La Universidad de Nalanda

Nalanda fue una renombrada universidad budista en el antiguo reino de Magadha (actual Bihar), en la India. Hoy el lugar es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Elaboración: Luis Alberto Pintado Córdova

Nalanda University – Inhabit

Historia de Nalanda

Nalanda fue una de las más célebres escuelas religiosas de la antigua India, que recibió protección especial y alcanzó su apogeo durante el reinado de la dinastía Pala (siglo ix). Hoy en día solo existe una gran zona de ruinas, aunque sigue siendo recordada como un punto importante en la historia de la India y en la tradición del budismo.

Múltiples teorías existen sobre el significado del nombre. Hiranand Sastri, un arqueólogo que encabezó la excavación de las ruinas, atribuye el nombre a la abundancia de lotos (nālas). Esta planta representa la pureza en la simbología budista.

Una gran proporción de lo que es considerado como budismo tibetano (vayraiāna) hoy en día emana de las enseñanzas y tradiciones de los eruditos de Nalanda (entre los siglos IX y XII). Otras formas del budismo, como el majaiana y el theravāda también se originan en este gran centro de la cultura.

El tirthankara (‘iluminado’) yaina Mahāvīrá (549–477 a. C.) alcanzó el mokṣa (liberación del ciclo de reencarnaciones) en la aldea Pawapuri, ubicada cerca de Nalanda. También se supone que Buda visitó esta escuela en el siglo V a. C. En su apogeo, la escuela llegó a albergar a alrededor de 10 000 estudiantes, y a célebres personajes como Nāgārjuna (150-250), el chino Xuanzang (602-664, peregrino de la dinastía Tang) y el mimansa Kumārila Bhaṭṭa (730-810).

En el año 1193, la Universidad de Nalanda fue destruida por turcos musulmanes bajo el mando de Bakhtiyar Khalji, lo cual marcó uno de los últimos puntos en la decadencia del budismo en la India. Sobrevivieron, sin embargo, ruinas que ocupan hoy un área de 150.000 metros cuadrados, espacio en el cual se realizaron sucesivas excavaciones e investigaciones. Según el testimonio de Xuanzang, esta área sería tan solo un 10 % de la superficie total de Nalanda.

En 1951, un centro de estudios budistas de la rama Theravada fue inaugurado en los alrededores, el Nava Nalanda Mahavihara. Sus miembros están tratando de obtener detalladas fotografías satelitales de la región. Existe también un Museo de Nalanda que contiene una serie de manuscritos y elementos que han sido rescatados por los arqueólogos en sus excavaciones en la ciudad.

La tradición indica que Nalanda ya existía desde del siglo V aC, tanto como centro religioso como científico, ya que en la antigüedad no se diferenciaba uno de lo otro como hoy en día. No obstante, la Universidad como tal, con unos estudios científicos más reglados, fue instituida formalmente hacia el 450 dC gracias al patronazgo de los emperadores Gupta, sobre todo a raíz del apoyo del rey Kumaragupta. Gran parte de su desarrollo se produjo posteriormente, bajo el imperio Pala (siglos VIII-XII).

Mapa antiguo del norte de la India. Abajo,
vista frontal del Stupa de Shariputra.

Nalanda se encontraba en una importante ruta comercial y de comunicaciones: la carretera de Rajagriha a Nalanda pasaba a través de Ambalatthika y por la cetiya de Bahuputta. Desde Nalanda, la ruta seguía hasta Ptaligma.

Nalanda entró en decadencia en el siglo XII, en raíz de la invasión musulmana turcomana del año 1193. En pocos años (posiblemente unos cuatro), quedó deshabitada y acabó por desaparecer su rastro, que no se redescubrió hasta el siglo XIX, cuando Alexander Cunningham la identificó con la población de Baragaon.

El nombre de Nalanda procede probablemente de una combinación de las palabras nalam (loto, el símbolo de conocimiento) y da, que significa «ceder», así Nalanda sería «la que da el conocimiento». Y eso es exactamente lo qué hizo esa universidad, ya que atrajo estudiantes no sólo de la India y de Sri Lanka, si no también de China, Tíbet, el sureste asiático, de Birmania a Vietnam, de Japón, Corea, así como de los actuales Afganistán, Pakistán y Persia, y de los países turcos de Asia central.

