Historia sagrada
Compilación y elaboración: Luis Alberto Pintado Córdova
Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar su cruz
«Y a uno que pasaba por allí, que venía del campo, a Simón Cireneo, el padre de Alejandro y de Rufo, le forzaron a que llevara la cruz de Jesús»(Mc). Simón pasaba por las cercanías de Jerusalén y se encontró con Jesús cargando con la Cruz salvadora, abrumado por el peso. Simón venía del campo y pasaba por aquel lugar situado fuera ya de las murallas de la ciudad y próximo al montículo del Calvario. El hecho de llamarle cirineo indica que debía proceder de esta región del Norte de África, aunque fuese judío. Cabe que estuviese en Jerusalén de paso, o en peregrinación por la Pascua, o viviese establemente allí después de haber vivido un tiempo fuera. Los nombres de sus hijos, Alejandro y Rufo, revelan procedencia griega y latina respectivamente.
Todo parece casual en aquel encuentro con Cristo y su Cruz. Casual es su presencia en la ciudad, casual es su paso por aquel lugar, casual es que le fuercen a llevar la Cruz del Señor. Pero aquellas circunstancias son ocasión de una transformación profunda en aquel hombre, más llamativa, si cabe, por inesperada.
No estaba ni con los que insultan o gritan contra Jesús, ni con los discípulos. Tampoco parece un espectador curioso, simplemente «venía del campo» (Mc). Y «le obligaron a llevar la cruz»(Mt). «Le cargaron con la cruz para que la llevase detrás de Jesús»(Lc).
No parece difícil imaginar la conmoción de Simón. Andaba tranquilamente por el camino, como se va por los caminos de la vida; oye un tumulto, le llama la atención, se acerca… y de repente los soldados le rodean y a gritos le fuerzan a llevar la cruz de uno a quien van a crucificar. Quizá le dió tiempo para enterarse quién era aquel a quien ayudaba; quizá no pudo preguntar pero leyó la inscripción de la cartela que indicaba el delito: «Jesús Nazareno Rey de los judíos». Al coger la cruz, Jesús, se ha vuelto y le ha mirado; no hay en él hermosura, es un desecho de los hombres…y, sin embargo, aquella mirada conmueve el corazón del cirineo, rudo quizá, pero noble… Aquel hombre quiere la cruz; sabe que va a morir y se dirige –exhausto, pero sereno- a emprender la última ascensión; varias decenas de metros de desnivel, pero empinadas. El condenado –a rastras el último tramo- sigue subiendo hasta la cima del Gólgota, si no es que fue llevado en parte por los mismos soldados.
Al mismo tiempo oye los insultos feroces de una multitud, además, muchos de ellos eran fariseos y escribas, incluso estaban allí ancianos del Sanedrín y Sacerdotes. La sorpresa de Simón debió crecer. Si era un rebelde contra los romanos y por esto condenado, los judíos debían estar tristes y apesadumbrados, pues era de los suyos. Pero los más indignados son los judíos importantes, que le gritan cosas tremendas y blasfemas.
Cuando llegaron al lugar de la crucifixión la sorpresa debió ser mayor. Simón, cansado, deja la cruz en el suelo y, muy probablemente, permanece allí. Entonces contempla la escena tremenda de la crucifixión, tanto la de Jesús como la de los ladrones. Debieron ser muy distintas. La costumbre era darles una bebida que calmase un poco el dolor, los ladrones debieron beber con ansia; Jesús se negó a tomarla, aunque, agradeciendo el gesto, probó un poco. Luego, entre varios hombres, se sujetaban los cuerpos que iban a ser enclavados.
No sabemos si permaneció allí mucho más tiempo, pero aquello bastaba para hacerle reflexionar y buscar enterarse a fondo sobre quien era aquel Rey de los judíos a quien él habían ayudado a llevar su Cruz. Si presenciar cualquier muerte conmueve, mucho más una muerte lenta como la crucifixión, y, más aún, la de uno que perdona a los que le están matando. Aquello no podía tener una explicación natural, y realmente no la tenía. Simón acaba de tener un encuentro con la Cruz de Cristo, una Cruz que era la Salvación del mundo; él no lo sabía, pero aquel encuentro, fastidioso al principio, fue el comienzo de su salvación. La referencia a sus hijos lo muestra como bien conocido entre los primeros cristianos.
