El Sistema de Crédito Social Chino: una calificación de puntos que ya se exporta a otras sociedades
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Premia o penaliza a los ciudadanos según el cumplimiento o no de las leyes
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Saltarse un semáforo o fumar en lugares públicos conllevan ciertas restricciones
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Bolonia ha sido la primera ciudad europea en usar este controvertido sistema
Por: Luis Alberto Pintado Córdova y Alfonso Barba Caballer ABC
El sistema de crédito social chino, es una calificación crediticia nacional de la República Popular China. El programa inició pruebas regionales en 2009, antes de lanzar un piloto nacional con ocho empresas de calificación crediticia en 2014. Fue presentado formalmente por primera vez por el entonces primer ministro chino, Wen Jiabao, el 20 de octubre de 2011, durante una de las reuniones del Consejo de Estado. Administrado por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC), el Banco Popular de China (PBOC) y la Corte Suprema Popular (SPC), desde 2016 el sistema está destinado para estandarizar la función de calificación crediticia y realizar evaluaciones financieras y sociales para empresas e instituciones gubernamentales, individuos y organizaciones no gubernamentales que operan en el país Aparte de las controversias y preocupaciones, en torno al Sistema de Crédito Social se ha generado una gran cantidad de informes erróneos y conceptos erróneos en los medios debido a errores de traducción, sensacionalismo, información contradictoria y falta de un análisis exhaustivo. El ejemplo destacado incluye la suposición errónea generalizada de que los ciudadanos chinos son recompensados y castigados en función de una puntuación numérica asignada por el sistema.
El sistema de crédito social es una ampliación del sistema de calificación crediticia financiera existente en China. El sistema se remonta a la década de 1980, cuando el gobierno intentó desarrollar un sistema de calificación crediticia bancaria y financiera personal, especialmente para las personas que habitan en zonas rurales y pequeñas empresas carentes de registros legales. El gobierno chino ha proclamado como objetivo mejorar la confianza social y regular las empresas con respecto a cuestiones como la seguridad alimentaria, el robo de propiedad intelectual y el fraude financiero.Los partidarios afirman que el sistema ayuda a regular el comportamiento social, mejora la «confiabilidad» de los ciudadanos en el seguimiento de actividades como el pago de impuestos y facturas a tiempo, y promueve los valores tradicionales. Los críticos del sistema afirman que traspasa el estado de derecho y viola los derechos legales de los residentes y las organizaciones, especialmente el derecho a la reputación, el derecho a la privacidad y la dignidad personal, y que el sistema es una herramienta para la vigilancia gubernamental y la supresión de la disidencia del gobierno chino.
Además de en la República Popular de China, a principios del año 2022, se anunció que, en Italia, el gobierno municipal de Bolonia pretendía instaurar lo que bautizó como ‘smart citizen wallet‘, que podríamos traducir como « cartera ciudadana inteligente ». Un mecanismo de puntuación similar al chino que permitirá a los boloñeses recibir puntos digitales si demuestran su «comportamiento virtuoso». Así pues, cuanto mejor ciudadano sea, más puntos y beneficios tendrá. Podrá acceder a descuentos o adquirir ciertos. Alejandro Serrano Martínez
Un poco de historia
Los orígenes del sistema de crédito social chino se remontan a 1980, cuando por aquel entonces el gobierno intentó desarrollar un sistema de calificación crediticia bancaria y financiera personal, especialmente para las personas que habitan en zonas rurales y pequeñas empresas carentes de registros legales. Esos fueron realmente los inicios hasta que poco a poco el gobierno chino cambió paulatinamente de objetivo.
En 2009, el programa, ya con tintes puramente sociales, inició pruebas regionales; y en 2011, el primer ministro chino, Wen Jiabao, lo presentó durante una de las reuniones del Consejo de Estado. En 2014, se lanzó un piloto nacional con ocho empresas de calificación crediticia. Sin embargo, no fue hasta 2020 cuando el sistema de crédito social se instauró de manera ininterrumpida.
Buen ciudadano, a la fuerza: China acelera su plan de control social.Antes de que Black Mirror fantaseara con cómo la tecnología podría modificar nuestras vidas, el Gobierno chino ya barajaba medidas para controlar a su ciudadanía. Una dictadura digital
El objetivo mejorar la confianza social y regular a las empresas
Segú el análista Alejandro Serrano Martínez, de El Economista, el gobierno chino ha proclamado como objetivo mejorar la confianza social y regular a las empresas con respecto a cuestiones como la seguridad alimentaria, el robo de propiedad intelectual y el fraude financiero. Sin embargo, existen dos posturas diferenciadas; por un lado, los partidarios que afirman que el sistema ayuda a regular el comportamiento social, a mejorar la «confiabilidad» de los ciudadanos en el seguimiento de actividades como el pago de impuestos y facturas a tiempo, y a promover los valores tradicionales.