 

En la primera foto, los montículos de Nalanda antes de las excavaciones.
Arriba, vista actual del Stupa de Shariputra.

 

El monje chino Xuanzang, que peregrinó a Nalanda en el siglo VII, cuando en su país reinaba la dinastía Tang, da otras versiones sobre la palabra Nalanda: una, por un Naga que vivía en un aljibe que se hallaba en el interior de un bosque de mango; otra, por un bodhisattva que vivía allí, y que daba «limosnas sin cesar».

Nalanda en tiempos de Buda (500 aC)

 

La presencia de Buda en Nalanda está documentada hasta cuatro veces. Se dice que cuando visitaba este lugar, acostumbraba a hospedarse en el bosque de mango de Pavarika, y que allí mantuvo discusiones con sabios de su época, como Upali-GahapatiDighatapassi Kevatta. También se dice que mantuvo diversas charlas con Asibandhakaputta, y que Buda visitó Nalanda durante su último viaje al reino de Magadha. Según la tradición, fue allí donde Shariputra, el discípulo más sabio de Buda, pronunció su “rugido del león» (enseñanza del maestro), atestiguando su fe en Buda poco antes de su muerte.

Según el Kevatta Sutta, en tiempos de Buda, Nalanda ya era un centro influyente y era una próspera y poblada ciudad. En el Samyutta Nikaya  está documentada la hambruna que tuvo lugar entonces en la ciudad.

En primer término, restos de un monasterio. Al fondo, los de un templo.
En cuanto a personajes, hay que mencionar especialmente a Shariputra, que nació y murió allí. Nalanda también fue residencia de SonadinnáMahavira  es nombrado numerosas veces por su presencia en Nalanda, ya que ésta también fue un importante centro de actividad para los jainistas . Además de su fundación por los reyes Gupta, la universidad contó con el patronazgo de las dinastías Kushita y Pala. En este sentido se dice que Asoka, el gran emperador budista indio de la dinastía mauyra, construyó un templo, y que lo mismo hizo Harshavardhana. De acuerdo con las fuentes tibetanas, el gran maestro Nagarjuna también enseñó en esta universidad.

Un gran campus con estudiantes de todas partes

Arquitectónicamente, la universidad se la consideraba una obra maestra. Estaba rodeada por una muralla perimetral y tenía una gran puerta. Tenía ocho recintos separados y diez templos, así como muchas aulas donde impartir clases y salas de meditación. En los solares libres se encontraban estanques y parques. Su gran biblioteca, ubicada en nueve edificios de diversas plantas cada uno, llevó a cabo una meticulosa producción de copias y de textos.
El monje Xuanzang, que visitó la India gupta del año 630, se detuvo una temporada en Nalanda, legando una viva descripción de la universidad. En su crónica escribió sobre las «torres ricamente adornadas» con observatorios «perdidos en los vapores de la mañana«.
Los entornos también estaban llenos de belleza, con lagos y parques. Y lo más importante: sus finanzas eran seguras, ya que los reyes de la época habían la habían dotado de recursos e ingresos procedentes de aproximadamente un centenar de pueblos y ciudades. Además, los campesinos suministraban provisiones a los estudiantes, las necesidades materiales de los cuales se hallaban satisfechas totalmente dentro del recinto universitario, de manera que, liberados de la preocupación por el sustento diario, se pudieran concentrar plenamente en el perfeccionamiento de sus estudios.
Las enseñanzas de la Universidad de Nalanda abarcaban todas las disciplinas de estudio conocidas en la época. Se dice que en el momento más álgido de su existencia llegó a alojar hasta unos 10.000 estudiantes y cerca de 2.000 enseñantes. Para atender esta comunidad docente tan importante, Nalanda disponía de alojamiento adecuado para todos ellos, con dormitorios tanto para maestros como para estudiantes, siendo por lo tanto una de las primeras universidades residenciales del mundo.
Las descripciones de los viajeros extranjeros describen Nalanda como un centro educativo sensible a todo lo que significara el saber, y no sólo dedicado al estudio de textos budistas sino también a los estudios de filosofía de hindú, de los Vedas y de la teología en general; y también de la lógica, la gramática y la lingüística; la medicina y el estudio de diversas ciencias, sobre todo las matemáticas y la astronomía. Por si fuera poco, había un gran interés por áreas de estudio como la política, el arte de guerra o las artes aplicadas.
Los visitantes de la época hablan de un sistema de educación que iba más allá de la recitación oral que normalmente se practicaba en los monasterios. Los maestros de Nalanda practicaban una gran variedad de métodos de instrucción: la exposición iba seguida de debate y discusión; las conferencias presentaban sesiones de pregunta-respuesta largas; y las ideas se aclaraban recurriendo a parábolas e historias. La admisión en la Universidad exigía pasar un examen oral estricto, ya que a los desconocidos no se les permitía acceder a ella a menos que pudieran contestar satisfactoriamente un cierto número de preguntas que demostraran un nivel educativo básico.
La Universidad fue una invención india . En la tradición de hindú, la educación se impartía en el gurukul -la casa del maestro, a la cual iban los estudiantes para aprender-. Los budistas, sin embargo, se congregaban en monasterios, que se convertían en centros donde aprender de manera correcta las enseñanzas, sustituyendo así la casa del maestro. Nalanda no era, naturalmente, la única universidad india prominente. Kasi (en Benarés) y Kanchi eran especialmente célebres por su enseñanza religiosa, y Taksasila (Taxila, en el antiguo país budista de Gandhara, en el actual Pakistán) ponía un gran énfasis en los estudios seculares. Nalanda, sin embargo, combinaba lo religioso y lo secular, con la peculiaridad de ofrecer una educación no sectaria a todo aquel que accediera como alumno.
An Asian melting pot: how Nalanda 2.0 is taking shape | Daily News

Influencia en el Budismo

De Nalanda, y de los estudios que allí se desarrollaron, surgieron dos de las grandes tradiciones budistas que nos han llegado hasta hoy día. En primer lugar, la Mahayana, la más extendida en la actualidad, y que se expandió por China, Vietnam, Corea y Japón. En segundo lugar, el budismo de tibetano o Vajrayana, derivada de la anterior aunque centrada en los tantras, y que proviene en gran parte de los últimos maestros y tradiciones de esta Universidad (siglos IX en XII). También se enseñaba en Nalanda el budismo Theravada, aunque sus estudios no se desarrollaron tanto como aquellas otras dos corrientes.

Declive y fin de Nalanda

Nalanda fue destruida tres veces por causa de las invasiones que sufrió el territorio, aunque fue reconstruida en las dos primeras. La primera vez fue a manos de los hunos de Mihirakula, en el reinado de Skandagupta (455-467 dC), cuando Nalanda apenas tenía unas décadas de antigüedad. Los sucesores de Skanda y de Narasimhagupta se apresuraron en su reconstrucción, y construyeron nuevos y mayores edificios, y la dotaron de recursos necesarios para que la Universidad se pudiera mantener por sus propios medios por largo tiempo.
Pero ya no sería la misma, ni ella ni el budismo indio. Así se puede entender como hacia el año 520, Bodhidharma, el último patriarca budista indio y 28 sucesor directo del Buda, en vez de acogerse a la restaurada universidad, abandonó la India para dirigirse a la China del imperio Tang buscando una nueva tierra más fresca donde desarrollar la Enseñanza de Buda.
La segunda destrucción llegó un siglo y medio después, con el asalto de Gaudas a principios del siglo VII. Su restauración fue a cargo del gran rey hindú Harshavardhana (606-648 dC), que todavía mejoró los edificios y las dependencias de servicios.
A los 800 años después de su fundación, Nalanda fue destruida por tercera vez, y la definitiva, durante la invasión del año 1193 de los turcos musulmanes de Bakhtiyar Khilji. En esta ocasión no hubo ninguna reconstrucción posterior ya que, no sólo no había ningún equivalente a los reyes Gupta o Harsha para apoyarla, sino que la Universidad ya se había desmoronado desde su propio interior a causa de la corrupción de sus administradores y por el declive en el interés general por el budismo.
El saqueo de Nalanda por Bakhtiyar Khilji, así como la destrucción de muchos templos y monasterios de todo el norte de la India, donde se encontraban los principales centros de estudio, hay que entenderlo no sólo como el inicio del declive del budismo en la India sino también como el desencadenante de la repentina desaparición del antiguo pensamiento científico indio en el campo de las matemáticas, la astronomía, la alquimia o la anatomía.
Se dice que Khilji, antes de efectuar el saqueo de Nalanda, preguntó si en su interior se hallaba alguna copia del Corán. Al contestársele que no, entró en el recinto a sangre y fuego, asesinando a la mayor parte de los monjes adultos e incendiando los monasterios y los templos. Dice la leyenda que las tres grandes bibliotecas de Nalanda estuvieron en brasas durante seis meses de tantos escritos almacenados en rollos como había.
Cuando el traductor tibetano Chag Lotsawa visitó Nalanda en 1235, contempló los efectos del saqueo y los daños causados, aunque todavía seguía funcionando una reducida comunidad de monjes.
Los monasterios militarizados y fortificados  situados a lo largo de la ruta principal de la invasión fueron totalmente destruidos. En cambio, los que se encontraban fuera de esta ruta, como Nalanda o Bodhi Gaya, pudieron sobrevivir con más o menos dificultades. Muchos otros, alejados de la ruta principal, como el Monasterio de Jagaddala (Bengala del norte), quedaron incólumes y siguieron en activo durante bastante más tiempo.

Referencias:

http://nalandauniversidad.blogspot.com/p/localizacion.html

Vídeos relacionados:

 ********

Cómo funcionaba Nalanda, la legendaria universidad que transformó el mundo

  • Sugato Mukherjee
  • BBC Travel

Ruinas de la Universidad de Nalanda

GETTY IMAGES. Las 23 hectáreas que han sido excavadas del sitio son probablemente una fracción del campus original de la Universidad de Nalanda.

La mañana invernal estaba envuelta en una espesa niebla. Nuestro auto culebreaba pasando las carretas de caballos, una forma de transporte que sigue siendo popular en las zonas rurales del estado oriental indio de Bihar, con las bestias al trote y los cocheros con turbantes luciendo como borrosas apariciones en la perlada neblina.

Después de pasar la noche en el pueblo de Bodhgaya, un legendario asentamiento donde se cuenta que el Buda alcanzó la iluminación, salgo en la mañana rumbo a Nalanda, cuyas ruinas de ladrillo rojizo es lo único que queda de unos de los grandes centros del conocimiento del mundo antiguo.

Fundada en 427 d. C., Nelanda es considerada la primera universidad residencial del mundo, una especie de institución medieval al estilo de las universidades de la Ivy League, que albergaba nueve millones de libros y atrajo 10.000 estudiantes de toda Asia Oriental y Central.

Aquí se congregaban para aprender medicina, lógica, matemáticas y -sobre todo- los principios budistas dictados por los eruditos más venerados de la época. Como declaró una vez el Dalai Lama: «La fuente de todo el conocimiento [budista] que tenemos, ha venido de Nalanda».

Tradición liberal

Durante los más de siete siglos que Nalanda prosperó, no había nada igual en el mundo. La monástica universidad se anticipó más de 500 años a las universidades de Oxford, Salamanca y Boloña, esta última la más antigua de Europa. Es más, el enfoque liberal hacia la filosofía y la religión ayudaría a forjar la cultura de Asia mucho después de que la universidad dejara de existir.

Curiosamente, los monarcas del Imperio Gupta que fundaron la monástica universidad budista eran hindúes devotos, pero comprensivos y tolerantes con el budismo y el creciente fervor intelectual budista y los escritos filosóficos del momento. Las tradiciones culturales y religiosas liberales que evolucionaron durante su reino se convertirían en el núcleo del currículum académico multidisciplinario de Nalanda, que combinaba el budismo intelectual con un más elevado conocimiento en varios campos.

Ruinas de la Universidad de Nalanda

GETTY IMAGES. El diseño del campus comprendía patios abiertos rodeados de salones de oración y aulas de clase.

El ancestral sistema médico indio Ayurveda, que está basado en métodos de sanación naturales, era ampliamente enseñado en Nalanda y luego se extendió a otras partes de India a través de sus alumnos. Otras instituciones budistas tomaron inspiración del diseño del campus con sus patios abiertos rodeados de salones de oración y aulas de clase. Y el estuco producido aquí influenciaría el arte eclesiástico de Tailandia, así como el arte metalúrgico migró de aquí hasta Tíbet y la península malaya.

Pero, tal vez el legado más profundo y duradero de Nalanda son sus logros en matemáticas y astronomía.

Se especula que Aryabhata, considerado el padre de las matemáticas indias, dirigió la universidad en el siglo VI. «Creemos que Aryabhata fue el primero en asignar el cero como un dígito, un concepto revolucionario que simplificó las computaciones matemáticas y ayudo a desarrollar avenidas más complejas como el álgebra y el cálculo», explicó Anuradha Mitra, profesora de matemáticas radicada en Calcuta.

«Sin el cero, no tendríamos computadoras», añadió. «También fue pionero en la extracción de las raíces cuadradas y cúbicas, y en las aplicaciones de las funciones trigonométricas a la geometría esférica. Fue, además, el primero en atribuir el resplandor de la Luna al reflejo de la luz solar».

Su labor influiría profundamente en el desarrollo de las matemáticas y la astronomía en el sur de India y por toda la península arábiga.

La universidad enviaba de manera regular a sus mejores eruditos y profesores a lugares como China, Corea, Japón, Indonesia y Sri Lanka para propagar las enseñanzas y filosofía budistas. Ese antiguo programa de intercambio cultural contribuyó a difundir y moldear el budismo por toda Asia.

El Dalai Lama en una visita a India para un seminario sobre la tradición budista de Nalanda, 13 de noviembre 2013

GETTY IMAGES. El Dalai Lama (centro), aqui en una visita a India para un seminario sobre la tradición budista de Nalanda, declaró que la universidad es «la fuente de todo el conocimiento budista que tenemos».

Hoy en día, los vestigios arqueológicos de Nalanda son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En el año 1190, la universidad fue destruida por una tropa de invasores saqueadores al mando del general militar turco-afgano Bakhtiyar Khilji, que buscaba destruir el centro de conocimiento budista durante su conquista del norte y oriente de India. El campus eran tan extenso que se cuenta que el incendio iniciado por los atacantes ardió durante tres meses.

Actualmente, las 23 hectáreas que han sido excavadas del sitio son probablemente una fracción del campus original, pero merodear entre su multitud de monasterios y templos evoca una sensación de lo que debió haber sido aprender en este legendario lugar.

Deambulé alrededor de los porches y pórticos de los monasterios y las hornacinas de los templos. Después de atravesar un corredor de altos muros de ladrillo rojizo, llegué al patio interior de un monasterio. El cavernoso espacio rectangular estaba dominado por una elevada plataforma de piedra. «Esto fue un salón de clases que podía acomodar a 300 estudiantes. Y la plataforma era el podio del profesor», dijo Kamla Singh, mi guía local, que me llevó por las ruinas.

Entré en uno de los pequeños cuartos que rodeaban el patio, donde vivían estudiantes de lugares tan lejanos como Afganistán. Dos nichos, uno enfrente del otro, estaban destinados a acomodar lámparas de aceite u objetos personales, y Singh explicó que un pequeño hueco cuadrado cerca de la entrada de la celda servía como el buzón personal de cada estudiante.

Repositorio de sabiduria

Ruinas de la Universidad de Nalanda

GETTY IMAGES. Uno de los edificios de la biblioteca de Nalanda se elevaba «hasta las nubes», según un erudito contemporáneo.

Igual que las universidades de élite actuales, la admisión era difícil. Los esperanzados estudiantes debían pasar una rigurosa entrevista oral con los principales profesores de Nalanda. Los que tenían suerte eran instruidos por un grupo ecléctico de académicos de diferentes lugares de India y colectivamente operaban bajo los más venerados maestros budistas de la época, como Dharmapala y Silabhadra.

La biblioteca de nueve millones de manuscritos en hoja de palma era el repositorio rico en sabiduría budista del mundo, y uno de sus tres edificios fue descrito por el erudito budista tibetano Taranatha como una estructura de nueve pisos «que se eleva hasta las nubes». Sólo un manojo de esos volúmenes en hoja de palma y de folios de madera pintados sobrevivieron el incendio, rescatados por los monjes que huyeron. Ahora se encuentran en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, EE.UU. y el Museo Yarlung en Tíbet.

El aclamado monje budista y viajero chino Xuanzang estudió y enseñó en Nalanda. Cuando regresó a China en el año 645, se llevó consigo una carreta cargada de 657 escrituras budistas de la institución. Xuanzang se convirtió en uno de los eruditos budistas más influyentes del mundo, y traduciría una porción de estos volúmenes al chino para crear su tratado de vida, cuya idea central era que todo el mundo no es más que una representación de la mente.

Su discípulo japonés, Dosho, introduciría más tarde esa doctrina en Japón, y se difundiría por la esfera sino-japonesa, donde permanecería desde entonces como una importante religión. Como resultado, Xuanzang es reconocido como «el monje que trajo el budismo a Oriente».

Templo que conmemora la visita del monje budista chino Xuanzang estudió y enseñó en Nalanda

GETTY IMAGES. Un templo moderno que conmemora la visita del monje budista chino Xuanzang, quien estudió y enseñó en Nalanda en el siglo VII.

En su descripción de Nalanda, Xuanzang mencionó la Gran Estupa, un enorme monumento construido en conmemoración de uno de los principales discípulos del Buda. Me paré enfrente de las ruinas de la imponente estructura, que tenía la forma de una pirámide octagonal.

Escalinatas de ladrillo conducían a la parte superior del edificio, conocido también como el Gran Monumento. Numerosos santuarios pequeños y estupas salpicaban la adoquinada terraza que se extiende alrededor del templo de 30 metros de alto y está adornado con hermosas imágenes en estuco en los nichos de los muros exteriores.

«En realidad, la Gran Estupa es anterior a la universidad y fue construida en el siglo III por el emperador Ashoka. La estructura fue reconstruida y remodelada varias veces a lo largo de ocho siglos», explicó Anjali Nair, una profesora de Bombay, que conocí en el sitio. «Estas estupas votivas contienen las cenizas de monjes que vivieron y murieron aquí, dedicando todas sus vidas a la universidad», señaló.

Nichos de santuarios y estupas votivas adornan la paredes de Nalanda

GETTY IMAGES. Nichos de santuarios y estupas votivas adornan la paredes de Nalanda.

Tres ataques y un olvido de seis siglos

Más de ocho siglos después de su desaparición, algunos expertos disputan la generalizada teoría que Nalanda fuera destruida porque Khilji y sus tropas sintieron que sus enseñanzas competían con el islam. Aunque el desarraigo del budismo pudo haber sido un impulsor del ataque, uno de los arqueólogos pioneros de India, HD Sankaliya, escribió en su libro de 1934 «La Universidad de Nalanda» que la apariencia de fortaleza del campus y los relatos de su riqueza fueron razones suficientes para que los invasores consideraran a la universidad como un lugar atractivo para atacar.

«Sí, es difícil asignar una razón definitiva para la invasión», dijo Shankar Sharma, director del museo del lugar, que exhibe 350 artefactos producto de las excavaciones en Nalanda, como esculturas en estuco, estatuas de bronce del Buda, y piezas de marfil y hueso.

«Sin embargo, no fue el primer ataque contra Nalanda», indicó Sharma, mientras caminábamos entre las ruinas. «Fue atacada por los hunos bajo Mihirkula en el siglo V, y otra vez sostuvo daños de una invasión del rey Gauda de Bengala, en el siglo VIII».

Mientras que los hunos llegaron a saquear, es difícil concluir si el segundo ataque del rey de Bengala fue el resultado de un creciente antagonismo entre su secta shivaísma hindú y los budistas de la época. En ambas ocasiones, los edificios fueron reconstruidos y los predios expandidos después de los ataques con la ayuda del patrocinio imperial de los gobernantes.

«Para cuando Khilji invadió este templo sagrado de la enseñanza, el budismo se encontraba en un estado general de declive en India», dijo Sharma. «Con su degeneración interna, combinada con el declive de la dinastía budista Pala que había patrocinado la universidad desde el siglo VIII, la tercera invasión fue el golpe de gracia».

Figura tallada del Buda en el museo de Nalanda

GETTY IMAGES. Esta figura tallada del Buda es una de las 300 piezas exhibidas en el Museo de Nalanda.

Durante los siguientes seis siglos, Nalanda se hundiría gradualmente en el olvido, enterrada hasta que fue «descubierta» por el explorador escocés Francis Buchanan-Hamilton en 1812, y luego identificada como la antigua Universidad de Nalanda por Alexander Cunningham en 1861.

Parado frente a una estupa de miniatura, observé a un pequeño grupo de jóvenes monjes vestidos en sus túnicas carmesí que visitaban el lugar, antes de congregarse encima de un gran pedestal de lo que una vez fue un templo. Los jóvenes ascéticos se sentaron reposados en una actitud meditativa, con los ojos puestos fijamente en el Gran Monumento, un homenaje silencioso a un glorioso pasado.

Este artículo es parte de la serie Places That Changed the World (Lugares que cambiaron el mundo) de BBC Travel.

14 Comentarios

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  1. Se adelanto al mundo occidental Nalanda fue pìonera del conocimiento. Durante los más de siete siglos que Nalanda prosperó, no había nada igual en el mundo. La monástica universidad se anticipó más de 500 años a las universidades de Oxford, Salamanca y Boloña, esta última la más antigua de Europa. Es más, el enfoque liberal hacia la filosofía y la religión ayudaría a forjar la cultura de Asia mucho después de que la universidad dejara de existir.

  2. Muy interesante. La Universidad fue una invención india . En la tradición de hindú, la educación se impartía en el gurukul -la casa del maestro, a la cual iban los estudiantes para aprender-. Los budistas, sin embargo, se congregaban en monasterios, que se convertían en centros donde aprender de manera correcta las enseñanzas, sustituyendo así la casa del maestro. Nalanda no era, naturalmente, la única universidad india prominente. Kasi (en Benarés) y Kanchi eran especialmente célebres por su enseñanza religiosa, y Taksasila (Taxila, en el antiguo país budista de Gandhara, en el actual Pakistán) ponía un gran énfasis en los estudios seculares.

  3. Arquitectónicamente, la universidad se la consideraba una obra maestra. Estaba rodeada por una muralla perimetral y tenía una gran puerta. Tenía ocho recintos separados y diez templos, así como muchas aulas donde impartir clases y salas de meditación. En los solares libres se encontraban estanques y parques. Su gran biblioteca, ubicada en nueve edificios de diversas plantas cada uno, llevó a cabo una meticulosa producción de copias y de textos.

  4. Importante para conocer su pasado. Las descripciones de los viajeros extranjeros describen Nalanda como un centro educativo sensible a todo lo que significara el saber, y no sólo dedicado al estudio de textos budistas sino también a los estudios de filosofía de hindú, de los Vedas y de la teología en general; y también de la lógica, la gramática y la lingüística; la medicina y el estudio de diversas ciencias, sobre todo las matemáticas y la astronomía.

  5. Una lástima su declive por diferencias religiosas. Nalanda entró en decadencia en el siglo XII, en raíz de la invasión musulmana turcomana del año 1193. En pocos años (posiblemente unos cuatro), quedó deshabitada y acabó por desaparecer su rastro, que no se redescubrió hasta el siglo XIX, cuando Alexander Cunningham la identificó con la población de Baragaon.

  6. Excelente artículo, desconocía esta historia. Nalanda fue una renombrada universidad budista en el antiguo reino de Magadha (actual Bihar), en la India. Hoy el lugar es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.