Simón de Cirene se encontró con el dolor de Cristo y se convirtió. Bienaventurado el hombre de Cirene llamado Simón, porque él no buscaba a Dios y se lo encontró.
Reproducido con permiso del Autor,
Enrique Cases, Tres años con Jesús, Ediciones internacionales universitarias
Tomado de: https://encuentra.com/el_calendario_liturgico/simon_de_cirene_ayuda_a_jesus_a_llevar_su_cruz_14052/
SIMÓN DE CIRENE 👉después de la crucifixión. Conexión Católica
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Historia religiosa
Simón de Cirene ayuda a cargar la cruz
“Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz”. Mateo 27:32
INTRODUCCIÓN
Una vez Jesús fue condenado a muerte por crucifixión y después de haber sido cruelmente azotado por los soldados romanos, tiene que cargar el madero sobre el cual sería crucificado hasta el lugar de su muerte, sin embargo, aquí entra en escena un hombre al cual los soldados romanos le obligan a cargar la cruz del Señor y del cual quisiéramos comentar antes de continuar con los padecimientos de nuestro Señor Jesucristo, su nombre fue Simón, oriundo de un lugar llamado Cirene. Este acontecimiento de Simón de Cirene siendo obligado a cargar la cruz aparece relatado en los tres evangelios sinópticos, en Mateo 27:32, Marcos 15:21 y Lucas 23:26.
¿QUIÉN ERA SIMÓN DE CIRENE?
Simón de Cirene se menciona únicamente en esta ocasión cuando ayuda a Jesús a llevar la cruz hasta el Gólgota, y dicho acontecimiento aparece solamente en Mateo 27:32, Marcos 15:21 y Lucas 23:26. De acuerdo a estos versículos que aparecen en los sinópticos se ha tratado de entender quien realmente era esta persona. La mayoría cree que era un judío que había venido de muy lejos solo para estar en la celebración de la pascua, la cual era una fiesta que atraía para esta época a los judíos que estaban esparcidos alrededor del mundo y hacían grandes peregrinaciones hasta Jerusalén solo para participar de la pascua. Ahora bien, los evangelios nos dicen que Simón venia de Cirene, una ciudad de Libia al norte de África, y si esto es así, significaba que Simón había hecho un gran recorrido desde su tierra natal solo para estar en la fiesta de la pascua y no solo eso, sino un viaje así requería muchos preparativos y gastos, aparte del riesgo que se corría al transportase de un país a otro, aunque también es cierto que las carreteras romanas facilitaban un poco los viajes, aun así, eran exhaustivos. Si esto es así, esto nos habla de la gran devoción religiosa de Simón de Cirene, como todo judío devoto, anhelaba estar en la pascua y por eso realizaba ese gran viaje todos los años. Esta devoción no era rara en estos tiempos, porque era justo para esta fiesta que los judíos que vivían en otros países hacían grandes peregrinaciones hacia Jerusalén solo para participar de las fiestas, esto implicaba una gran preparación ya que los gastos eran excesivos ya que no solo consideraban el gasto del viaje, sino también el hospedarse en alguna casa y el gasto de comprar un cordero para sacrificar en la pascua, y no dudamos que Simón de Cirene había llegado preparado para eso, y no solo esto, sino también estaba la preparación ritual que los obligaba a no tocar cosa inmunda y ser ritualmente puros para participar de dicha fiesta.