El controvertido sistema y su lado oscuro: la lista negra
En este sentido, este controvertido sistema guarda un lado oscuro. En él, los ciudadanos pueden entrar en una lista negra con bastante facilidad, lo que tiene graves consecuencias en la vida real. Acciones tan cotidianas como saltarse un semáforo, fumar en lugares prohibidos, tener deudas impagadas o cometer fraude, además de su correspondiente sanción administrativa, conlleva ciertas restricciones: como la prohibición de viajar en avión o en trenes de alta velocidad, y la compra de artículos de lujo.
En algunas ciudades, se publicita la información de las personas morosas en pantallas LED de centros comerciales, camiones o paradas del autobús, desvelando datos personales y suponiendo un escarnio social para la persona afectada y su familia. Según informes, ya son más de 20 millones de personas las que forman parte de la lista negra. Algunas recurren a difundir públicamente sus disculpas y advertencias a la ciudadanía a través de las redes sociales, como Douyin, el Tiktok chino .Alejandro Serrano Martínez
Por si fuera poco, si el crédito social es negativo, no se podrán solicitar subvenciones, acceder a préstamos o conseguir matrícula en las mejores escuelas o universidades públicas. En esta línea, este sistema no especifica qué comportamientos pueden penalizarse. En este sentido, Xinkai, residente de Pekín, asegura que «no hay un sistema de crédito social comportamental, pero sí se utiliza este término de ‘déficit de crédito social’ cuando se infringe la ley».
Por otro lado, también se pueden recuperar puntos haciendo donaciones económicas a los servicios comunitarios de distrito, donando sangre, o bien teniendo un comportamiento ejemplar. Desde hace años existe un sistema de puntuación alternativo desde la aplicación de pago electrónico Alipay (perteneciente a Alibaba), el conocido como Zhima Credit, y la cifra (entre 350 y 950 puntos) está relacionada con el historial de compras. Es, básicamente, un programa de fidelización donde su puntaje responde únicamente a datos económicos.
En la actualidad, existen multitud de empresas que aplican este sistema. Algunas de las pioneras fueron Ant Financial, parte del grupo Alibaba y dueña de Alipay, que puntúa a sus clientes en función de sus hábitos de consumo o si pagan sus facturas a tiempo; y también Ziroom, una de las inmobiliarias con más presencia en Pekín, que tiene su propio método de calificación y da puntos a sus inquilinos según su comportamiento para que puedan obtener descuentos. Alejandro Serrano Martínez, El economista.
Señal de alerta: una sociedad en la cual las redes sociales se vuelven perversas, hasta el punto de que todo ciudadano es inmediatamente puntuado por cada persona con la que interactúa, y en base a su calificación global tiene acceso a más o menos facilidades económicas, laborales y sociales.
Etapas experimentales en otros países
Bolonia, además de ser la ciudad más minusvalorada del mundo, ha sido la primera urbe europea en adoptar este sistema de puntos, llamado «Smart Citizen Wallet» (Cartera Ciudadana Inteligente), el cual premiará mediante puntos a las personas por diversas acciones, como reciclar, usar el transporte público o administrar bien la energía.
Es voluntaria y se lanzó en otoño de 2022, mientras que en Roma se encuentra en su etapa experimental. «Obviamente, nadie se verá obligado a participar», aseguró Massimo Bugani, director de la «Agenda Digital» de la ciudad norteña. Además, mencionó que «aquellos que quieran podrán dar su consentimiento al descargar y usar la aplicación». «Queremos hacerles entender que no son ‘perdedores’, sino que su comportamiento es recompensado».
Por otro lado, este crédito social también se ha exportado a Venezuela comunista. Asimismo, toda la tecnología china de vigilancia y control de masas también la ha ido exportando a otros países de Asia, África y Suramérica, incluida Europa. Así, en diversos países de África, Huawei representan el 70% de su red 4G.
Cada individuo recibe una puntuación que refleja su comportamiento social y económico
Este sistema se basa en la recopilación y evaluación de datos personales y financieros de los ciudadanos. Cada individuo recibe una puntuación que refleja su comportamiento social y económico. Una de las medidas más notables impuestas a aquellos con puntuaciones bajas es la restricción de viajar. Las personas con calificaciones deficientes no pueden reservar vuelos o trenes de alta velocidad. Esta restricción no solo afecta su capacidad para viajar, sino que también puede obstaculizar su participación en actividades comerciales y personales que requieren movilidad.
La negación de acceso a préstamos bancarios es otra consecuencia
La negación de acceso a préstamos bancarios es otra consecuencia significativa. Aquellos con bajas puntuaciones de crédito social encuentran difícil o incluso imposible obtener préstamos o crédito. Esto puede afectar negativamente sus oportunidades económicas y calidad de vida, ya que la falta de acceso a crédito puede dificultar la compra de una vivienda o un automóvil, o incluso el inicio de un negocio.
Además de estas restricciones prácticas, las autoridades chinas también han optado por hacer públicas las identidades de las personas con puntajes bajos en un intento de avergonzarlas públicamente. El Sistema de Crédito Social ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y observadores internacionales. Se ha argumentado que este sistema permite una vigilancia masiva del gobierno sobre la vida de las personas y socava la privacidad individual. En contraste, los defensores del Sistema de Crédito Social argumentan que promueve la responsabilidad personal y la integridad en la sociedad. Afirman que las restricciones y castigos son una forma efectiva de incentivar a las personas a comportarse de manera ética y de acuerdo con las leyes y regulaciones. Sea como fuera no deja a sudeja de ser una sociedad con un Estado controlista donde la existirán libertades como una tarjeta de racionamiento social.
Finalmente, el Crédito Social chino es un método tecnológico de control social ideado y puesto en práctica en algunas provincias. La premisa de la que parten es que “lo primero es la paz y la estabilidad para el desarrollo. Solo después de esto pensaremos en los DDHH”. El creador de este método confía en que pronto será adoptado por algún país capitalista. Eso con toda sinceridad no lo sabremos, porque china nunca conoció las libertades. Eso si funcionaría en un país donde priman las libertades básicas y sólo donde existe la democracia bien cimentada. ¿Será este nuestro futuro? Esperamos su opiniones en la casilla de comentarios de Innovas.
China clasifica a los buenos y malos ciudadanos a través del crédito social. France 24
Sistema de crédito social chino preocupa a Berlín. DW
Laboratorio de Crédito Social de China | Invasión de la intimidad | Documental. Moconomy – Economía y Finanzas
Entre los críticos del sistema, que afirman que traspasa el estado de derecho y viola los derechos legales de los residentes y las organizaciones, especialmente el derecho a la reputación, el derecho a la privacidad y la dignidad personal, y que el sistema es una herramienta para la vigilancia gubernamental y la supresión de la disidencia del gobierno chino.
Gracias por los comentarios, éxitos profesionales
Un sistema que controla ferreamente las libertades y el accionar de la población china, si el crédito social es negativo, no se podrán solicitar subvenciones, acceder a préstamos o conseguir matrícula en las mejores escuelas o universidades públicas. En esta línea, este sistema no especifica qué comportamientos pueden penalizarse. En este sentido, Xinkai, residente de Pekín, asegura que «no hay un sistema de crédito social comportamental, pero sí se utiliza este término de ‘déficit de crédito social’ cuando se infringe la ley».
Gracias por su comentario, éxitos profesionales
En este sentido, este controvertido sistema guarda un lado oscuro. En él, los ciudadanos pueden entrar en una lista negra con bastante facilidad, lo que tiene graves consecuencias en la vida real. Acciones tan cotidianas como saltarse un semáforo, fumar en lugares prohibidos, tener deudas impagadas o cometer fraude, además de su correspondiente sanción administrativa, conlleva ciertas restricciones: como la prohibición de viajar en avión o en trenes de alta velocidad, y la compra de artículos de lujo.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales
Cada individuo recibe una puntuación que refleja su comportamiento social y económico. Una de las medidas más notables impuestas a aquellos con puntuaciones bajas es la restricción de viajar. Las personas con calificaciones deficientes no pueden reservar vuelos o trenes de alta velocidad. Esta restricción no solo afecta su capacidad para viajar, sino que también puede obstaculizar su participación en actividades comerciales y personales que requieren movilidad. Como todo sistema nuevo tiene un lado bueno y otro negativo, pero restringe nuestras libertades.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales
El polémico sistema de crédito social en China: Dependiendo de tu estatus puedes tener restricciones como viajar. Si bien la idea detrás de este sistema es incentivar a los ciudadanos a comportarse de manera responsable, las implicaciones han generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. En los vídeos hay gente que lo acepta y la mayoría sabe que un sistema de vigilancia de dictadura digital pero se acostumbraran porque por siglos la China no tiene libertades básicas.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales
Un mecanismo de puntuación similar al chino que permitirá a los boloñeses recibir puntos digitales si demuestran su «comportamiento virtuoso». Así pues, cuanto mejor ciudadano sea, más puntos y beneficios tendrá. Podrá acceder a descuentos o adquirir ciertos.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales
El sistema de crédito social es una ampliación del sistema de calificación crediticia financiera existente en China. El sistema se remonta a la década de 1980, cuando el gobierno intentó desarrollar un sistema de calificación crediticia bancaria y financiera personal, especialmente para las personas que habitan en zonas rurales y pequeñas empresas carentes de registros legales. El gobierno chino ha proclamado como objetivo mejorar la confianza social y regular las empresas con respecto a cuestiones como la seguridad alimentaria, el robo de propiedad intelectual y el fraude financiero. Es más teórico que real para controlar a la población.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales
El sistema de crédito social chino, es una calificación crediticia nacional República Popular China. El programa inició pruebas regionales en 2009, antes de lanzar un piloto nacional con ocho empresas de calificación crediticia en 2014. Fue presentado formalmente por primera vez por el entonces primer ministro chino, Wen Jiabao, el 20 de octubre de 2011, durante una de las reuniones del Consejo de Estado. Es un sistema control estatal sobre la población.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales