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sábado, diciembre 2, 2023
Historias unidas en el dolor en plena guerra

Historias unidas en el dolor en plena guerra

El amor no acepta órdenes. No se lo puede prohibir. Así lo demuestra una exposición sobre relaciones sentimentales. El amor es lo múnico que te puede salvar.

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Unidos en el dolor: el padre palestino y el padre israelí hermanados por la muerte de sus hijas

Bassam Aramin (izquierda), y Rami Elhanan (derecha) sentados y sosteniendo una imagen de sus hijas

IMAGEN,RAMI ELHANAN. Bassam Aramin (izquierda), y Rami Elhanan (derecha) son ‘hermanos’ desde lados opuestos.

  • Author, Suneth Perera
  • Role, Servicio Mundial de la BBC

Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, perdieron a sus pequeñas hijas en el conflicto de Medio Oriente.

Ambos viven en Israel, donde mucha gente podría esperar que actuaran como enemigos después de años de tragedias.

Pero, en lugar de buscar venganza, Bassam y Rami eligieron un camino diferente: la paz y la amistad.

Un policía israelí disparó contra la hija de Bassam, Abir, hiriéndola mortalmente cuando tenía 10 años. La hija de Rami, Smadar, murió en un atentado suicida de Hamás cuando tenía 14 años.

Dicen que un «dolor insoportable» los ha llevado a forjar una amistad inseparable entre «hermanos», como llaman a su relación.

Abir, la hija de Bassam y Smadar, la hija de Rami.

IMAGEN,BASSAM ARAMIN / RAMI ELHANAN. La hija de Bassam, Abir (izquierda), tenía 10 años cuando fue asesinada, y la hija de Rami, Smadar (derecha), tenía 14 años cuando fue asesinada.

«No somos animales y podemos usar nuestra cabeza. Y comienzas a hacerte varias preguntas: ¿matar a alguien traerá a mi hija de vuelta?» cuestionó Rami.

«Incluso si matas al resto de la población judía del mundo, no solo a los israelíes, jamás volverás a ver a mi hija», dijo Bassam.

El Círculo de los Padres

Después de que sus hijas murieran, ambos padres se unieron a «The Parents Circle Families Forum«, un grupo de paz y reconciliación para personas que han perdido a sus hijos en el conflicto.

Rami, quien fue soldado en el ejército israelí, considera a Bassam como un líder.

«Él es la persona más cercana a mí en el mundo… No necesitamos palabras para entendernos… Lo admiro. Tomo un poco de fortaleza de él», dijo Rami a la BBC.

Bassam, quien estuvo en prisión por arrojar una granada a israelíes en su juventud, ahora trata a Rami como si fuera su propio hermano.

«Somos hermanos. Nuestra relación está por encima del conflicto porque compartimos el mismo tipo de valores. Nos preocupamos por los seres humanos, nos preocupamos por los civiles, nos preocupamos por la democracia y la libertad», dijo Bassam a la BBC.

Rami y su hija celebrando con un pastel

IMAGEN,RAMI ELHANAN. «No hay un solo momento en el que ella no esté en mis pensamientos, en mi corazón, en mis sueños». En la imagen, Rami con su hija Smadar.

«Círculo violento»

Israel ha bombardeado Gaza desde los ataques de Hamás del 7 de octubre, que mataron a 1.400 personas en Israel y tomaron al menos a 239 personas como rehenes.

El ministerio de salud dirigido por Hamás afirma que más de 10.000 palestinos han muerto desde que comenzó la represalia de Israel.

Esto representa una continuación de un «círculo violento» que ha durado décadas, como se refieren Bassar y Rami al conflicto en curso.

Bassam Aramin en su casa al lado de los retratos de su hija y de la de Rami

 IMAGEN,BASSAM ARAMIN. Bassam tiene una foto de su hija y de Smadar, la hija de Rami, colgada en su casa.

La muerte de Smadar

Era el 4 de septiembre de 1997. Smadar estaba de compras con amigos en Jerusalén cuando una bomba explotó.

Rami y su esposa, Nurit, pasaron horas buscándola desesperadamente.

«Fuimos de hospital en hospital, de comisaría en comisaría», recordó Rami.

«Hasta que, finalmente, más tarde esa noche, te la encuentras en la morgue y eso es todo. Ves la escena que jamás podrás olvidar por el resto de tu vida».

«La rabia es insoportable. Y el aspecto principal de este dolor es que nunca se va. Está contigo 59 segundos de cada minuto».

La bomba de Hamás y la bala israelí

Rami y Bassam se conocieron por primera vez en 2005 en una reunión de Combatants for Peace, una organización de excombatientes de ambos lados, todos en busca de la paz.

Procesión por con el cuerpo tras el asesinato de la hija de Bassam

IMAGEN,BASSAM ARAMIN. La hija de Bassam recibió un disparo en la cabeza con una bala de goma afuera de su escuela en Cisjordania.

El 6 de enero de 2007, la hija de 10 años de Bassam, Abir, resultó gravemente herida cuando una bala de goma disparada por un oficial israelí en la frontera la alcanzó afuera de su escuela en Cisjordania.

Falleció dos días después en el hospital.

«Me siento enojado hasta el día de hoy, porque todos somos seres humanos y es natural sentir rabia», dijo Bassam.

«La venganza no aliviará tu dolor»

«Pero soy creyente y sé que la venganza no es la respuesta. No devolverá a mi hija», cuenta Bassam.

Rami y su esposa estaban junto a Bassam y su familia en el hospital, representando a The Parents Circle.

Bassam and Rami (a la derecha)

IMAGEN,RAMI ELHANAN. «Si no hubiera ocupación, no necesitaríamos matarnos entre nosotros», dijo Bassam.

“Para mí, fue como perder a mi hija por segunda vez”, dijo Rami.

Dos días después, Bassam también se unió a The Parents Circle.

Romper el ‘círculo violento’

Bassam y Rami ahora hablan en reuniones y conferencias como un equipo.

“Si no hubiera ocupación, no necesitaríamos matarnos mutuamente. No necesitamos pelear entre nosotros, y es una ola tras otra”.

Es un mar de sangre. Ya es suficiente”, dijo Bassam, haciendo referencia a la creación del estado de Israel en 1948 en tierras que hasta ese momento eran parte de lo que se denominaba Palestina.

De manera inusual para un judío israelí, Rami también se refiere como la “ocupación” cuando se le pregunta sobre el papel de The Parents Circle en la reducción del conflicto:

“La situación anormal es la dominación de un pueblo sobre otro. La situación anormal es la ocupación israelí. Perdimos a nuestros hijos debido a esta situación, y necesitamos cambiarla”.

David Ben Gurion leyendo la declaración

IMAGEN,GETTY IMAGES. David Ben Gurion lee la declaración de independencia de Israel en 1948.

Rami y Bassam hablan con jóvenes, incluyendo estudiantes de secundaria de ambos lados.

Como describe Rami, es como «entrar en la boca abierta de un volcán activo… Hay un mar de sangre dentro de esas dos personas, mucha emoción».

“Y la respuesta es asombrosa. A veces puede ser muy, muy difícil, ya sabes, acusaciones, a veces [insultos], a veces agresividad”.

“Pero al final de la clase, incluso si solo hay un niño aceptando nuestro mensaje, es un milagro. Hemos salvado una gota de sangre. Sabes, en el judaísmo, una gota de sangre es el mundo entero”.

El perdón

Tras el reciente ataque de Hamás y las represalias israelíes, Rami dijo que hablar sobre la paz es particularmente desafiante.