SIMÓN DE CIRENE ES OBLIGADO A LLEVAR LA CRUZ
Está claro que el día que Simón de Cirene venia del campo, los soldados romanos lo obligaron a cargar la cruz donde Jesús seria crucificado: …a éste obligaron a que llevase la cruz. Los romanos podían hacer esto, de obligar a algún ciudadano de las naciones que habían conquistado a realizar algún tipo de trabajo que ellos no deseaban hacer, y así paso con Simón de Cirene, el cual debió haberse cruzado en el camino con la procesión de soldados que llevaban a Jesús y otros dos ladrones al lugar de su crucifixión. Es muy probable que ya Jesús no tenia fuerzas para cargar el madero hasta el Gólgota, recordemos todo lo que ya había sufrido, por eso debió haberle costado caminar cargando el madero y fue allí donde encontraron a Simón de Cirene y lo obligaron a cargarlo. Ahora bien, si Simón de Cirene era un judío devoto que había viajado de su país a Jerusalén solo era participar de la pascua podemos imaginarnos lo que esto significo para él, porque todo judío que quería participar de la pascua tenían antes que purificarse y cuidarse de no tocar nada inmundo, pero aquel día el debió haberse quejado de su suerte, porque el cargar aquel madero, de un supuesto criminal, lo volvía inmundo y lo descalificaba para participar de la pascua, esto debió haber decepcionado en gran manera a Simón de Cirene que había gastado tanto para esta en Jerusalén y se había cuidado tanto para participar de la pascua que seria ese mismo día en la tarde, pero ahora había quedado totalmente descalificado, eso sí que debió haber sido muy trágico para un hombre tan devoto de su religión.
Ahora bien, ante todo esto podríamos preguntarnos, ¿qué forma tenía la cruz que Jesús cargo? Este ha sido un tema que se ha discutido mucho. Por ejemplo, por Flavio Josefo, el historiador judío, se sabe que la madera escaseaba en aquellos tiempos en Palestina por lo que los romanos tenían que traerla desde muy lejos para hacer sus maquinarias de asedio. Por tanto, el famoso arqueólogo bíblico aficionado, Hershel Shanks, afirmo que el madero que Jesús pudo haber cargado era solo la parte horizontal, ya que por serla madera muy escaza, el madero vertical ya estaba anclado en el lugar de la ejecución y se reutilizaba una y otra vez para diferentes ejecuciones. No obstante, también existen otras opiniones en cuanto al tema. Basado en el descubrimiento del manto de Turín, el cual algunos opinan que es el sudario con el que se envolvió el cuerpo de Cristo cuando se bajo de la cruz y que plasmo las heridas y traumas de la muerte por crucifixión, hay un grupo de estudiosos que afirman que el madero que debió haber cargado Cristo era la cruz completa y no solo la parte trasversal, ya que de acuerdo a este sudario se identifican heridas características de un hombre que fue lastimado en su espalda y el hombro derecho por un tipo de madero o carga en forma de cruz. Aun así, el sudario de Turín ha sido desmentido por otros científicos como el sudario en el que se envolvió el cuerpo de Cristo después de su muerte ya que al datar su fecha los resultados lo rastrearon como un manto de la Edad Media. Al final, los evangelios no especifican como fue la cruz que Jesús cargo, si era la cruz completa o solo el travesaño horizontal que se fijaba a la viga vertical que yacía anclada en el lugar de la crucifixión.
¿QUÉ FUE DE SIMÓN DE CIRENE DESPUÉS DE TODO ESTO?
La Biblia ya no nos dice qué fue Simón de Cirene después de esto, sin embargo, considerando los pasajes paralelos de Marcos y Lucas, y la tradición cristiana, podemos imaginarnos lo que pudo haber sido su vida después de esto. Podemos entender que si Simón de Cirene era un judío religioso devoto que cada año viajaba una larga distancia desde su país hasta Jerusalén solo para participar de la pascua, lo hacia porque en su interior tenia un vacío que quería llenar con la presencia de Dios. Su corazón anhelaba conocerle, y como judío piadoso esperaba que uno de esos años fuera el día que conociera al tan ansiado Mesías que las profecías declaraban que traería el descanso a Israel. Ahora, solo podemos imaginarnos a este hombre, triste, desilusionado por el hecho de que no podría participar ese año de la pascua, y como dice Lucas, fue obligado a llevar la cruz detrás de Jesús, en medio de una gran multitud: “Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él”, (Lucas 23:26-27). Ahora bien, por un momento sus pensamientos debieron llenar su cabeza, quejándose de lo que le había pasado, pero de repente, debió comenzar a escuchar lo que aquella multitud decía acerca de ese hombre a quien le ayudaba a cargar la cruz. Unos lloraban por Él, otros le maldecían, escuchaba cómo aun en su situación de dolor, aquel hombre bendecía a los que se le maldecían y así llego hasta el Gólgota donde fue crucificado, pero allí vio como muchos se burlaban de Él, los soldados lo escarnecían: “Los soldados también le escarnecían…”, (Lucas 23:36), también oía como se burlaban de Él los fariseos y escribas: “Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios”, (Mateo 27:39-43). Pero estando crucificado, posiblemente escucho como aquel hombre le pedía a su Padre que noles fuera contado ese pecado: “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…”, (Lucas 23:34). A lo mejor, si Simón de Cirene permaneció allí y fue capturada su atención por todos los acontecimientos que rodeaban la muerte de aquel hombre, su mente debió comenzar a recordar algunos pasajes de los antiguos profetas que hablaban acerca de los padecimientos del Mesías: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”, (Isaías 53:7). Al considerar todo esto, debió quedarse atónito y por un momento olvido la celebración de la Pascua, porque allí estaba sacrificándose el verdadero Cordero Pascual, y acercándose a las personas para preguntar acerca de ese hombre, algunos quizás le dijeron que era un criminal, pero otros debieron darle testimonio de quien verdaderamente era y de las grandes obras de su ministerio y sus enseñanzas, si esto realmente fue así, aquel día aquel hombre llamado Simón de Cirene debió haberse convertido en un fiel seguidor de Jesús y posteriormente en un cristiano llenando así aquel vacío y necesidad de Dios que su religión o ritos y celebraciones religiosas no pudieron jamás llenar. Ahora bien, todo esto los evangelios no lo afirman, sin embargo, algunos creen que así pudo haber pasado porque en el evangelio según Marco, cuando se habla de Simón de Cirene como el hombre que ayudo a cargar la cruz de Jesús, se dice que él era padre de dos hijos, como si los lectores cristianos de este evangelio ya los conocían: “Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz”, (Marcos 15:21). Para Marcos y esta comunidad de cristianos, Alejandro y Rufo, eran personas conocidas, lo cual sugiere que eran cristianos, es más, muchos opinan que este Rufo que se menciona aquí es el mismo al cual saluda Pablo en su carta a los Romanos junto con su madre y otros cristianos: “Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía”, (Romanos 15:21). Ahora bien, ¿cómo Alejandro y Rufo, junto con su madre llegaron a ser cristianos? Buenos, muchos creen porque aquel día, Simón de Cirene se creyó que Jesús era el Mesías y con el tiempo se convirtió al cristianismo y así su familia conoció el evangelio. Muchas personas hoy en día desean conocer y agradar a Dios, son fieles en sus religiones, practican sus ceremonias fielmente deseando llenar ese vacío, pero lo cierto es que nada lo hará, solo Cristo puede hacerlo y cambiar su vida para siempre convirtiéndolo en un verdadero hijo de Dios y heredero de la vida eterna.
