Lo que Europa disimula en el pulso con China: aplica 6.000 subsidios contrarios al libre comercio para proteger su industria

La Unión Europea y sus países miembros dispararon las ayudas con motivo de la pandemia y de la crisis energética, pero los Next Generation no serán suficientes para competir con EEUU y China

Cristina Dolz

Por Cristina Dolz

El primer ministro de la República Popular China, Li Qiang, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en Pekín (China). (EFE/EPA/ Andrés Martínez)El primer ministro de la República Popular China, Li Qiang, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en Pekín (China). (EFE/EPA/ Andrés Martínez)

La tensión comercial entre occidente y China se encuentra en máximos por los subsidios públicos a empresas, en auge desde la pandemia, y los aumentos de impuestos a las importaciones. La Unión Europea aprobó en junio una subida provisional de aranceles a los vehículos eléctricos chinos por recibir “subvenciones desleales” y este país respondió con la apertura de investigaciones a productos que se importan de la UE y están subvencionados: el porcino y los lácteos; ambos claves para España.

En este contexto, el presidente del Gobierno ha aprovechado su visita oficial a China iniciada este lunes para apelar a una “labor constructiva” con la UE en la que se ofrece como interlocutor porque “una guerra comercial no beneficiaría a nadie”, ha defendido Pedro Sánchez. A pesar de la cordialidad, todas las grandes potencias han aplicado potentes subvenciones públicas a sus tejidos productivos en los últimos años y debaten cómo proteger las industrias nacionales, en muchas ocasiones a costa de encarecer el producto extranjero.

La base de datos elaborada por Global Trade Alert refleja este auge proteccionista y su análisis revela que los países de la Unión Europea tienen activas 6.071 subvenciones “dañinas” para el libre comercio, según califican los autores del registro suizo. China cuenta con más ayudas perjudiciales activas, 6.952, y Estados Unidos, principal impulsor del libre comercio y la globalización, registra otras 5.228.

Algunas se encuentran vigentes desde que se inició el repositorio en 2009, pero la mayor parte han sido aprobadas desde 2020. En los últimos cuatro años, la UE ha implementado 4.187 subvenciones dañinas; EEUU 3.158 y China 3.210, con lo que han multiplicado las cifras de años anteriores. La base de datos se actualiza constantemente y ya incluye incluso ayudas que se implementarán en los próximos cuatro años al haber sido anunciadas por los distintos gobiernos.

A Flourish chart

Aunque la UE tiene un elevado número de ayudas y lidera las implementadas desde la pandemia, sus empresas han perdido cuota de mercado en los últimos años a favor de países como China. Por ejemplo, Alemania, motor económico de la UE, ha pasado de ser el segundo país con mayor complejidad económica (según la diversidad y ubicuidad de los productos que exporta) a ser el quinto. Un descenso progresivo en las últimas décadas que también se ha producido en Francia y en España y que se ha visto agravado con la crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania, afectando especialmente a Alemania.

Además, los casi 400.000 millones de dólares que EEUU pretende gastar con la Inflation Reduction Act (IRA) en subvenciones a sus empresas energéticas desafían a las industrias europeas ubicadas en estados con menor capacidad de inversión a pesar de la inyección de los Next Generation. Por todo ello, la UE debate cómo incrementar la inversión para competir con EEUU y China, como se ha reflejado en el informe del ex primer ministro italiano Mario Draghi, presentado este lunes en Bruselas.

El también expresidente del BCE ha alertado de que la transición energética, el aumento del gasto en defensa y el modelo social europeo suponen “necesidades de inversión enormes” de entre 750.000 y 800.000 millones de euros en inversiones adicionales cada año. Ha admitido además que no pueden proceder solo del sector privado, por lo que ha sugerido la necesidad de una nueva emisión de deuda pública europea, realizada por primera vez y de manera extraordinaria para dotar a los Next Generation.

Los países de la UE se perjudican mutuamente

Las principales potencias de la UE son también las que más subvenciones acumulan para sus empresas en perjuicio del libre comercio. Lidera Italia, con 1.121 subsidios activos, el 18,5% del total de la UE, y le sigue España, con un 11,7% (712 ayudas). Si se suman las de Francia y Alemania, los cuatro países superan el 50% del total de subvenciones existentes en los países miembros. Además, las imperfecciones del mercado común y la potestad de cada país para aprobar sus propias subvenciones explican en parte el elevado número de la UE e incluso terminan perjudicando a otros estados miembros.

A Flourish map

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Por ejemplo, la base de datos identifica que una subvención de 1.200 millones de euros aprobada por España en julio de 2024 para producir hidrógeno renovable perjudica a Portugal. Otro ejemplo es la subvención de 3.150 millones en préstamos para modernizar aviones de combate implementada en noviembre de 2023, una ayuda catalogada como perjudicial para Austria, República Checa, Francia, Alemania e Italia.

No obstante, las mayores ayudas activas en España actualmente son las destinadas al sector agrícola a través de la PAC. La Comisión Europea asignó 32.549 millones de euros a España en el Plan Estratégico 2023-27, que contempla ayudas directas, financiación y medidas de desarrollo rural. Según Global Trade Alert (GTA), estas subvenciones perjudican a una larga lista de países, entre ellos la mayor parte de los pertenecientes a la UE.

No obstante, las subvenciones son solo una parte del conjunto de medidas proteccionistas que están implementando los países en todo el mundo, lo que está resintiendo el comercio de bienes. Según recoge el propio informe de Draghi con datos de GTA, las medidas contra el libre comercio se dispararon en 2020 por encima de las 6.000 y volvieron a repuntar con la crisis energética en 2022. En 2024 las intervenciones han caído en picado, pero las de los años anteriores continúan vigentes y auguran la consolidación de una época de mayor proteccionismo.

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  1. El tema de los subsidios europeos en el contexto de la competencia con China pone en evidencia una contradicción en las políticas de libre comercio que la Unión Europea defiende. Aunque la UE critica los subsidios industriales chinos como prácticas desleales, aplica sus propios subsidios para proteger sectores estratégicos, como el tecnológico y el energético, con más de 6.000 ayudas. Esto refleja un doble discurso, donde se promueve el libre comercio, pero se adoptan medidas proteccionistas para preservar la competitividad de su industria frente a la creciente influencia de China en el mercado global.

  2. El artículo nos muestra como Europa ha implementado más de 6,000 subsidios para proteger su industria, en un contexto de creciente competencia con China. A pesar de que la Unión Europea «promueve el libre comercio», la realidad es que implementa políticas proteccionistas, las cuales se han vuelto necesarias para asegurar la competitividad de sus sectores industriales. Estos subsidios interpuestos buscan contrarrestar el impacto de las prácticas comerciales chinas, sin provocar un conflicto directo. Esto sin duda refleja la situación de tensión económica entre ambas potencias, las cuales buscan un equilibrio algo complejo entre libre comercio y proteccionismo. Considero que si bien estas políticas están siendo necesarias, lo que preocupa es que en estos últimos 4 años se han ido incrementando estas políticas, y que si bien aún no hay un conflicto, nadie quita que el malestar cada dia aumenta.

  3. La tensión comercial entre Occidente y China ha intensificado el proteccionismo, reflejado en el creciente número de subsidios que las grandes potencias, incluida la Unión Europea, han implementado para proteger sus industrias. Aunque estas ayudas han sido justificadas por la pandemia y la crisis energética, actualmente se enfrentan críticas por contradecir los principios del libre comercio. Según Global Trade Alert, la UE tiene activas más de 6.000 subvenciones que afectan el comercio, destacándose países como Italia y España entre los principales beneficiarios. Sin embargo, estas políticas no solo afectan a competidores internacionales, sino también a los propios estados miembros de la UE, generando distorsiones dentro del mercado común. Frente a la competencia de China y la agresiva política industrial de EE. UU., la UE enfrenta el desafío de aumentar su inversión en sectores clave como la energía y la defensa, como lo advierte el informe de Mario Draghi, que propone incluso una nueva emisión de deuda pública europea para sostener el crecimiento en medio de esta creciente rivalidad global.

  4. El artículo analiza cómo Europa ha aplicado más de 6.000 subsidios contrarios al libre comercio para proteger su industria frente a la competencia china. Estas medidas reflejan un intento de fortalecer sectores estratégicos europeos en medio de la creciente influencia económica de China. Aunque se presentan como iniciativas para impulsar la competitividad, el artículo sugiere que también buscan mitigar los efectos del comercio desequilibrado con China, lo que genera tensiones en las relaciones comerciales globales.
    El artículo concluye que la Unión Europea ha implementado miles de subsidios industriales contrarios al libre comercio para protegerse de la creciente competencia de China. Aunque estas medidas buscan salvaguardar sectores clave, generan fricciones en el comercio internacional y ponen en evidencia la tensión entre la necesidad de fomentar la competitividad y la realidad de la competencia global, especialmente en relación con China.

  5. Este articulo nos habla sobre los subsidios y se discute cómo la Unión Europea y los Estados Unidos están utilizando subsidios para proteger sus industrias. China también está utilizando subsidios, pero en menor medida. La Unión Europea ha sido criticada por utilizar subsidios que no están en línea con los acuerdos de libre comercio.

  6. El artículo me parece muy revelador, ya que muestra cómo Europa, aunque se presenta como defensora del libre comercio, utiliza subsidios masivos para proteger su industria. Me sorprende ver cómo, a pesar de estas ayudas, la Unión Europea sigue preocupada por no poder competir a la altura de Estados Unidos y China. Esto me hace pensar que la estrategia económica europea enfrenta grandes desafíos, y depender solo de los fondos Next Generation no será suficiente para mantener su competitividad global.

  7. El artículo analiza cómo la Unión Europea ha implementado más de 6,000 subsidios que contravienen los principios del libre comercio para proteger su industria, especialmente en respuesta a la pandemia y la crisis energética. Estos subsidios, aunque necesarios para competir con potencias como China y Estados Unidos, han generado tensiones comerciales, evidenciadas por el reciente aumento de aranceles a los vehículos eléctricos chinos y las investigaciones chinas sobre productos europeos subvencionados. A pesar de estas medidas, la Unión Europea sigue perdiendo cuota de mercado frente a China, lo que subraya la complejidad y los desafíos del comercio global actual.

  8. El artículo revela una realidad muy inquietante: la UE, a pesar de presentarse como defensora del libre comercio, está profundamente involucrada en prácticas proteccionistas. El aumento significativo de subsidios, especialmente tras la pandemia, contradice la retórica de la UE sobre mercados abiertos y globalización. Si bien los subsidios pueden ofrecer beneficios a corto plazo a las industrias nacionales, distorsionan los mercados, reducen la eficiencia y, en última instancia, perjudican a los consumidores. Además, pueden intensificar las tensiones comerciales y provocar medidas de represalia.

    Pienso que como gran bloque económico, la UE ejerce influencia en las normas comerciales mundiales, es por ello por lo que sus acciones, ya sean coherentes o contradictorias a los que se suponen son sus principios, envían fuertes señales tanto a las principales como a las pequeñas economías (países). Finalmente, opino que la dependencia de la UE en los subsidios para proteger sus industrias representa un desafío significativo para los principios del libre comercio. A medida que la economía global se vuelve cada vez más interconectada, es imperativo que los países trabajen juntos para crear un campo de juego más equitativo. Esto requerirá un esfuerzo concertado para reducir los subsidios, abordar las barreras no arancelarias y fortalecer el sistema comercial multilateral.

  9. El artículo de Cristina Dolz expone la compleja situación en la que la Unión Europea se encuentra al intentar equilibrar el libre comercio con la protección de su industria interna, especialmente en el contexto post-pandemia y crisis energética. A pesar de sus compromisos con los principios del libre mercado, la UE ha intensificado el uso de subsidios, adoptando medidas que contradicen dichos principios para salvaguardar sectores clave, como el energético y el agrícola. Este proteccionismo creciente, evidenciado por los más de 6.000 subsidios “dañinos” registrados, refleja la tensión entre mantener la competitividad frente a potencias como China y Estados Unidos, que también han aumentado sus subvenciones. La paradoja radica en que estos subsidios no solo distorsionan el comercio internacional, sino que también afectan negativamente a otros miembros de la UE, creando una fragmentación interna en un bloque que busca unidad. La reflexión clave aquí es cómo la UE puede mantenerse competitiva en una economía global cada vez más proteccionista, sin socavar los valores que históricamente ha promovido, y cómo puede enfrentar desafíos como la transición energética y la competencia industrial en un mundo donde los subsidios son una herramienta de supervivencia económica.

  10. La reunión entre el primer ministro Li Qiang de China y el presidente Pedro Sánchez del gobierno español tiene lugar en un contexto de creciente tensión comercial entre Occidente y el gigante asiático. Los conflictos se intensifican debido a las subvenciones públicas y los aranceles impuestos a las importaciones, afectando en particular a sectores vitales como los vehículos eléctricos, la carne de cerdo y los productos lácteos. Durante su visita oficial, Sánchez aboga por evitar una guerra arancelaria que perjudicaría a ambas partes y busca actuar como mediador para fomentar una relación constructiva con la Unión Europea. El aumento global del proteccionismo, reflejado en la base de datos de Alertas Comerciales Mundiales, muestra cómo la UE, China y Estados Unidos han incrementado sus subsidios lesivos para el libre comercio, multiplicando las cifras desde el inicio de la pandemia. Este proteccionismo afecta negativamente a las economías europeas, que han perdido competitividad en el mercado global, tal y como evidencia el retroceso de Alemania en la complejidad económica. Además, los elevados gastos en transición energética y defensa sugieren que la UE necesitará mayor inversión pública para mantenerse

  11. La situación actual entre la Unión Europea y China refleja cómo el proteccionismo está volviendo a ser una herramienta clave para las grandes potencias, aunque bajo un disfraz de medidas necesarias debido a las crisis recientes, como la pandemia y la crisis energética. Europa, que en teoría promueve el libre comercio, está aplicando miles de subsidios que claramente van en contra de esta premisa para proteger sus industrias, especialmente en sectores como el agrícola o el energético. Lo curioso es que estos subsidios no solo afectan a competidores externos como China o Estados Unidos, sino que también terminan perjudicando a otros países miembros de la UE, lo que pone en evidencia las imperfecciones del mercado común europeo.
    Lo que me parece más preocupante es la escalada en este tipo de políticas a nivel global. China, Estados Unidos y Europa, que han sido pilares del comercio mundial, ahora parecen estar más centrados en fortalecer sus propias industrias a expensas de las reglas comerciales que alguna vez promovieron. Esto no solo afecta el comercio, sino que también genera tensiones internacionales que podrían agravarse si no se busca un equilibrio.

  12. La complejidad de las relaciones comerciales entre Occidente y este gigante asiático. La escalada del proteccionismo y la multiplicación de los subsidios estatales plantean un desafío sin precedentes para la economía global. Es urgente encontrar soluciones multilaterales para evitar una guerra comercial a gran escala que tendría consecuencias devastadoras para todos.

  13. Este artículo hace reflexionar sobre la compleja relación entre Europa y China. Por un lado, Europa predica el libre comercio, pero por otro, utiliza subsidios para proteger su industria. Esto demuestra que, cuando se trata de competencia global, las reglas cambian dependiendo de los intereses de cada región. Aunque los subsidios pueden ser una forma de proteger empleos y sectores estratégicos, también generan tensiones en el comercio internacional. Me parece que este doble discurso pone en duda el compromiso real de Europa con los principios que defiende y plantea preguntas sobre el equilibrio entre protección económica y competencia justa.

  14. Este artículo evidencia las complejidades de la política comercial actual, donde el proteccionismo parece inevitable en un contexto de crisis global. La UE ha tomado un camino similar a China y EE.UU., aplicando subsidios a su industria para mantener su competitividad, lo que choca con los principios del libre comercio. Este tipo de intervenciones, aunque necesarias para proteger sectores estratégicos en tiempos de incertidumbre económica, también generan distorsiones en el mercado y tensiones con otros actores internacionales.

    La visita de Pedro Sánchez a China, apelando al diálogo y la cooperación, refleja la preocupación por una posible escalada de las tensiones comerciales, ya que una guerra comercial entre potencias no solo afectaría a las industrias, sino también a la economía global en su conjunto.

  15. El artículo pone en evidencia la creciente tensión comercial entre Europa y China, donde ambos bloques se acusan mutuamente de aplicar subsidios desleales. Lo que más me llama la atención es cómo la Unión Europea, a pesar de su retórica a favor del libre comercio, ha implementado más de 6.000 subvenciones que, según Global Trade Alert, son «dañinas» para este mismo principio. Esto refleja una clara contradicción entre los discursos oficiales y las políticas reales. A pesar de que se ha criticado a China por sus prácticas, la realidad es que Europa no se queda atrás en esta carrera proteccionista.

    Lo más preocupante es que estas ayudas no parecen ser suficientes para que la UE compita a nivel global, especialmente frente a Estados Unidos, que con la Inflation Reduction Act está apostando fuertemente por su industria energética.

  16. En los últimos años, la Unión Europea ha tenido que aumentar significativamente los subsidios a nuestras industrias, sobre todo a raíz de la pandemia y la crisis energética. Ya hay más de 6.000 ayudas activas que, aunque necesarias para protegernos, van en contra de los principios del libre comercio. Lo hacemos porque tenemos que competir con gigantes como China y Estados Unidos, que también subvencionan masivamente sus sectores estratégicos. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, nuestras empresas siguen perdiendo terreno frente a China. Además, estos subsidios, aunque útiles, a veces perjudican a otros países miembros, lo que está generando tensiones dentro de la propia UE. Es un dilema entre proteger nuestras industrias y mantener el libre comercio.

  17. Este artículo destaca la necesidad de una mayor transparencia y coherencia en la política comercial de la UE. La UE debe ser consciente de las contradicciones entre su retórica y su práctica, y trabajar para crear un entorno comercial más justo y equitativo para todos los actores involucrados

  18. El articulo presenta una visión compleja y preocupante del estado actual del comercio internacional, a pesar de abogar por el libre comercio, las principales fuerzas económicas, como la Unión Europea, Estados Unidos y China, están utilizando subsidios y políticas proteccionistas para salvaguardar sus industrias nacionales. Los acontecimientos han acelerado el aumento del proteccionismo, ya que los gobiernos han tratado de salvaguardar sus industrias nacionales de las presiones externas. La proliferación de políticas proteccionistas se ha visto facilitada por la disminución del papel de la organización mundial del comercio en la resolución de conflictos comerciales. La adopción del proteccionismo puede conducir a una reducción de la eficiencia económica, una disminución de la innovación y una disminución del crecimiento a largo plazo. La reducción de las tensiones comerciales y el enfoque multilateral para abordar los desafíos económicos globales requieren la cooperación activa de los países. El artículo destaca un hecho preocupante, la globalización está siendo desafiada por una postura creciente a favor del proteccionismo. Las ventajas a corto plazo de las medidas proteccionistas en determinadas industrias pueden ser perjudiciales para la economía global y la vida de las personas.

  19. Las principales potencias de la UE son también las que más subvenciones acumulan para sus empresas en perjuicio del libre comercio.La guerra comercial continua y se agudiza a niveles mayores.

  20. La base de datos elaborada por Global Trade Alert refleja este auge proteccionista y su análisis revela que los países de la Unión Europea tienen activas 6.071 subvenciones “dañinas” para el libre comercio, según califican los autores del registro suizo. China cuenta con más ayudas perjudiciales activas, 6.952, y Estados Unidos, principal impulsor del libre comercio y la globalización, registra otras 5.228. Un panorama desfavaroble para los negociod en esa región.

  21. La Unión Europea aprobó en junio una subida provisional de aranceles a los vehículos eléctricos chinos por recibir “subvenciones desleales” y este país respondió con la apertura de investigaciones a productos que se importan de la UE y están subvencionados: el porcino y los lácteos; ambos claves para España.

  22. La tensión comercial entre occidente y China se encuentra en máximos por los subsidios públicos a empresas, en auge desde la pandemia, y los aumentos de impuestos a las importaciones.

  23. La Unión Europea y sus países miembros dispararon las ayudas con motivo de la pandemia y de la crisis energética, pero los Next Generation no serán suficientes para competir con EEUU y China