“El ambiente es muy pesado”.

Rami le dijo a la BBC que recibe muchos correos de odio.

“Hamás no puede ser eliminado como una mosca, como un mosquito. Hamás es una idea. Hay que secar el pantano en lugar de matar a los mosquitos», dijo.

Bassam and Rami (a la derecha)

IMAGEN,RAMI ELHANAN. «No necesitamos palabras para entendernos. Compartimos el mismo tipo de dolor».

Una paz duradera

Ambos padres esperan ver una paz duradera en su vida.

«Me encontré con el asesino de mi hija en el tribunal. Lo llamo una víctima. Le dije… ‘No mataste al enemigo ni a terroristas; solo mataste a una niña de 10 años inocente'», dijo Bassam.

«Es víctima de su educación, su narrativa, su historia«.

Su mensaje no es solo para israelíes y palestinos, sino para todos los involucrados en conflictos y guerras en todo el mundo.

«Cuando te liberas de este odio, de esta venganza, te conviertes en un hombre libre», agregó Bassam.

“Nadie puede ocuparte, y no tienes enemigo que conquistar. No soy un cobarde. Podría lleva a cabo mi venganza sin piedad, pero ¿qué cambiaría? Nada».

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UNA HISTORIA DE AMOR ENTRE UN PRISIONERO BRITÁNICO Y UNA ALEMANA EN MEDIO DE LA II GUERRA MUNDIAL

 

 

Dicen que en el amor y en la guerra todo vale, pues esto es una historia de amor en mitad de una guerra: la del británico Horace Greasley y la alemana Rosa Rauchbach durante la Segunda Guerra Mundial.

En la Navidad de de 1918, venían al mundo dos gemelos en un pequeño pueblo de la campiña inglesa, Ibstock (en el condado de Leicestershire, Reino Unido). Harold Horace, que así se llamaron, decidieron quedarse en su pueblo natal para ayudar a sus padres en la granja familiar. Horace, cuando podía, también trabajaba algunas horas en la barbería del pueblo y allí se enteró de que Alemania había invadido Checoslovaquia… Todo en su vida cambió. Ante los posteriores movimientos de Alemania, el Parlamento británico aprobó en 1939 la ley de instrucción militar que obligaba a todos los hombres con edades comprendidas entre los dieciocho y cuarenta años —los hermanos tenían veintiuno— a someterse a un entrenamiento militar básico durante seis meses para luego pasar a la reserva activa. No tuvieron tiempo ni de terminar el entrenamiento, a las siete semanas fueron adscritos a la 2ª compañía del 5º batallón de Leicestershire y enviados a Francia integrados en la British Expeditionary Force o BEF (Fuerza Expedicionaria Británica) para frenar la ofensiva alemana. Aunque inicialmente la BEF tuvo cierto éxito, nada pudieron hacer ante el poderío de los panzers alemanes. En mayo de 1940, el oficial al mando, lord Gord, ordenó la retirada hacia Dunkerque para evacuar lo que quedaba de la BEF. De Harold nada más se supo y Horace… aquí comienza su aventura.

Horace Greasley

Horace Greasley

El 25 de mayo, Horace fue capturado en Carvin, al sur de Lille. Él y el resto de los prisioneros tuvieron que caminar durante diez semanas a marchas forzadas atravesando Francia y Bélgica hasta llegar a Clervaux (Luxemburgo). Los que sobrevivieron fueron metidos en un tren, y después de un viaje de varios días en condiciones infrahumanas llegaron al campo de prisioneros Stalag XXI-D en Silesia (Polonia). Fueron días de trabajos de sol a sol, acompañados de algunas palizas, escasa comida y tener que compartir la cama con piojos y ratas. Cuando terminó el invierno de 1941, los supervivientes fueron trasladados a otro campo en Lamsdorf (Polonia), que nada tenía que ver con el anterior. Aunque tenían que trabajar durante diez horas en una cantera de mármol, podían ducharse con agua caliente, recibían varias comidas al día y dormían sobre algo que podía llamarse cama. Herr Rauchbach, el propietario del negocio, sabía que el trabajo en la cantera dependía de que la condición física de los prisioneros fuese aceptable, así que procuró asegurarles unas mínimas condiciones. Rosa, su hija de diecisiete años, trabajaba en el campo como intérprete. Horace se quedó prendado de ella nada más verla, pero, lógicamente, en su estado sabía que ella nunca se fijaría en él. Desde aquel momento, se propuso, en la medida de sus posibilidades, recuperar la imagen de lo que era: un joven de veintitrés años. Tras varias semanas, y ya con mejor pinta, comenzaron a tontear… y del tonteo a los encuentros furtivos. Cuando llevaban un año de relación y los encuentros ya eran diarios, Horace fue trasladado a un campo en Freiwaldau, cerca de Auschwitz, a unos cuarenta kilómetros de distancia de su amada. Aquello parecía el fin… pero no.

Horace y Rosa

Horace y Rosa

Las condiciones del campo eran muy parecidas al de Lamsdorf, pero sin Rosa. Horace tenía que volver a verla. Ejerciendo su antigua profesión de peluquero, se ganó la confianza de los alemanes y tuvo cierta libertad de movimientos que le permitieron conocer al detalle la seguridad del campo. Cuando tuvo preparado un plan de huida, y gracias a otros prisioneros que trabajaban en el exterior, consiguió comunicarse con Rosa para citarse con ella en el bosque detrás de la cantera. Llegado el día de la fuga, y con la complicidad de sus compañeros del campo y los que transportaban las mercancías, huyó y consiguió reunirse con Rosa. Después de los correspondientes abrazos, besos, lágrimas… y lo que se terciase, Rosa le dijo que tenía que escapar, pero ¿adónde? El lugar más cercano en el que podría sentirse seguro era Suecia —país neutral— a cuatrocientos veinte kilómetros. Se olvidaron de ese tema y decidieron que Horace huiría cuando pudiese para ir a verla… y así lo hicieron. En las siguientes citas, y para alegría de los compañeros que le ayudaban a escapar cada noche, Rosa llevaba frutas, verduras e incluso una radio que les permitió conocer día a día el rumbo de la guerra. Durante dos años y medio mantuvieron más de doscientas citas.

El 24 de mayo de 1945, los prisioneros del campo fueron liberados y Horace, sin poder encontrarse con Rosa, repatriado al Reino Unido. Volvió a Leicestershire y durante un tiempo siguieron carteándose y preparando su reencuentro hasta que Rosa dejó de escribir… falleció mientras daba a luz al hijo de Horace, nacido muerto. Horace rehízo su vida y montó una peluquería, poco más tarde una empresa de transportes en la que conoció a la que sería su esposa. Se casaron y en 1988 se trasladaron a vivir a Alicante (España).

Horace en Alicante

Horace en Alicante

En 2008 se publicó el libro Do the birds still sing in Hell? (¿Siguen cantando los pájaros en el infierno?) donde Horace cuenta sus penurias y su historia de amor. Lo que no podrá ver Horace —falleció en 2009 a la edad de noventa y un años— es la película… Silverline Productions compró los derechos del libro para adaptarla al cine y el productor Stratton Leopold ya está con los preparativos. Se rumorea que el papel de Horace lo podría interpretar Robert Pattinson.

Do the birds still sing in hell?


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Lilly y Felice: la prohibida historia de amor entre la mujer de un soldado nazi y una judía durante la Segunda Guerra Mundial

Felice (izquierda) y Lilly

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Felice y Lilly vivieron su historia de amor durante 18 meses.

  • Author,Almudena de Cabo
  • Role,BBC News Mundo
  • Twitter,

“Era como si de repente yo fuera otra persona. Me sentía libre, viva como nunca antes»

Así recuerda Elisabeth Wust el inicio de su relación con Felice Schragenheim, una judía con identidad falsa, con quién vivió una historia de amor prohibida en Berlín hasta que su felicidad se vio truncada el 21 de agosto de 1944.

Ese día, tras regresar de una idílica escapada romántica, la Gestapo la estaba esperando. Detenida y posteriormente deportada a un campo de concentración, la pista de Felice se pierde al final de la Segunda Guerra Mundial. Sin cuerpo, ni documentos, su nombre pasó a engrosar la triste lista de “desaparecidos” judíos.

La vida de Lilly, como la conocían sus amigos y familiares, nunca volvió a ser la misma. “Esos 18 meses fueron un regalo que nunca olvidaré. A pesar de mi desgracia, tuve la suerte de conocerla y por ello estaré agradecida toda mi vida”, afirma Elisabeth en un documental de la BBC grabado en 1997.

Cómo se conocieron Lilly y Felice

Lilly y Felice besándose

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Esta foto es la última que se tomaron en su excursión al río Havel antes de que Felice fuera detenida por la Gestapo.

Hasta 1942, la vida de Lilly era como la de muchas otras mujeres alemanas. Casada con un antiguo funcionario del Deutsche Bank, desplegado en el frente oriental con el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), era lo que se consideraba “una buena alemana”.

Con 29 años era madre de cuatro niños y simpatizante nazi. El Tercer Reich le había concedido la Cruz de Honor de la Madre Alemana, una condecoración que se concedía a las mujeres al tener el cuarto hijo.

Sus primeros años como mujer casada habían transcurrido como marcaba la sociedad de la época. Al menos, hasta que Ulla Schaaf entró a servir como niñera en su apartamento de tres habitaciones en Schmargendorf, un barrio en el suroeste de Berlín.

Imagen de Felice y Lilly

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Felice (izquierda), nacida en 1922 en Berlín, tenía una hermana que emigró a Inglaterra durante la guerra. Lilly (derecha) era nueve años mayor que ella.

Schaaf comenzó a trabajar para Lilly dentro del año de trabajo obligatorio fijado por el gobierno nazi y que establecía que las mujeres jóvenes debían o bien trabajar en hogares o en la agricultura. Fue así como una mujer de familia comunista, antinazi y que acogía judíos regularmente en casa acabó sirviendo a una familia nazi, entre cuya decoración había un busto de Hitler.

“Mi casa era como la de millones de alemanes. Nunca voté a Hitler, pero estaba casada con un nazi. Así es como conocí a Ulla”, rememora Lilly en una conversación con la escritora y periodista alemana Erica Fischer y recogida en el libro “Aimée & Jaguar”.

A pesar de ser reacia posteriormente a reconocer que se había dejado imbuir por los ideales nazis, en esos años no podía evitar tener comentarios antisemitas, algo que recuerdan muy bien algunas personas de su entorno como Schaaf.

“Lilly me dijo un día, no recuerdo por qué lo dijo, que podía oler a los judíos”, explica Schaaf en el documental. “Y cuando volví se lo conté a Felice y decidimos que había que ponerla a prueba”, agrega.

Felice y Ullah no solo eran amigas, la primera se había mudado a la casa de la segunda cuando pasó a la clandestinidad para evitar las deportaciones que se habían intensificado en la segunda mitad de 1942.

Fue así como se forjó el primer encuentro. El 27 de noviembre de ese año, Ulla y Lilly quedaron por la tarde con Felice en el Café Berlin, cerca de la estación de metro de Zoo, en el centro de la capital alemana.

Pasaporte de Felice

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Los pasaportes de judíos se marcaban con una «J» en el Tercer Reich. Además, a las mujeres se les agregaba el nombre de Sara y a los hombres el de Israel.

“Lilly estaba muy contenta de conocer a alguien tan interesante”, señala Schaaf. “Felice era una persona muy interesante. Se podía hablar con ella de muchas cosas. Quería ser periodista, pero primero tenía que sobrevivir a esos tiempos”.

La atracción fue instantánea. “Hablamos como hablaba todo el mundo y me gustó desde el primer momento”, recuerda Lilly. “Estuvimos como una hora y luego me acompañó a la parada del tranvía y me regaló una manzana”.

En ese encuentro, Felice Schragenheim, de 20 años, se presentó a Lilly como Barbara F. Schrader, el nombre que aparecía en sus documentos falsos.

Felice se muda a casa de Lilly

Felice escribe diez promesas a Lilly y las sella con sus labios

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Lilly y Felice escribieron sus votos matrimoniales en dos documentos para sellar su amor.

Desde su primer encuentro, las dos mujeres cultivaron una intensa amistad hasta que finalmente, tras ser ingresada para una operación en el hospital, Lilly aceptó finalmente sus sentimientos y en mayo de 1943 Felice se mudó a su casa.

Lilly acabó finalmente divorciándose en octubre de ese mismo año de su marido.

“No sabía que le gustaban las mujeres. Fue una sorpresa para ella, aunque luego, echando la mirada atrás, reconoció que siempre se había fijado en ellas”, relata a BBC Mundo Erica Fischer sobre las numerosas conversaciones que tuvo con Lilly para escribir el libro.

“Si bien era muy reacia a hablar sobre su pasado como simpatizante nazi, en lo que respecta a su relación tenía mucha memoria y hablaba libremente sobre sexualidad. Me contó que el primer orgasmo de su vida lo tuvo con Felice, aunque tuvo cuatro hijos con su marido”, indica Fischer sobre una mujer de la que le impresionó especialmente la intensidad con la que hablaba.

Felice le confiesa que es judía

Para evitar sospechas, Lilly presentaba a Felice a los vecinos como una prima de Fráncfort que había huido de su casa por las bombas. “Además, había pocos hombres por la guerra y era normal que las mujeres salieran juntas y bailaran entre ellas. Nadie lo veía sospechoso”, señala la escritora alemana.

Placa con el nombre de Lilly y el apellido de Felice

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Después de la guerra, Lilly colocó una placa en la puerta de su casa en Berlín con su apellido unido al de Felice como si hubieran estado casadas y lo mantuvo hasta su muerte en 2006.

Cosas como que Felice no poseyera una cartilla de racionamiento de alimentos (algo que no podían tener los judíos) nunca le hicieron sospechar a Lilly de que fuera judía.

En un momento dado, a Lilly le empezó a parecer raro que se fuera a veces de casa sin decir a dónde iba. A pesar de vivir juntas, Felice mantenía sus actividades clandestinas para pasar documentos a judíos.

“A principios de mayo le pregunté sin descanso una noche. Algo pasa. Si queremos estar juntas toda la vida debemos ser completamente sinceras la una con la otra”, recuerda Lilly que le dijo.

“’Si te digo qué es lo que pasa, ¿me seguirás queriendo?’, me preguntó. Y entonces me dijo: ‘Soy judía’”.

“En ese instante todos los momentos vividos pasaron ante mis ojos y le dije: ‘Ahora todo está bien’ Y la tomé en los brazos”, recuerda Lilly.

Detención de Felice y deportación

En la primavera de 1944 Felice entró a trabajar en el periódico nazi “National-Zeitung” como taquimecanógrafa.

“Sabía que hacía cosas clandestinas, pero no el qué o cómo. Sigo teniendo los diarios de Felice donde están las citas marcadas, pero para mí son un misterio lo que significan”, explica Lilly en el libro. “Siempre me decía que no me contaba nada porque era demasiado peligroso”.

Felice Sara Schragenheim había sido declarada como fugitiva en junio de 1943, pero las dos mujeres siguieron viviendo sin esconderse.

Felice vivía con un miedo constante a que alguien la reconociera o a ser descubierta en un control de la Gestapo. También era consciente de que había judíos que ayudaban a descubrir a otros judíos para salvar ellos su vida”, explica a BBC Mundo Jörg Waßmer, historiador del Museo Judío de Berlín.

Diario de Lilly

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Tras la detención de Felice, Lilly comenzó a escribir un diario donde recopiló todos sus momentos juntas y los poemas de Felice.

El 21 de agosto de 1944, las dos mujeres fueron a bañarse al río Havel, cerca del Wannsee, un sitio de veraneo muy famoso de Berlín. A su vuelta la Gestapo las estaba esperando en la puerta de su casa con una foto de Felice en el balcón. “Tuvo que ser una denuncia de alguien, aunque no se sabe quién fue, si un vecino, antiguo conocido…”, indica Waßmer.

Felice fue llevada a un centro de detención en Berlín donde pasó unos días hasta que el 5 de septiembre fue trasladada al campo de concentración de Theresienstadt, después a Auschwitz, donde la llevaron a Groß Rosen, y de ahí finalmente a Bergen Belsen.

“Ahí se pierde su pista. O murió en una de las conocidas como marchas de la muerte o a su llegada a Bergen Belsen”, agrega el historiador.

La vida de Lilly tras perder a Felice

El coraje de Lilly de visitar a Felice mientras estuvo detenida en Berlín y de arriesgarse a viajar a Theresienstadt para intentar verla tuvo como resultado que se viera obligada a presentarse en la comisaria de su barrio cada dos días.

A pesar de estar bajo esta supervisión, Lilly no dudó en acoger en su casa unos meses más tarde a otras tres víctimas de la persecución nazi: Lucie Friedländer, Katja Lazerstein y Rosa Ohlendorf, a quienes conoció antes de las Navidades de 1944.

Las tres mujeres judías permanecieron escondidas con ella hasta el final de la guerra. Alimentarlas fue un un reto debido a la grave escasez de alimentos en Berlín en ese tiempo. Las mujeres sobrevivieron, aunque Lucie Friedländer se suicidó poco después de terminado el conflicto.

Tras la guerra, Lilly no recibió pensión de viudez al no haber anulado a tiempo su divorcio. Recibía ayuda social y vivía de eso con sus cuatro hijos.

“Trabajó como mujer de la limpieza. Era muy pobre y estaba deprimida, algo que la llevó a intentar suicidarse dos veces”, indica Fischer. “Se casó con un electricista para mantener a sus hijos, pero acabó divorciándose de él porque maltrataba a sus hijos y era muy celoso”.

Diploma de Yad Vashem

IMAGEN,MUSEO JUDÍO DE BERLÍN. Yad Vashem le concedió el título de «Justa entre las naciones» por salvar la vida a tres judíos durante la guerra después de la detención de Felice. También Alemania le concedió la cruz de honor en 1981.

Pasaron muchos años hasta que su historia se dio a conocer, primero con el libro de Fischer «Aimée y Jaguar. Una historia de amor, Berlín 1943» y después con la película “Aimée & Jaguar” (1999) basada en el libro y que toma los apodos con los que se llamaban las dos mujeres de manera cariñosa. “Lilly era la cariñosa, por eso Aimée. Y Felice se veía como un jaguar, la cazadora”, comenta Fischer.

“La década de los 50 en Alemania era aún una época todavía muy homofóbica. Tenía miedo de hablar sobre ello”, explica la autora sobre los motivos de Lilly para mantener tanto tiempo su historia en secreto.

“Los supervivientes encontraron poca atención en los años 50, 60 y 70 en Alemania”, apunta por su parte el historiador del Museo Judío. “Además, no hay que olvidar que se trataba de una relación lésbica y los homosexuales fueron perseguidos hasta finales de 1969”.

Primer plano de Lilly

IMAGEN,GETTY IMAGES. Lilly mantuvo toda su vida una habitación de su casa llena de sus recuerdos con Felice. A su muerte, los más de 1.000 documentos, imágenes y objetos fueron donados al Museo Judío de Berlín.

Lilly vivió en sus recuerdos hasta el final de sus días. «Felice era irremplazable para mí. Tenía sus libros, sus fotos. Nunca viví sin ella. Quizá podían verme como una loca, pero cuando caminaba por la calle sintiéndome sola, y me sentí muy sola, iba a trabajar, pero nadie me conocía, entonces, en esos momentos la sentía de alguna manera conmigo».

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Dino y Sibilla: la más extraordinaria historia de amor, locura y guerra

Se publican por primera vez en español las cartas que cruzaron el poeta loco y maldito Dino Campana y la novelista confesional Sibilla Aleramo en los años de la Primera Guerra Mundial

Foto: Dino Campana y Sibilla Aleramo. (Alamy)
Dino Campana y Sibilla Aleramo. (Alamy)

En el verano de 1916, en el ecuador de la Gran Guerra que incendiaba Europa, la escritora Sibilla Campana (1876) lee por casualidad en Florencia el poemario Canti Orfi que su atribulado autor Dino Campana (1885) vendía de mano en mano por los cafés de la ciudad. Sibilla queda tan deslumbrada por aquellos versos autoeditados de forma cochambrosa —con el tiempo, serían reconocidos como una obra maestra de la poesía italiana del siglo XX— que escribe inmediatamente a Dino para mostrarle su admiración, quien se lo agradece con una «extraña tarjeta». La envenenada flecha de Cupido acababa de salir del arco.

Así lo relataba ella muchos años después, en 1950: «Hubo un intercambio epistolar, tras encontrarnos en Barco, un conjunto de casas de los Apeninos salvajes. El amor estalló en un delirio salvaje. Campana ya estaba loco, ya había sido recluido dos veces en un manicomio, pero yo no creía verlo así y los primeros tiempos, durante todo el mes, lo pasamos juntos en una localidad llamada Casetta di Tiara; él estaba en medio de mil extravagancias, muy tranquilo y felicísimamente enamorado como un chiquillo. Decía que no era capaz de escribir, pero no parecía sufrir por ello. Proyectaba para el invierno encontrar un empleo, trabajar, vivir conmigo y por mí. Éramos felices. Escribí Fauno, pero una vez bajamos a Florencia, ya en septiembre, comenzaron a manifestarse en él signos de graves desequilibrios. Todo en mi pasado le producía atroces celos».

placeholder'Un viaje llamado amor'. (El Paseo)
‘Un viaje llamado amor’. (El Paseo)

No sabemos cómo reconstruirán los historiadores del futuro nuestras historias de amor que nacen y mueren en un wasap, en un like, en un vídeo fugaz de TikTok. Pero, aunque como advertía Kafka, «las cartas se las beben por el camino los fantasmas», los largos siglos en los que la correspondencia sirvió de arteria esencial que comunicaba los corazones de los amantes dejaron un tesoro escrito y perdurable para la posteridad. Hay grandes amores epistolares que ya son obras clásicas como los de Modigliani y Jeanne Hébuterne o los de Verlaine y Rimbaud, a los que no les va a la zaga los menos conocidos, pero impresionantes, de Dino Campana y Sibilla Aleramo que ahora podemos leer por fin traducidos al español por Manuel Moya en el libro Un viaje llamado amor. Cartas, 1916-1918 (El Paseo).

Encuentros y abandonos

Sibilla Aleramo se llamaba en realidad Marta Felina Faccio, hija de una familia acomodada del Piamonte que fue obligada a casarse con el hombre que la violó a los quince años y del que tuvo un hijo. Con solo 26 años los abandona a los dos, dispuesta a rehacer su vida como una mujer libre, pionera del feminismo y del socialismo. Colabora con la prensa, imparte clases nocturnas gratuitas a los obreros, colecciona amantes sin miedo al qué dirán y publica, ya con el nome de plume de Sibilla Aleramo, la novela —Una Donna— que logra un éxito editorial inmediato y hoy se considera un clásico del feminismo.

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El amor en tiempos de guerra

Kerstin Schweighöfer / ERS

16 de noviembre de 2008

 

El amor no acepta órdenes. No se lo puede prohibir. Así lo demuestra una exposición sobre relaciones sentimentales germano-holandesas durante la ocupación nazi de Holanda, en la II Guerra Mundial.

Fotos y afiches forman parte de la muestra exhibida en Holanda.

 

El Museo de la Liberación, ubicado en la localidad holandesa de Groessbeck, presenta una exposición con un mensaje alentador: el amor lo vence todo. “El amor en tiempos de guerra” revela, a través de fotos, documentos, cartas y filmaciones, cómo la II Guerra Mundial afectó la vida amorosa de toda una generación. Un ejemplo cargado de simbolismo es el que ofrece un vestido de novia confeccionado con retazos de paracaídas, que forma parte de la muestra.

Una historia de amor en medio del horror

Lilly van Angeren, una mujer de origen alemán que vive desde el término de la guerra en Holanda, es una de las numerosas protagonistas de esta exposición. En 1943 fue a dar al campo de concentración de Auschwitz- Birkenau por ser gitana. Allí se enamoró de un joven estudiante de medicina procedente de Varsovia, rubio y de ojos azules. Se llamaba Zbyszek y hablaba alemán. Y así nació el romance, en medio de uno de los lugares más horrendos del mundo.

Cada vez que podían, los enamorados se juntaban en su lugar secreto, una banca detrás de las barracas. “Desde allí se podía ver directamente el crematorio, pero cerrábamos los ojos, o sólo teníamos ojos para nosotros, y no mirábamos otra cosa; mientras nos besábamos apasionadamente, las llamas se alzaban enormes hacia el cielo”, relata Lilly.

Con sus 84 años de edad, sigue convencida de que sólo pudo sobrevivir al campo de concentración gracias a su amado. Porque el amor da fuerzas. A lo largo de un año, la pareja se brindó apoyo y consuelo mutuamente. Después los separaron.

Relaciones reprobadas

Exponat der Ausstellung - Liebe in Kriegszeiten -
Los soldados aliados y también los alemanes dejaron descendencia en Holanda.Imagen: Nationaal Bevrijdingsmuseum (NL)

 

La historia de Lilly es sólo una de muchas que se relatan en la exposición. También los amores entre jóvenes holandesas y soldados aliados están presentes en la muestra. Se estima que unos 8.000 niños nacieron de esas relaciones. Muchos más nacimientos fueron fruto de las relaciones entre holandesas y miembros de las tropas alemanas de ocupación, que permanecieron cinco años en Holanda. Su número se calcula en unos 30.000.

Las chicas que se relacionaban con soldados alemanes eran repudiadas, según cuenta la curadora de la exposición, Marleen van Dam. Se hablaba de “colaboración horizontal”. Al término de la guerra, esas mujeres sufrieron la humillación de ser rapadas públicamente.

Bodas en prisión

Pero el amor no admite prohibiciones. Así lo demuestran historias de amor en escondites, o los numerosos matrimonios que se sellaron en cautiverio. Unos 239 se celebraron en el campo de concentración de Westerbock, en Holanda, donde los prisioneros estaban recluidos de paso.

La historia de Lilly van Angeren y Sbyszek no tuvo el final feliz de los cuentos. Nunca llegaron a casarse. Al término de la guerra, lo buscó en vano durante dos años. Luego se dio por vencida. Contrajo matrimonio con un holandés, con quien tuvo cuatro hijos.

Sólo 60 años más tarde, los enamorados de entonces volvieron a verse, gracias a sus nietos y a un programa de la televisión holandesa que dio con el paradero de Sbyszek en Australia, donde también él fundó una familia.


Vídeos históricos:

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  1. En tiempos de guerra, las historias compartidas de dolor y pérdida unen a las comunidades en una experiencia colectiva. Estas narrativas, aunque llenas de tragedia, reflejan la resiliencia humana y la solidaridad frente a la adversidad. La empatía generada por estas historias puede ser un catalizador para la comprensión y la paz, recordándonos que, incluso en medio del sufrimiento, existe un terreno común que conecta a la humanidad.

  2. Me parecio interesante conocer la historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan ya que es un testimonio conmovedor de la capacidad humana para elegir la paz sobre la venganza, incluso en medio de tragedias personales. Su amistad y colaboración a través de «The Parents Circle Families Forum» destacan la posibilidad de encontrar la humanidad común y construir puentes entre comunidades divididas. En un conflicto que ha persistido durante décadas, su enfoque de reconciliación y diálogo ofrece una perspectiva poderosa y esperanzadora. Su mensaje trasciende las fronteras de Israel y Palestina, como un llamado a la liberación del odio y la venganza en conflictos en todo el mundo, la cual sabemos que viene afectando hasta la actualidad.

  3. Es un ejemplo de que, incluso en medio del conflicto, es posible encontrar la humanidad y la empatía. La muerte de sus hijas unió a estos dos padres, que se dieron cuenta de que tienen más en común de lo que pensaban.

  4. El artículo resalta la historia de Bassam Aramin, un palestino musulmán, y Rami Elhanan, un judío israelí. Ambos, a pesar de perder a sus hijas en el conflicto de Medio Oriente, encontraron unión a través de «The Parents Circle Families Forum», un grupo comprometido con la paz y la reconciliación. A pesar de las dificultades y del entorno violento del conflicto, estos padres, representando lados opuestos, colaboran para romper el ciclo de violencia y abogan activamente por la paz.

  5. La historia destaca cómo el amor puede surgir incluso en medio de circunstancias tan difíciles como la guerra. Los relatos de parejas como Bassam Aramin y Rami Elhanan, quienes perdieron a sus hijas en el conflicto entre palestinos e israelíes, muestran la capacidad de superar el odio y buscar la paz. Además, la historia de Horace Greasley y Rosa Rauchbach durante la Segunda Guerra Mundial ilustra cómo el amor puede florecer incluso en situaciones extremas, desafiando las barreras impuestas por la guerra. Por último, la historia de Lilly y Felice revela el amor prohibido entre una mujer alemana simpatizante nazi y una judía durante la ocupación nazi en Holanda, demostrando que el amor puede desafiar incluso las divisiones más profundas. Estas narrativas subrayan la universalidad del amor, que trasciende las circunstancias adversas y las diferencias políticas o culturales.

  6. Estas historias son recordatorios poderosos de la resiliencia humana y la capacidad de elegir la compasión y la paz incluso en medio de situaciones traumáticas. Cada una de ellas ofrece una lección única sobre el poder del amor y la conexión humana para trascender las divisiones y superar el sufrimiento.

  7. Bassam perdió a su hija Abir, de 10 años, por un disparo de la policía israelí, mientras que Rami perdió a su hija Smadar, de 14 años, en un atentado suicida de Hamás. En lugar de buscar venganza, ambos se unieron a «The Parents Circle Families Forum», un grupo de paz y reconciliación para aquellos que han perdido a sus hijos en el conflicto. Ahora, trabajan juntos para romper el «círculo violento» y promover la paz, compartiendo su mensaje en conferencias y clases, y abogando por la liberación del odio y la venganza para lograr una paz duradera en la región.

  8. El presente articulonos muestra cómo, a pesar de las tragedias, Rami y Bassam abogan por la paz y la reconciliación. A través de organizaciones que buscan la coexistencia pacífica, buscan romper el «círculo violento» del conflicto. Expresan sus perspectivas sobre la ocupación, el dolor, la rabia y la necesidad de perdonar para lograr la paz. Además, centran la importancia de romper los ciclos de odio y venganza para alcanzar la paz como fin supremo.

  9. La conexión entre estos dos padres, Bassam Aramin y Rami Elhanan, que perdieron a sus hijas, en medio del conflicto entre Israel y Palestina, es un testimonio de nuestra humanidad compartida más allá de las diferencias culturales y religiosas con la finalidad de buscar paz a pesar de la inmensa tragedia a la que ambos se enfrentaron. Se han dedicado a promover la paz y el entendimiento mediante su participación en «The Parents Circle Families Forum». A través de esta organización, han podido conectar con otras familias que también han experimentado los devastadores efectos del conflicto y la violencia. Juntos, han encontrado consuelo y apoyo en sus experiencias compartidas y han trabajado incansablemente para promover el diálogo y la reconciliación entre israelíes y palestinos. La dedicación de Bassam y Rami a promover la paz y el entendimiento es verdaderamente inspiradora, su historia nos demuestra que, incluso en medio de una gran tragedia, pueden prevalecer la esperanza y la compasión, y que trabajando juntos para promover la paz y la reconciliación, podemos crear un futuro mejor para todos.

  10. La historia conmovedora de Bassam Aramin y Rami Elhanan destaca su excepcional capacidad para superar el dolor y elegir la paz en lugar de la venganza. Su valiente colaboración en la promoción de la reconciliación resalta la capacidad humana de mantener la empatía en situaciones difíciles. Su mensaje contra el odio resuena universalmente, siendo un recordatorio de la importancia de buscar la paz. A pesar de las cicatrices que deja la guerra, destacan aspectos positivos como la valentía y la solidaridad. Estas historias inspiran esfuerzos para prevenir conflictos y abogar por la justicia y la paz.

  11. El artículo destaca la historia de Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, quienes, a pesar de haber perdido a sus hijas en el conflicto de Medio Oriente, se unieron en el dolor a través de «The Parents Circle Families Forum», un grupo dedicado a la paz y la reconciliación. A pesar de las adversidades y del círculo violento del conflicto, estos padres, provenientes de lados opuestos, trabajan juntos para romper el ciclo de violencia y abogan por la paz.

  12. El artículo destaca la historia de Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, quienes, a pesar de haber perdido a sus hijas en el conflicto de Medio Oriente, se unieron en el dolor a través de «The Parents Circle Families Forum», un grupo dedicado a la paz y la reconciliación. A pesar de las adversidades y del círculo violento del conflicto, estos padres, provenientes de lados opuestos, trabajan juntos para romper el ciclo de violencia y abogan por la paz. Su historia es un testimonio conmovedor de la búsqueda de reconciliación en medio de la tragedia y la pérdida.

  13. Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, han superado el dolor de perder a sus hijas en el conflicto de Medio Oriente para forjar una amistad basada en la paz. A pesar de las tragedias personales, ambos se consideran «hermanos» y abogan por la reconciliación. Ambos se unieron a «The Parents Circle Families Forum», un grupo de paz para aquellos que han perdido a sus hijos en el conflicto. A través de su amistad y activismo conjunto, buscan romper el «círculo violento» del conflicto y abogar por un cambio en la ocupación israelí.

  14. El texto relata la historia de Rami y Bassam, dos padres que perdieron a sus hijas en el conflicto entre Israel y Palestina. A pesar de provenir de lados opuestos del conflicto, se unieron en busca de la paz a través de «The Parents Circle Families Forum». Ambos compartieron la experiencia del dolor, la pérdida y la necesidad de superar el ciclo de violencia. Narran las tragedias personales que los unieron: la muerte de Smadar, hija de Rami, en un atentado, y la de Abir, hija de Bassam, alcanzada por una bala israelí.

    El relato muestra cómo, a pesar de las tragedias, Rami y Bassam abogan por la paz y la reconciliación. A través de organizaciones que buscan la coexistencia pacífica, buscan romper el «círculo violento» del conflicto. Expresan sus perspectivas sobre la ocupación, el dolor, la rabia y la necesidad de perdonar para lograr la paz. Además, enfatizan la importancia de romper los ciclos de odio y venganza para alcanzar una paz duradera y liberarse de la carga emocional del conflicto.

  15. Estas historias ilustran cómo el amor y la humanidad pueden florecer incluso en las circunstancias más difíciles, como la guerra. Los relatos de Bassam Aramin y Rami Elhanan, unidos en su dolor y búsqueda de paz tras la pérdida de sus hijas, y la conmovedora historia de amor entre Horace Greasley y Rosa Rauchbach durante la Segunda Guerra Mundial, destacan la capacidad del amor para trascender divisiones y conflictos. Estas narrativas no solo conmueven, sino que también ofrecen una perspectiva esperanzadora y humana en medio de la adversidad.

  16. La historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan es un poderoso recordatorio de la humanidad en medio del conflicto. Ambos hombres, provenientes de lados opuestos del conflicto israelí-palestino, encontraron unidad en el dolor por la pérdida de sus hijas en actos de violencia. En lugar de dejarse consumir por la amargura y el resentimiento, decidieron unir sus experiencias para abogar por la paz, la comprensión y la reconciliación entre sus comunidades. Su colaboración demuestra la fuerza del perdón y la determinación para construir puentes entre culturas divididas, ofreciendo un rayo de esperanza en un contexto tan desafiante como el que viven.

  17. La conmovedora historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan destaca la capacidad humana de trascender el dolor y la pérdida para buscar la paz y la amistad en lugar de la venganza. La conexión entre estos dos padres, que perdieron a sus hijas en medio del conflicto entre Israel y Palestina, es un poderoso recordatorio de la humanidad compartida más allá de las diferencias culturales y religiosas. Su participación en «The Parents Circle Families Forum» y su dedicación a hablar sobre la paz en medio de un conflicto continuo demuestran que la reconciliación y el entendimiento mutuo son posibles, incluso en las circunstancias más difíciles. Su mensaje sobre la importancia de romper el «círculo violento» y buscar una paz duradera tiene relevancia universal, recordándonos a todos la necesidad de buscar soluciones pacíficas en los conflictos en todo el mundo.

  18. Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, perdieron a sus pequeñas hijas en el conflicto de Medio Oriente.
    Ambos viven en Israel, donde mucha gente podría esperar que actuaran como enemigos después de años de tragedias.
    Pero, en lugar de buscar venganza, Bassam y Rami eligieron un camino diferente: la paz y la amistad.
    Un policía israelí disparó contra la hija de Bassam, Abir, hiriéndola mortalmente cuando tenía 10 años. La hija de Rami, Smadar, murió en un atentado suicida de Hamás cuando tenía 14 años.

  19. Me parece relevante examinar cómo la pasión y el padecimiento pueden coexistir en un entorno de conflicto y guerra. La narrativa de Horace Greasley y Rosa Rauchbach, un ciudadano británico y una alemana que desarrollaron un vínculo amoroso durante la Segunda Guerra Mundial, ilustra de qué manera el amor puede superar las barreras culturales y políticas, incluso en momentos de tensión y violencia. Es importante comprender y reconocer el sufrimiento de los demás, ya que esto puede cultivar la empatía y la solidaridad entre diversas comunidades y generaciones. En este contexto, las historias de amor en medio de la guerra pueden ser una herramienta valiosa para promover la paz y la comprensión mutua en el mundo contemporáneo, donde aún persisten conflictos y divisiones culturales y políticas.

  20. La historia de Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí es muy inspiradora, pues nos muestra que el dolor puede unir a las personas y generar cambios positivos. Ambos perdieron a sus hijas en el conflicto de Medio Oriente. Sin embargo, decidieron elegir la paz en lugar de la venganza. A pesar de vivir en Israel, en donde es muy común las diferencias entre musulmanes y judíos, han construido una amistad inseparable y se consideran «hermanos». Además, su participación en «The Parents Circle Families Forum» destaca la importancia de la reconciliación y la búsqueda de soluciones pacíficas en medio de la tragedia. Incluso, han trabajado juntos en conferencias y reuniones, buscando generar un cambio en el ciclo de violencia que ha afectado a la región durante décadas, fomentando la construcción de un futuro más pacífico y la liberación del odio que ha afectado a tantas personas.

  21. La historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan es un poderoso testimonio de cómo el dolor puede unir a las personas en busca de la paz y la reconciliación. A pesar de las tragedias que enfrentaron en el conflicto de Oriente Medio, optaron por abogar por la paz en lugar de la venganza. Su amistad y su trabajo en el «The Parents Circle Families Forum» destacan la importancia de superar el ciclo de violencia y buscar una solución pacífica para un conflicto duradero. Su mensaje es un recordatorio de que la empatía y el entendimiento mutuo pueden ser poderosas fuerzas para el cambio.

  22. El conmovedor relato de Bassam Aramin y Rami Elhanan destaca la extraordinaria amistad entre un musulmán palestino y un judío israelí que perdieron a sus hijas en el conflicto de Medio Oriente. A pesar de tragedias personales, en lugar de sucumbir a la venganza, ambos optaron por abogar por la paz y forjaron una conexión profunda. Bassam perdió a su hija Abir por un disparo de un policía israelí, mientras que la hija de Rami, Smadar, falleció en un intento suicida de Hamás. Su vínculo, forjado a través del dolor compartido, trasciende las divisiones políticas y étnicas. Ambos se unieron al «The Parents Circle Families Forum», un grupo de paz y reconciliación. Su mensaje destaca la importancia de romper el ciclo de violencia y abogar por la comprensión y la paz duradera en medio de conflictos.

  23. La tragedia a menudo trasciende las fronteras, y la historia del padre palestino y el padre israelí, unidos por la pérdida de sus hijas, destaca la humanidad compartida en medio del conflicto. En su dolor compartido, rompe barreras culturales y políticas, revelando la universalidad de la pérdida. Este conmovedor encuentro ofrece una perspectiva única: la capacidad de la pérdida para tender puentes en lugar de cavar fosos. En un mundo marcado por divisiones, estas historias de conexión humana, incluso en la desdicha, sirven como recordatorio de nuestra necesidad colectiva de compasión y comprensión.

  24. Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, comparten una amistad profunda a pesar de la tragedia. Ambos perdieron a sus hijas en el conflicto de Medio Oriente: Abir, hija de Bassam, murió por un disparo de la policía israelí, y Smadar, hija de Rami, falleció en un atentado suicida de Hamás. En lugar de buscar venganza, ambos padres se unieron a «The Parents Circle Families Forum», un grupo de paz y reconciliación para aquellos que han perdido a sus hijos en el conflicto. A través de su amistad, buscan romper el «círculo violento» y promover la paz en la región, hablando en reuniones y conferencias para compartir su mensaje. A pesar de las dificultades y el odio recibido, persisten en su búsqueda de la reconciliación y la comprensión mutua.

  25. Estas historias de amor durante tiempos de guerra son testimonios impactantes sobre la fuerza del amor en medio del dolor y la adversidad. Muestran la capacidad de unir a personas de diferentes orígenes en una época marcada por conflictos y tragedias. El amor se convierte en un salvavidas, un ancla de humanidad y esperanza en circunstancias desgarradoras. Es un recordatorio poderoso de la resistencia y la compasión incluso en los momentos más oscuros de la historia.

  26. El dolor de las personas en una guerra es desgarrador y universal, trascendiendo fronteras y culturas. La pérdida de seres queridos, la destrucción de hogares y la violencia infligen heridas profundas que perduran generaciones. La humanidad comparte un lamento común por vidas truncadas y comunidades desgarradas. En medio de la desesperación, surgen historias de valentía y resistencia, pero la carga emocional persiste. La guerra deja cicatrices invisibles en el tejido social, recordándonos la urgencia de buscar soluciones pacíficas y prevenir el sufrimiento humano innecesario. La empatía y la comprensión son fundamentales para construir puentes hacia un mundo más compasivo y libre de conflictos.

  27. El recordatorio mas simple pero efectivo de la empatía plasmada en la forma de ver de estos 2 hombres que son conscientes de las circunstancias que se le están dando lo que hace que un evento tan traumático resulte en una muestra de empatía entre ambos para saber que se puede entablar una amistad y entender lo complejo que puede resultar la guerra.

  28. Este artículo conmovedor revela la extraordinaria conexión entre Bassam, un musulmán palestino, y Rami, un judío israelí, quienes, a pesar de perder a sus hijas en el conflicto de Oriente Medio, han elegido el camino de la paz y la amistad. Su historia es un poderoso recordatorio de la humanidad compartida que trasciende las fronteras y las tragedias. Me siento impresionado por su valentía para romper el «círculo violento» y unirse en un llamado apasionado a la paz. La iniciativa del Círculo de Padres es inspiradora, demostrando que el diálogo y la comprensión pueden surgir incluso en medio del dolor inimaginable. Este relato suscita reflexiones sobre la necesidad de empatía y reconciliación en situaciones de conflicto, ofreciendo un rayo de esperanza en medio de la adversidad.

  29. Me ha impresionado mucho la historia de amor entre Lilly y Felice, dos mujeres que se atrevieron a vivir su pasión en medio de la Segunda Guerra Mundial, desafiando los prejuicios y el horror del nazismo. Me parece admirable el coraje de Lilly, que abandonó a su marido soldado nazi y a sus cuatro hijos para seguir a su corazón y acoger a Felice, una judía perseguida, en su casa. También me conmueve el destino trágico de Felice, que fue detenida por la Gestapo y deportada a un campo de concentración, donde se perdió su rastro. Me parece una historia de amor muy intensa y conmovedora, que muestra que el amor puede vencer al odio y a la guerra. Me gustaría saber más sobre la vida de estas dos mujeres y cómo se conocieron. Me parece que su historia merece ser contada y recordada.

  30. La historia de Bassam Aramin y Rami Elhanan es un poderoso recordatorio de la humanidad y la compasión en medio de la tragedia y el conflicto. Su capacidad para encontrar la amistad y la comprensión mutua a pesar de las circunstancias desgarradoras es un testimonio del poder del perdón y la empatía. Su mensaje de paz y reconciliación no solo es inspirador para la región del Medio Oriente, sino también para el mundo en general. La historia demuestra que incluso en los momentos más oscuros, la conexión humana y el deseo de paz pueden prevalecer, ofreciendo una esperanza renovada para un futuro más pacífico y compasivo en medio de los conflictos globales.

  31. Despues de leer el articulo, puedo decir que este tipo de relatos subraya la humanidad compartida, y los ciento de conflictos que existen, existieron y existiran en el mundo, debemos ponernos a pensar que independientemente de las afiliaciones políticas o étnicas. Al mismo tiempo, tambien podríamos destacar las consecuencias devastadoras de los conflictos y la importancia de buscar soluciones pacíficas y comprensión mutua para evitar más pérdidas innecesarias.

  32. Este conmovedor relato destaca la extraordinaria capacidad de Bassam Aramin y Rami Elhanan para superar la amargura y el dolor, optando por la paz y la amistad en lugar de la venganza. Su valiente elección de unirse en un esfuerzo conjunto para abogar por la reconciliación y la comprensión muestra cómo la empatía y la humanidad pueden prevalecer incluso en medio de circunstancias extremadamente difíciles. Su mensaje de liberarse del odio y la venganza resuena no solo en el contexto del conflicto en Oriente Medio, sino también como un recordatorio universal de la importancia de buscar la paz y construir puentes en medio de la adversidad. Su historia es un testimonio inspirador de la capacidad humana para transformar el sufrimiento en un impulso constructivo hacia un futuro más pacífico.

  33. Este tipo de relato subraya la importancia de escuchar y comprender las experiencias de los demás en situaciones de conflicto. A través de estas historias unidas en el dolor, se pueden forjar conexiones emocionales que trascienden las fronteras, recordándonos nuestra responsabilidad compartida de trabajar hacia la paz y la comprensión global. Mientras reflexionamos sobre estas historias, es imperativo no solo reconocer el sufrimiento, sino también abogar por soluciones que promuevan la reconciliación y la construcción de un mundo donde la empatía y la solidaridad sean fundamentales en la búsqueda de la paz

  34. Las guerras deja cicatrices profundas en las comunidades y de hecho han afectado a generaciones enteras. Pero también hay que verle lo positivo de estas narrativas de guerras, es decir se puede resaltar actos de valentía, resistencia y solidaridad en medio de la adversidad. Conocer estas historias puede generar empatía y conciencia sobre la necesidad de trabajar hacia la paz y la resolución pacífica de conflictos.
    Es importante recordar que, aunque las historias de guerra pueden ser desgarradoras, también pueden inspirar esfuerzos para prevenir futuros conflictos y abogar por la justicia, la reconciliación y la construcción de la paz.

  35. Las historias de guerras son demasiado tristes y conmovedoras que generan un impacto devastador en los humanos. Hay innumerables relatos como el de Rami Elhanan, Bassam Aramin que han experimentado pérdidas, sufrimientos y desplazamientos debido a la guerra. Estas historias abordan temas como la pérdida de seres queridos, la destrucción de hogares, las dificultades en el acceso a alimentos y servicios básicos, así como los desafíos emocionales y psicológicos que surgen en medio del conflicto. Lo importante que rescato es que el ser humano aprende a valorar momentos familiares, la comida, su paz y nos enseña de debemos ser felices con lo que tenemos

  36. Bassam Aramin, un palestino de fe musulmana, y Rami Elhanan, un israelí de fe judía, sufrieron la pérdida de sus hijas en el conflicto de Oriente Medio. A pesar de residir en Israel y enfrentar años de tragedia, optaron por abogar por la paz y la amistad en lugar de buscar venganza. Ambos se unieron al «The Parents Circle Families Forum», un grupo dedicado a la paz y la reconciliación entre personas que han perdido a sus hijos en el conflicto. Su historia ilustra cómo el inmenso sufrimiento que compartieron los llevó a forjar una amistad indestructible y a colaborar en la promoción de la paz y la reconciliación en medio de un prolongado conflicto en la región.

  37. La historia de amor entre Dino Campana y Sibilla Aleramo, narrada a través de sus cartas durante la Primera Guerra Mundial, es una fascinante mezcla de poesía, locura y pasión. El descubrimiento casual de los Canti Orfi de Campana desencadena un intercambio epistolar apasionado, revelando un amor tumultuoso y efervescente. A pesar de la fragilidad mental de Campana, los meses felices en Casetta di Tiara son un oasis de dicha. Sin embargo, la narrativa toma un giro cuando los celos y desequilibrios afloran al bajar a Florencia. «Un viaje llamado amor. Cartas, 1916-1918» nos sumerge en la riqueza de un pasado donde las cartas eran la esencia de la comunicación amorosa, ofreciendo un vistazo íntimo a esta apasionante historia de amor.

  38. Bassam Aramin, un musulmán palestino, y Rami Elhanan, un judío israelí, experimentaron la pérdida de sus hijas en el conflicto de Oriente Medio. A pesar de vivir en Israel y enfrentar años de tragedias, optaron por la paz y la amistad en lugar de la venganza. Ambos se unieron al «The Parents Circle Families Forum», un grupo de paz y reconciliación para personas que han perdido a sus hijos en el conflicto. Su historia demuestra cómo el dolor insoportable que compartieron los llevó a forjar una amistad inquebrantable y a trabajar juntos en la promoción de la paz y la reconciliación en medio de un conflicto prolongado en la región.

  39. A pesar de la guerra, del odio, la violencia y de tanta muerte abrieron sus corazones para dar dosis de amor y sin querer dejaron un legado para el alma de la gente buena.

  40. Interesante trayectoria de la personaje de amor epistolar apasionado. Sibilla Aleramo se llamaba en realidad Marta Felina Faccio, hija de una familia acomodada del Piamonte que fue obligada a casarse con el hombre que la violó a los quince años y del que tuvo un hijo. Con solo 26 años los abandona a los dos, dispuesta a rehacer su vida como una mujer libre, pionera del feminismo y del socialismo. Colabora con la prensa

  41. Esta historia real parece de novela pero pasa a la historia.En 1945, los prisioneros del campo fueron liberados y Horace, sin poder encontrarse con Rosa, repatriado al Reino Unido. Volvió a Leicestershire y durante un tiempo siguieron carteándose y preparando su reencuentro hasta que Rosa dejó de escribir… falleció mientras daba a luz al hijo de Horace, nacido muerto. Horace rehízo su vida y montó una peluquería, poco más tarde una empresa de transportes en la que conoció a la que sería su esposa. Se casaron y en 1988 se trasladaron a vivir a Alicante (España).

  42. Bassam, quien estuvo en prisión por arrojar una granada a israelíes en su juventud, ahora trata a Rami como si fuera su propio hermano.
    «Somos hermanos. Nuestra relación está por encima del conflicto porque compartimos el mismo tipo de valores. Nos preocupamos por los seres humanos, nos preocupamos por los civiles, nos preocupamos por la democracia y la libertad», dijo Bassam a la BBC. Esta lectura me impresiono.

  43. Dicen que un «dolor insoportable» los ha llevado a forjar una amistad inseparable entre «hermanos», como llaman a su relación. Lo que afirman los padres de las niñas muertas en Palestina, de dos religiones opuestas pero bajo un sólo Dios, incluso hablan del perdón. Grandeza de espíritu.

  44. El amor no acepta órdenes. No se lo puede prohibir. Así lo demuestra una exposición sobre relaciones sentimentales. El amor es lo múnico que te puede salvar. Completamente cierto, estas historias las demuestran.