Fuente: Mundo Bíblico
Posted by Walter Cuadra at abril 03, 2022
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Los soldados ordenan a Simón de Cirene ayudar a Jesús cargar su cruz La pasión de Cristo. Recuerdos Viejitas
https://www.youtube.com/watch?v=jslJ25Kaowo
Hermosa lectura que llega al alma. Todo parece casual en aquel encuentro con Cristo y su Cruz. Casual es su presencia en la ciudad, casual es su paso por aquel lugar, casual es que le fuercen a llevar la Cruz del Señor. Pero aquellas circunstancias son ocasión de una transformación profunda en aquel hombre, más llamativa, si cabe, por inesperada. Simón de Cirene se encontró con el dolor de Cristo y se convirtió. Bienaventurado el hombre de Cirene llamado Simón, porque él no buscaba a Dios y se lo encontró. Bendito sea el Señor nuestro Dios. Te affllo y nos perdonas, gracias Señor.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Como buen padre de familia, Simón paseaba con sus hijos como turista o cualquier ciudadana común y corriente sin convicción cristiana, denota que no sabía quien era Cristo—-pero la bendición de Dios lo toco hasta la conversión junto a sus hijos que figura en las sagradas escrituras. Viva Cristo Jesús.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Un articulo que me ayuda a cargar con i propia cruz y entender el peso de la vida y de mis problemas. Un tema para reflexionar como cristiano en favor mi fe y amor a Cristo.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Tengo la seguridad de que «LA MUERTE Y LA VIDA ESTAN EN PODER DE LA LENGUA » (Proverbios 18:21). Que Cristo resucitado, te bendiga hoy y siempre.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Es muy probable que ya Jesús no tenia fuerzas para cargar el madero hasta el Gólgota, recordemos todo lo que ya había sufrido, por eso debió haberle costado caminar cargando el madero y fue allí donde encontraron a Simón de Cirene y lo obligaron a cargarlo. Ahora bien, si Simón de Cirene era un judío devoto que había viajado de su país a Jerusalén solo era participar de la pascua podemos imaginarnos lo que esto significo para él. Bada es por casualidad sino por causalidad, escrito estaba sobre la grandeza de Simón de Cirene.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Partimos de que si Simón de Cirene era un judío devoto que había viajado de su país a Jerusalén solo era participar de la pascua podemos imaginarnos lo que esto significo para él, porque todo judío que quería participar de la pascua tenían antes que purificarse y cuidarse de no tocar nada inmundo, pero aquel día el debió haberse quejado de su suerte, porque el cargar aquel madero, de un supuesto criminal, lo volvía inmundo y lo descalificaba para participar de la pascua, esto debió haber decepcionado en gran manera a Simón de Cirene que había gastado tanto para esta en Jerusalén y se había cuidado tanto para participar de la pascua que seria ese mismo día en la tarde, pero ahora había quedado totalmente descalificado, eso sí que debió haber sido muy trágico para un hombre tan devoto de su religión. Luego convertido al cristianismo junto a sus hijos es la grandeza de la mirada de Jesús en pleno calvario. Gracias por el compartir nocturno del club de amigos de la noche.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Extraordinaria historia que sinceramente desconocía. Al coger la cruz, Jesús, se ha vuelto y le ha mirado a los ojos a Simón; no hay en él hermosura, es un desecho de los hombres…y, sin embargo, aquella mirada conmueve el corazón del cirineo, rudo quizá, pero noble… Aquel hombre quiere la cruz; sabe que va a morir y se dirige –exhausto, pero sereno- a emprender la última ascensión; varias decenas de metros de desnivel, pero empinadas. El condenado –a rastras el último tramo- sigue subiendo hasta la cima del Gólgota, si no es que fue llevado en parte por los mismos soldados. Todo estaba escrito en los libros de Dios.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Todo parece casual en aquel encuentro con Cristo y su Cruz. Casual es su presencia en la ciudad, casual es su paso por aquel lugar, casual es que le fuercen a llevar la Cruz del Señor. Pero aquellas circunstancias son ocasión de una transformación profunda en aquel hombre, más llamativa, si cabe, por inesperada. Este bendecido hombre se hizo seguidor de los discípulos de Jesús así como sus hijos que luego son mebionados en las sagradas escrituras.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Pienso en María, la madre de Dios y saber del sufrimiento de su amdo jijo Jesucristo al haber soportado tanto dolor para el perdón de los pecados de este mundo. Hermoso gesto de cambiar la historia de la humanidad al ayudar a Jesús a soportar el sufrimiento de cargar la cruz. Grande Sinón de Cirene.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.
Hermosa historia sagrada cuya lectura me ayudo a volver a nacer y de soportar mi carga y aprender a ser solidario y cargador de otras cruces que nos da la vida.
Gracias por su comentario, éxitos profesionales.