiones sociales son más complicadas de lo que los discursos políticos y las opiniones estridentes reflejan en los medios o las redes sociales.
Los puntos de vista aparentemente simples e inequívocos seducen, pues parecen ofrecer claridad.
Sin embargo, para tener realmente claridad sobre un tema a menudo es vital comprender su complejidad.
Y, puede sorprender cuánto más simples se tornan tras examinarlos más detenidamente.
Así que el truco está en aprender a usar la navaja de Ockham de manera reflexiva y estratégica para poder entender bien la realidad.
El artículo destaca la figura de Guillermo de Ockham y su influyente principio filosófico. Este principio aboga por la simplicidad en las explicaciones y ha tenido un impacto significativo en campos como la ciencia, la filosofía y la toma de decisiones. Se resalta cómo Ockham cuestionó las doctrinas de su tiempo, defendió la separación Iglesia-Estado y abogó por la libertad. La importancia del artículo radica en presentar cómo un concepto medieval sigue siendo relevante en la actualidad, guiando la forma en que abordamos la complejidad en diversos aspectos de la vida y el conocimiento.
Gracias por el comentario
Articulo interesante, mediante el cual nos detalla donde desafió las expectativas de género al aprender a leer y escribir a una edad temprana, hasta sus años en la corte virreinal, donde brilló como dama de honor apadrinada por figuras destacadas. Se pone de manifiesto la valentía de Juana Inés al decidir ingresar a un convento, a pesar de su escasa vocación religiosa, como un acto determinado para preservar su libertad intelectual. El comentario también resalta la importancia de la «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz» como un ejemplo de la valiente defensa de Juana Inés del derecho de las mujeres al aprendizaje, a pesar de las críticas recibidas. La transición en la vida de la poetisa después de esta crítica, vendiendo sus posesiones y dedicándose por completo a la vida religiosa, se presenta como un giro impactante. En conjunto, el comentario logra transmitir la relevancia duradera de Juana Inés de la Cruz en las letras hispanoamericanas, subrayando su valentía y pasión por el conocimiento como un legado que sigue inspirando a generaciones, consolidándola como un ícono literario y feminista de gran importancia.
Gracias por el comentario
Este artículo proporciona una visión detallada de la vida y las ideas de Guillermo de Ockham, centrándose especialmente en su famoso principio de la «Navaja de Ockham». Destaca la influencia de sus ideas en la filosofía, la ciencia y la política de su tiempo, así como su impacto duradero en la forma en que abordamos la explicación de fenómenos y la formulación de teorías. La narrativa histórica sobre la vida de Ockham, sus desafíos a las autoridades eclesiásticas y su excomunión por el Papa Juan XXII añade un contexto interesante a su legado filosófico. Se enfoca en sus ideas sobre la separación entre la Iglesia y los poderes temporales, así como en su defensa de la libertad y la simplicidad en la formulación de explicaciones filosóficas. En resumen, el artículo ofrece una visión completa y educativa sobre la figura de Guillermo de Ockham y su contribución significativa al pensamiento filosófico y científico.
Gracias por el comentario
Guillermo de Ockham desafió las ideas de la Iglesia en el siglo XIV, enfrentándose al papa Juan XXII y siendo condenado por defender la pobreza como expresión del espiritualismo franciscano. Su filosofía, llamada nominalismo, cuestionaba conceptos universales y abogaba por basar el conocimiento en la experiencia concreta. También propuso separar la Iglesia y los poderes temporales, anticipando un Estado independiente. Su legado marcó un cambio en la relación entre la Iglesia y el Estado, influyendo en la historia del pensamiento.
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Guillermo de Ockham fue un filósofo medieval que desarrolló el principio de la navaja de Ockham, que es un principio de economía en la explicación. Este principio ha sido muy influyente en la ciencia y la filosofía, y ha ayudado a promover el pensamiento crítico.
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Guillermo de Ockham, el filósofo de la Navaja, un personaje fascinante por su enfoque en la simplicidad. Su principio de parsimonia, «la explicación más simple suele ser la más probable», resuena en la ciencia actual. Aunque no sea una regla absoluta, su influencia en la búsqueda de la verdad a través de la economía de explicaciones deja una huella valiosa.
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El artículo sobre Guillermo de Ockham explora la figura de este filósofo y su impacto en la formación de científicos brillantes. La «Navaja de Ockham» es una herramienta mental poderosa que aboga por la simplicidad en la explicación de fenómenos. Las frases famosas de Ockham, presentadas en el artículo, destacan su énfasis en eliminar lo innecesario para llegar a la verdad. Su influencia en el pensamiento científico resalta la importancia de la claridad y la simplicidad en la formulación de teorías. La obra ofrece una visión reveladora de la filosofía de Ockham y su impacto duradero en la metodología científica.
Gracias por el comentario
Ockham contribuyó en la mente de uno de los primeros en adoptar su navaja: Nicolás Copérnico.
En Commentariolus, de1543, declaró que la «monstruosa» complejidad de la idea dominante de que los cuerpos astronómicos giraban alrededor de la Tierra «podría resolverse con menos construcciones y mucho más simples«.
El modelo geocéntrico del universo que prevaleció desde la época de los antiguos griegos se había vuelto cada vez más engorroso.
Observaciones de los movimientos de los planetas habían requerido que se hicieran retoques, como agregar epiciclos sobre epiciclos y alejar ligeramente la Tierra del centro de las órbitas de todos los demás cuerpos.
Buscando simplicidad, Copérnico llegó al modelo de planetas que orbitan alrededor del Sol, que seguía siendo algo complicado pero nada como el anterior. Muy interesantes aportes.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
Por lo tanto, despertó gran ira cuando utilizó la lógica científica para refutar las cinco pruebas lógicas de la existencia de Dios de Tomás de Aquino.
De ahí su entonces ofensiva afirmación: «La existencia de Dios no puede deducirse únicamente mediante la razón». Sin embargo, no importa cuán caótica sea su vida, no importa cuán interesante y valiosa sea su obra, su nombre sigue siendo mencionado con más frecuencia que cualquier otro en el mundo debido a su asociación con el mundo, su relación con el principio del que estamos hablando.
Su idea era mantener los argumentos filosóficos lo más simples posible, y él mismo lo practicó con tanto rigor en sus teorías como en las de sus predecesores.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
El llamado Doctor Invincibilis era un sabio que abarcaba todos los conocimientos de su época, un hombre austero y frugal que desdeñaba cualquier lujo o comodidad. Pero nunca aceptó ninguna autoridad por encima de su propio criterio, lo que le llevó a reivindicar el derecho subjetivo, es decir, la autonomía del individuo frente a una autoridad superior.
Ockham sostuvo que no existen ideas de validez universal, ya que el conocimiento es una mera abstracción a partir de la experiencia. Lo único que percibimos son las cosas concretas, la pluralidad de los seres a los que ponemos nombres. Por tanto, no es posible afirmar que hay un género humano con unos atributos que englobe a toda la especie. Lo que existe es Sócrates como ser irrepetible y único.
En este sentido, los conceptos no son más que la denominación que damos a las cosas: “Non plus quam vox est sui significati”. Lo que se puede traducir como que sólo existen signos en nuestra mente que nos permiten ordenar la realidad, pero no ninguna idea universal que nos ayude a comprender la naturaleza humana o la esencia de Dios. Dirá, por ello, que “el universo no es producido, sino que resulta de una operación abstractiva, que no es otra cosa que una especie de ficción”.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
La única entidad necesaria para Ockham es Dios. Nunca renego de su existencia, por el contrario se afirma en el cristianismo.
En conclusión los postulados de la Navaja de Ockham son:
1. No postular la existencia de identidades innecesarias para la explicación.
2. Tratar de explicar lo desconocido en términos de lo conocido.
3. Normalmente la explicación más simple es la mejor.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
Ockham, insistió, además, en que la ciencia y la religión nunca deberían mezclarse, porque la ciencia se basa en la razón, mientras que la religión deriva de la fe.
Acorde con eso, provocó una gran ira por utilizar la lógica científica para refutar las cinco pruebas racionales de la existencia de Dios de Tomás de Aquino.
De ahí su entonces transgresora afirmación: «La existencia de Dios no puede deducirse sólo por la razón».
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
Me encanto este artículo. porque este monje francisco mantuvo sus principios y el tiempo de dió la razón. Sus frases siguen vigentes:
La existencia de Dios no puede deducirse solo por la razón.
Con todo lo demás igual, la explicación más simple tiende a ser la correcta.
Es vano hacer con más lo que se puede hacer con menos.
No se debe suponer que existan más cosas de las absolutamente necesarias.
Lo que puede explicarse por la suposición de menos cosas se explica en vano por la suposición de más cosas.
Cuando tienes dos teorías en competencia que hacen exactamente las mismas predicciones, la más simple es la mejor.
Las explicaciones más simples son, en igualdad de condiciones, generalmente mejores que las más complejas.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
La navaja de Ockham se aplica en casos prácticos y específicos, englobándose dentro de los principios fundamentales de la filosofía de la escuela nominalista que opera sobre conceptos individualizados y casos empíricos.Incluso forjo a varios científicos brillantes.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
La filosofía nominalista parte de la crítica al racionalismo y a los conceptos universales: todo conocimiento está basado en la lógica, operando sobre la percepción sensorial de objetos individuales concretos; y no deben multiplicarse inútilmente los entes creando conceptos abstractos que no procedan de la experiencia (esta economía de objetos es la que luego se conoció como la navaja de Ockham).
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
El franciscano Guillermo de Ockham sostuvo que no existen las ideas universales, sino la experiencia de los seres únicos e irreductibles
Siete siglos después de su paso por este mundo, la figura de Guillermo de Ockham ha ido creciendo hasta adquirir el carácter de leyenda. Ha contribuido a ello “El nombre de la rosa”, la novela de Umberto Eco, llevada al cine, en la que el fraile franciscano investiga una serie de crímenes en la abadía de Melk y se enfrenta al poder papal y al inquisidor dominico.
Ockham nació en un pequeño pueblo cercano a Londres en torno al año 1285, tomó los hábitos y estudió teología en Oxford. Fue acusado de herejía y probablemente salvó su vida gracias a la protección de Luis de Baviera. No sólo se atrevió a cuestionar el dogma de la infalibilidad del Papa, sino que además atacó a Juan XXII y a los dominicos por su afán de acumular riquezas. Murió de peste en Munich en 1339. Excelente artículo.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.
Guillermo de Occam o de Ockham; Ockham, Surrey, h. 1285 – Múnich, Baviera, 1349fue un Teólogo escolástico inglés, fundador de la escuela nominalista. Este fraile franciscano estudió en la Universidad de Oxford, en la que empezó a enseñar como bachiller desde 1317; el carácter innovador de sus enseñanzas hizo que nunca se le diera el grado de doctor (razón por la que se le conoce como el venerable principiante) y que entrara en conflicto con la Iglesia. Dejo un gran legado al mundo moderno. Su obra sigue vigente.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales.