Sor Juana Inés de la Cruz

«Yo no estimo tesoros ni riquezas, y así, siempre me causa más contento poner riquezas en mi entendimiento que no mi entendimiento en las riquezas.»

Por: Luis Alberto Pintado Córdova

Sor Juana Inés de la Cruz, a nun, playwright, poet, philosopher and composer during the Baroque Era in New Spain who had an affair with a countess, the vicereine María Luisa Manrique

Juana Inés de Asbaje y Ramírez; San Miguel de Nepantla, actual México, 1651 – Ciudad de México, id., 1695. Escritora mexicana, la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. La influencia del barroco español, visible en su producción lírica y dramática, no llegó a oscurecer la profunda originalidad de su obra. Su espíritu inquieto y su afán de saber la llevaron a enfrentarse con los convencionalismos de su tiempo, que no veía con buenos ojos que una mujer manifestara curiosidad intelectual e independencia de pensamiento. Fue una religiosa jerónima y escritora novohispana, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. También incorporó el náhuatl clásico a su creación poética.

Considerada por muchos como la décima musa, cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro, así como la prosa.

Biografía

Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa. En 1659 se trasladó con su familia a la capital mexicana. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición, su viva inteligencia y su habilidad versificadora.

Sor Juana Inés de la Cruz

Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que Sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola… no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió.

Su celda se convirtió en punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, pariente y admirador del poeta cordobés Luis de Góngora (cuya obra introdujo en el virreinato), y también del nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad. En su celda también llevó a cabo experimentos científicos, reunió una nutrida biblioteca, compuso obras musicales y escribió una extensa obra que abarcó diferentes géneros, desde la poesía y el teatro (en los que se aprecia, respectivamente, la influencia de Luis de Góngora y Calderón de la Barca), hasta opúsculos filosóficos y estudios musicales.

Perdida gran parte de esta obra, entre los escritos en prosa que se han conservado cabe señalar la Resp

Portada de la edición príncipe del Neptuno alegórico (México, 1680)

 

uesta a Sor Filotea de la Cruz. El obispo de Puebla, Manuel Fernández de la Cruz, había publicado en 1690 una obra de Sor Juana Inés, la Carta athenagórica, en la que la religiosa hacía una dura crítica al «sermón del Mandato» del jesuita portugués António Vieira sobre las «finezas de Cristo». Pero el obispo había añadido a la obra una «Carta de Sor Filotea de la Cruz», es decir, un texto escrito por él mismo bajo ese pseudónimo en el que, aun reconociendo el talento de Sor Juana Inés, le recomendaba que se dedicara a la vida monástica, más acorde con su condición de monja y mujer, antes que a la reflexión teológica, ejercicio reservado a los hombres.

En la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (es decir, al obispo de Puebla), Sor Juana Inés de la Cruz da cuenta de su vida y reivindica el derecho de las mujeres al aprendizaje, pues el conocimiento «no sólo les es lícito, sino muy provechoso». La Respuesta es además una bella muestra de su prosa y contiene abundantes datos biográficos, a través de los cuales podemos concretar muchos rasgos psicológicos de la ilustre religiosa. Pero, a pesar de la contundencia de su réplica, la crítica del obispo de Puebla la afectó profundamente; tanto que, poco después, Sor Juana Inés de la Cruz vendió su biblioteca y todo cuanto poseía, destinó lo obtenido a beneficencia y se consagró por completo a la vida religiosa.

En la poetisa ocurrió un extraño cambio: hacia 1693 dejó de escribir y pareció dedicarse más a labores religiosas. Hasta la fecha no se conoce con precisión el motivo de tal cambio; los críticos católicos han visto en sor Juana una mayor dedicación a las cuestiones sobrenaturales y una entrega mística a Jesucristo, sobre todo a partir de la renovación de sus votos religiosos en 1694.


Firma autógrafa de Sor Juana

Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló México en el año 1695. La poesía del Barroco alcanzó con ella su momento culminante, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII. Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes: Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, Sor Juana Inés de la Cruz (1689), Segundo volumen de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz (1692) y Fama y obras póstumas del Fénix de México (1700), con una biografía del jesuita P. Calleja.

Carta atenagórica.

La poesía de Sor Juana Inés de la Cruz

Aunque su obra parece inscribirse dentro del culteranismo de inspiración gongorina y en ocasiones en el conceptismo de Quevedo, tendencias características del barroco, el ingenio y originalidad de Sor Juana Inés de la Cruz la han colocado por encima de cualquier escuela o corriente particular. Ya desde la infancia demostró gran sensibilidad artística y una infatigable sed de conocimientos que, con el tiempo, la llevaron a emprender una aventura intelectual y artística a través de disciplinas tales como la teología, la filosofía, la astronomía, la pintura, las humanidades y, por supuesto, la literatura, que la convertirían en una de las personalidades más complejas y singulares de las letras hispanoamericanas.

Juana Inés a los quince años de
edad, antes de tomar los hábitos

 

En la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz hallamos numerosas y elocuentes composiciones profanas (redondillas, endechas, liras y sonetos), entre las que destacan las de tema amoroso, como los sonetos que comienzan con «Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba» y «Detente, sombra de mi bien esquivo». En «Rosa divina que en gentil cultura» desarrolla el mismo motivo de dos célebres sonetos de Góngora y de Calderón, no quedando inferior a ninguno de ambos. También abunda en ella aquella temática ascética y mística que desde el renacimiento español había cuajado en obras cimeras como las de Fray Luis de León y San Juan de la Cruz; en este grupo, la fervorosa espiritualidad de Juana se combina con la hondura de su pensamiento, tal como sucede en el caso de «A la asunción», delicada pieza lírica en honor a la Virgen María.

Sor Juana empleó las redondillas para disquisiciones de carácter psicológico o didáctico en las que analiza la naturaleza del amor y sus efectos sobre la belleza femenina, o bien defiende a las mujeres de las acusaciones de los hombres, como en las célebres «Hombres necios que acusáis». Los romances se aplican, con flexibilidad discursiva y finura de notaciones, a temas sentimentales, morales o religiosos (son hermosos por su emoción mística los que cantan el Amor divino y a Jesucristo en el Sacramento). Entre las liras es célebre la que expresa el dolor de una mujer por la muerte de su marido («A este peñasco duro»), de gran elevación religiosa.

Mención aparte merece Primero sueño, poema en silvas de casi mil versos escritos a la manera de las Soledades de Góngora en el que Sor Juana describe, de forma simbólica, el impulso del conocimiento humano, que rebasa las barreras físicas y temporales para convertirse en un ejercicio de puro y libre goce intelectual. El poema es importante además por figurar entre el reducido grupo de composiciones que escribió por propia iniciativa, sin encargo ni incitación ajena. El trabajo poético de la monja se completa con varios hermosos villancicos que en su época gozaron de mucha popularidad.

El teatro y la prosa

En el terreno de la dramaturgia escribió una comedia de capa y espada de estirpe calderoniana, Los empeños de una casa, que incluye una loa y dos sainetes, entre otras intercalaciones, con predominio absoluto del octosílabo; y el juguete mitológico-galante Amor es más laberinto, pieza más culterana cuyo segundo acto es al parecer obra del licenciado Juan de Guevara. Compuso asimismo tres autos sacramentales: San HermenegildoEl cetro de San José y El divino Narciso; en este último, el mejor de los tres, se incluyen villancicos de calidad lírica excepcional. Aunque la influencia de Calderón resulta evidente en muchos de estos trabajos (como la de Lope de Vega en su compatriota Juan Ruiz de Alarcón), la claridad y belleza del desarrollo posee un acento muy personal.

La prosa de la autora es menos abundante, pero de pareja brillantez. Esta parte de su obra se encuentra formada por textos devotos como la célebre Carta athenagórica (1690), y sobre todo por la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), escrita para contestar a la exhortación que le había hecho (firmando con ese seudónimo) el obispo de Puebla para que frenara su desarrollo intelectual. Esta última constituye una fuente de primera mano que permite conocer no sólo detalles interesantes sobre su vida, sino que también revela aspectos de su perfil psicológico. En ese texto hay mucha información relacionada con su capacidad intelectual y con lo que el filósofo Ramón Xirau llamó su «excepcionalísima apetencia de saber», aspecto que la llevó a interesarse también por la ciencia, como lo prueba el hecho de que en su celda, junto con sus libros e instrumentos musicales, había también mapas y aparatos científicos.

De menor relevancia resultan otros escritos suyos acerca del Santo Rosario y la Purísima, la Protesta que, rubricada con su sangre, hizo de su fe y amor a Dios y algunos documentos. Pero también en la prosa encuentra ocasión la escritora para adentrarse por las sendas más oscuras e intrincadas, siempre con su brillantez característica, como vemos en su Neptuno Alegórico, redactado con motivo de la llegada del virrey conde de Paredes.

A causa de la reacción neoclásica del siglo XVIII, la lírica de Sor Juana cayó en el olvido, pero, ya mucho antes de la posterior revalorización de la literatura barroca, su obra fue estudiada y ocupó el centro de una atención siempre creciente; entre los estudios modernos, es obligado mencionar el que le dedicó el gran poeta y ensayista mexicano Octavio Paz. La renovada fortuna de sus versos podría adscribirse más al equívoco de la interpretación biográfica de su poesía que a una valoración puramente estética. Ciertamente es desconcertante la figura de esta poetisa que, a pesar de ser hermosa y admirada, sofoca bajo el hábito su alma apasionada y su rica sensibilidad sin haber cumplido los veinte años. Pero la crítica moderna ha deshecho la romántica leyenda de la monja impulsada al claustro por un desengaño amoroso, señalando además como indudable que su silencio final se debió a la presión de las autoridades eclesiásticas.

Monumento a Sor Juana Inés de la Cruz en Madrid: 1 opiniones y 4 fotos

Frases famosas de Sor Inés de la Cruz

«Sin claridad no hay voz de sabiduría.»

«Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis.»

«Al trato de amor, hallo diamante y soy diamante al que de amor me trata.»

«Teniendo por mejor en mis verdades consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades.»

«Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.»

«¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?»

«Todo el mundo es opiniones de pareceres tan varios, que lo que el uno que es negro el otro prueba que es blanco.»

«¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo, y siente que no está claro?»

«Todos aquellos que se eligen por algún medio para algún fin, se tienen por de menor aprecios que el fin a que se dirigen.»

«Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo.»

«Y aunque es la virtud tan fuerte, temo que tal vez la venzan. Que es muy grande la costumbre y está la virtud muy tierna.»

«Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?»

«Que aunque dejas burlado el lazo estrecho que tu forma fantástica ceñía, poco importa burlar brazos y pecho si te labra prisión mi fantasía.»

«Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cuán grave es la malicia del pecado, cuán violenta la fuerza de un deseo.»

«Yo no estimo tesoros ni riquezas, y así, siempre me causa más contento poner riquezas en mi entendimiento que no mi entendimiento en las riquezas.»

 

Referencias:

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Sor Juana Inés de la Cruz». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004.

Reyes Castro, Nayleli (17 de abril de 2020). «La epidemia que se llevó a Sor Juana». El Universal.

Mare Loustaunau. MX City

Revista Si crees, innovas

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Sor Juana Inés de la Cruz: La “peor” monja de la historia – Theresa A. Yugar. TED-Ed Español

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  1. Sor Juana Inés de la Cruz, además de ser una poeta y filósofa erudita, desafió las normas sociales de su tiempo al buscar el conocimiento en un entorno dominado por hombres. Su valentía para cuestionar las restricciones impuestas a las mujeres resalta la importancia de la igualdad de oportunidades en la búsqueda del saber. Su legado, marcado por la lucha por la libertad intelectual, sigue siendo un faro para las generaciones venideras.

  2. El artículo sobre Sor Juana Inés de la Cruz es realmente fascinante. Sor Juana fue una filósofa y poeta erudita mexicana, considerada la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. A pesar de vivir en una época en la que las mujeres no eran alentadas a manifestar curiosidad intelectual e independencia de pensamiento, ella desafió los convencionalismos y se destacó por su erudición y habilidad versificadora. Desde temprana edad, Sor Juana demostró un talento excepcional, aprendiendo a leer y escribir a los tres años y escribiendo su primera loa a los ocho. A lo largo de su vida, cultivó la lírica, el auto sacramental, el teatro y la prosa, dejando una obra extensa y diversa. Su celda se convirtió en un lugar de encuentro para poetas e intelectuales, y allí llevó a cabo experimentos científicos, reunió una biblioteca y compuso obras musicales. Destaca su «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz», en la que reivindicó el derecho de las mujeres al aprendizaje y defendió su pasión por el conocimiento. A pesar de la crítica y la presión de las autoridades eclesiásticas, Sor Juana dejó un legado literario invaluable. Su poesía, influenciada por el culteranismo y el conceptismo del barroco, se caracteriza por su originalidad y profundidad temática. En el terreno del teatro, escribió obras como «Los empeños de una casa» y «Amor es más laberinto», y en la prosa destacó con la «Carta athenagórica» y la «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz». Aunque su obra cayó en el olvido durante el neoclasicismo del siglo XVIII, ha sido revalorizada en tiempos modernos y su poesía ha sido objeto de estudio y admiración. Sor Juana Inés de la Cruz falleció en 1695 mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante una epidemia de cólera. Su legado poético del Barroco alcanzó su momento culminante y dejó una huella duradera en la literatura hispanoamericana.

  3. parece que Sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales : « Vivir sola no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio , ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros », escribió . Pero el obispo había añadido a la obra una « Carta de Sor Filotea de la Cruz » , es decir , un texto escrito por él mismo bajo ese pseudónimo en el que , aun reconociendo el talento de Sor Juana Inés , le recomendaba que se dedicara a la vida monástica , más acorde con su condición de monja y mujer , antes que a la reflexión teológica , ejercicio reservado a los hombres . En la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz , Sor Juana Inés de la Cruz da cuenta de su vida y reivindica el derecho de las mujeres al aprendizaje , pues el conocimiento « no sólo les es lícito , sino muy provechoso

  4. Sor Juana Inés de la Cruz, una figura extraordinaria, demostró su genialidad desde una edad temprana al aprender a leer y escribir a los tres años. A los catorce, ya se destacaba en la corte virreinal de Nueva España, impresionando a todos con su erudición y habilidad versificadora. A pesar de su reconocimiento, sorprendió a muchos al ingresar brevemente a un convento, aunque su vocación religiosa era limitada. Más tarde, se unió permanentemente a la Orden de San Jerónimo. En el convento, la celda de Sor Juana se convirtió en un destacado centro intelectual, atrayendo a poetas e intelectuales. Aunque gran parte de su extensa obra se perdió, destaca su «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz», donde defiende el derecho de las mujeres al aprendizaje. A pesar de enfrentar críticas, especialmente del obispo de Puebla, Sor Juana vendió su biblioteca y se entregó por completo a la vida religiosa.

  5. Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), escritora mexicana, destacó como la principal figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Aunque influida por el barroco español, su originalidad resplandece en su obra lírica y dramática. Desde temprana edad, demostró un prodigioso talento, aprendiendo a leer y escribir a los tres años. A los catorce, ya destacaba en la corte virreinal de Nueva España. A pesar de su fama, ingresó en un convento, prefiriendo la vida monástica para seguir sus aficiones intelectuales. Su celda se convirtió en un punto de encuentro para poetas e intelectuales. La polémica con el obispo de Puebla, que cuestionó su dedicación intelectual como mujer religiosa, la llevó a escribir la «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz,» defendiendo el derecho de las mujeres al aprendizaje. Aunque vendió su biblioteca y se dedicó a la vida religiosa, la crítica afectó profundamente a Sor Juana, y hacia 1693 dejó de escribir.

  6. Sor Juana Inés de la Cruz, una destacada figura del Siglo de Oro de la literatura en México, fue una monja, poeta y filósofa erudita del siglo XVII. Su obra, caracterizada por su aguda inteligencia y profundo conocimiento, abordó temas como la condición de la mujer, la educación y la relación entre la fe y la razón. Su habilidad para combinar la poesía barroca con la reflexión filosófica la distingue como una de las voces más importantes de la literatura hispanoamericana. Su legado perdura como un testimonio del poder transformador de la mente femenina en una época dominada por las restricciones sociales y religiosas.

  7. Israel, a pesar de su limitado tamaño y población, ha logrado destacar económicamente, superando incluso a algunos países europeos en términos de PIB per cápita. Su fortaleza radica en la industria de alta tecnología, que representa solo el 10% de la fuerza laboral, pero contribuye con más del 50% de las exportaciones. Aunque la agricultura y la capacidad de cultivar en condiciones difíciles también han sido destacadas, actualmente representan solo el 2% del PIB.

    Sin embargo, la situación económica se ve amenazada por el conflicto con Hamás y la movilización de 360,000 reservistas. La guerra está generando costos significativos, afectando las inversiones, la actividad económica y el turismo. La economía se encuentra bajo presión, con un déficit presupuestario que se ha multiplicado y una devaluación de la moneda. La movilización de la fuerza laboral, especialmente en la industria de alta tecnología, y la incertidumbre política podrían tener consecuencias a largo plazo. La estabilidad económica futura de Israel dependerá en gran medida de la duración de la guerra y de decisiones políticas clave, incluida la posibilidad de un cambio de liderazgo.

  8. Guillermo de Ockham, teólogo escolástico inglés del siglo XIV, fue el fundador de la escuela nominalista. Aunque estudió en la Universidad de Oxford y enseñó allí, nunca obtuvo el grado de doctor debido a la naturaleza innovadora de sus enseñanzas. Enfrentó conflictos con la Iglesia, siendo condenado por el papa Juan XXII en 1324 y excomulgado en 1328. Su filosofía nominalista criticaba el racionalismo y los conceptos universales, abogando por la simplicidad y la economía de entidades, conocida como la «navaja de Ockham». Su visión inductiva del conocimiento se acercaba al empirismo, llevándolo a una concepción contingente del mundo y a una separación entre Teología y Filosofía. Ockham también propuso la separación entre la Iglesia y los poderes temporales, influyendo en la evolución hacia un Estado laico. Su «Navaja de Ockham» se utiliza en la ciencia como un principio metodológico que favorece explicaciones simples en igualdad de condiciones.

  9. Sor Juana Inés de la Cruz fue una niña prodigio que aprendió a leer y escribir a los tres años. A los catorce, se destacó en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora. A pesar de su fama, ingresó en un convento por un breve tiempo, pero luego se unió permanentemente a la Orden de San Jerónimo debido a su escasa vocación religiosa. En el convento, su celda se convirtió en un centro intelectual donde se reunían poetas e intelectuales. Aunque escribió extensamente en diversos géneros, gran parte de su obra se perdió. Se destaca su «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz», en la que defiende el derecho de las mujeres al aprendizaje. Aunque impactada por la crítica del obispo de Puebla, vendió su biblioteca y se dedicó completamente a la vida religiosa. Hacia 1693, dejó de escribir y se dedicó más a asuntos religiosos, muriendo en 1695 mientras ayudaba a compañeras enfermas durante una epidemia de cólera en México.

  10. Sor Juana Inés de la Cruz es una de las figuras más destacadas de la literatura hispanoamericana. Fue una mujer brillante y culta que luchó por la igualdad de género y la justicia. Su obra, que abarca poesía, teatro y prosa, es un legado de su inteligencia y su compromiso con estos valores. En su prosa, Sor Juana abordó temas filosóficos como la naturaleza de la realidad, el papel de la mujer en la sociedad y la relación entre la fe y la razón. En su obra más conocida, «La Respuesta a Sor Filotea de la Cruz», defendió su derecho a la educación y a expresarse libremente. Además, fue una dramaturga innovadora, que desarrolló obras complejas y sofisticadas, en donde explora temas como el amor, la religión y la naturaleza humana. Sor Juana fue una figura revolucionaria en su época y su legado sigue siendo importante hoy en día. Su obra inspira a las mujeres de todo el mundo a luchar por la igualdad y la justicia.

  11. El artículo es un breve resumen de la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz, una escritora, filósofa, compositora y poeta mexicana del siglo XVII, que fue una de las figuras más destacadas de la literatura hispanoamericana y del barroco. Es sorprendente su prodigiosa inteligencia desde niña, su ingreso al convento de San Jerónimo, su amistad con los virreyes de la Nueva España y su defensa de los derechos de las mujeres. Sus obras más importantes, como El divino Narciso, Los empeños de una casa, Primero sueño y Respuesta a Sor Filotea de la Cruz. Algo que se debe resaltar de Sor Juana es su amor por el conocimiento y su rechazo a la ignorancia, lo cual nos debe servir como ejemplo a seguir.

  12. Sor Juana Inés de la Cruz fue una destacada filósofa y poetisa mexicana del siglo XVII. Nacida en 1648, ingresó a un convento para dedicarse al estudio y la escritura, desafiando las restricciones impuestas a las mujeres de su época. Conocida como «La Décima Musa» y «Fénix de América», su obra abordó temas como la condición de la mujer y la búsqueda del conocimiento. Destacó por su aguda inteligencia y su habilidad para expresar ideas complejas. Su contribución a la literatura y la filosofía la posiciona como una figura clave en la historia cultural de México.

  13. El artículo trata de Sor Juana Inés de la Cruz quien nació en 1648 y murió en 1695, fue una monja, poeta y filósofa mexicana del periodo colonial. Su vida y obra la han convertido en una figura destacada de la literatura barroca y la cultura mexicana del siglo XVII.
    Sor Juana Inés de la Cruz es recordada como una figura emblemática de la literatura y la cultura mexicana. Su valiente defensa del derecho de las mujeres a la educación y su contribución a la literatura la han convertido en un ícono literario y feminista.
    Sor Juana Inés de la Cruz es reconocida no solo por su genio literario, sino también por desafiar las normas sociales de su tiempo, abogando por la igualdad y destacando como una figura clave en la historia literaria y cultural de México.

  14. Sor Juana Inés de la Cruz, una destacada escritora mexicana del siglo XVII, fue una figura sobresaliente en las letras hispanoamericanas, influida por el barroco español y reconocida por su originalidad, a pesar de los convencionalismos de su tiempo que limitaban la participación intelectual de las mujeres, Sor Juana, desde joven, mostró un talento prodigioso en diversas disciplinas, incluyendo la literatura, la teología, la filosofía, la música y la ciencia.
    El informe destaca su entrada a un convento de la Orden de San Jerónimo, donde continuó sus estudios y actividades intelectuales. También se menciona la polémica desencadenada por la crítica del obispo de Puebla, que la llevó a escribir la «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz», defendiendo el derecho de las mujeres al aprendizaje. A pesar de su renombrada carrera literaria, Sor Juana experimentó un cambio en su vida hacia 1693, dejando de escribir y dedicándose más a asuntos religiosos. Su muerte ocurrió en 1695 mientras ayudaba a compañeras enfermas durante una epidemia de cólera.

  15. Escritora mexicana, una máxima figura de las letras latinoamericanas del siglo XVII. Juana Inés tuvo un gran espíritu inquieto y su deseo de saber la llevaron a enfrentar las convenciones de su época, que la sociedad de aquella época no veía con buenos ojos en una mujer que manifestaba curiosidad intelectual e independencia de pensamiento.

  16. Sor Juana Inés de la Cruz, con su brillantez intelectual y valentía, desafió las normas de su tiempo al perseguir conocimiento y expresión artística en un mundo que desaprobaba la curiosidad femenina. Su decisión de ingresar al convento no fue solo un acto de devoción, sino una estrategia para salvaguardar su libertad intelectual. A través de sus versos, teatro y prosa, Sor Juana dejó un legado duradero, desafiando el olvido que sufrió durante el neoclasicismo. Su «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz» resuena como una defensa audaz del derecho de las mujeres al aprendizaje. En lugar de aceptar las limitaciones impuestas por su género, Sor Juana optó por iluminar su entendimiento con riquezas de conocimiento, demostrando que el verdadero tesoro yace en la mente.

  17. Su poesía y escritos filosóficos revelan una mente brillante e inquisitiva que se adelantó a su tiempo. Su amor por el conocimiento y la búsqueda de la verdad se refleja en sus prolíficas obras literarias, cuyas temáticas van desde el amor y la naturaleza hasta profundas reflexiones sobre la condición humana y la sociedad. El legado de la hermana Juana trasciende su tiempo y lugar, inspirando a generaciones futuras de escritores, pensadores y activistas por la igualdad. Su coraje para desafiar las normas establecidas y su devoción por el aprendizaje y las artes son poderosos ejemplos de solidez intelectual y pasión por el conocimiento. Su vida y obra continúan siendo un testimonio perdurable de la capacidad humana para trascender las limitaciones impuestas y dejar un impacto perdurable en la historia y la cultura.

  18. La vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz revelan una figura extraordinaria que desafió las restricciones impuestas a las mujeres de su época. Su búsqueda incansable de conocimiento, expresada a través de la poesía, la prosa, la música y la ciencia, la sitúa como una pionera intelectual. Su respuesta al obispo de Puebla demuestra su valiente defensa del derecho de las mujeres al aprendizaje. Sin embargo, su silencio final y dedicación completa a la vida religiosa sugieren las presiones sociales y eclesiásticas que las mujeres enfrentaban. La historia de Sor Juana resalta la importancia de la igualdad de género en el acceso al conocimiento y destaca cómo las mujeres a lo largo de la historia han luchado por expresar su intelecto en un mundo que a menudo las limitaba.

  19. Sor Juana Inés de la Cruz, una figura que emerge como un faro de originalidad y valentía frente a los convencionalismos de su tiempo. Su devoción por el conocimiento y la independencia intelectual, expresada en sus palabras sobre preferir «poner riquezas en su entendimiento,» choca con las restricciones impuestas a las mujeres de su época. Sor Juana, a pesar de la crítica y la presión eclesiástica, dejó un legado que trasciende su tiempo, desafiando las expectativas de género y destacando la importancia de la educación y la libertad intelectual para todos. Su vida y obra continúan inspirando reflexiones sobre el papel de las mujeres en la cultura y el poder transformador del conocimiento.

  20. Sor Juana Inés de la Cruz es una figura destacada de las letras hispanoamericanas del siglo XVII, desafió los convencionalismos de su tiempo al manifestar curiosidad intelectual e independencia de pensamiento. Su obra, influenciada por el barroco español, muestra una originalidad profunda. Aunque ingresó en un convento, su escasa vocación religiosa y su afán de saber la llevaron a preferir el convento al matrimonio. Su poesía barroca, con elementos analíticos y reflexivos, ha perdurado, y su figura es reconocida como una de las más complejas y singulares de la literatura hispanoamericana.

  21. Sor Juana es conocida como erudita en muchas cosas, había asimilado muchos elementos de la cultura de su época: literatura, música, teología, etc. Pero es poco conocida su relación con la filosofía, sobre todo con la filosofía escolástica. En efecto, tres influencias principales de corrientes filosóficas se han detectado en Sor Juana: la de la filosofía hermética, la de la filosofía moderna y la de la filosofía escolástica. La de la filosofía hermética la recibió a través de Atanasio Kircher; la de la moderna, a través de Descartes, y la de la escolástica a través de Santo Tomás. El conocimiento de las obras de Kircher le vino por el obispo de Puebla, el que adoptó el seudónimo de Sor Filotea de la Cruz, Manuel Fernández de Santa Cruz, quien era amigo de Alejandro Favián, corresponsal del jesuita austríaco y que poseía varios de sus libros y los hacía circular entre algunos novohispanos connotados. También quizá por Sigüenza y Góngora, que cita a Kircher y a Schott en su Libra astronómica y filosófica. El conocimiento de Descartes no se sabe bien a bien si fue directo o a través de expositores; en todo caso pudo ser por libros que le habría prestado su buen amigo don Carlos de Sigüenza y Góngora, catedrático de astronomía en la universidad, y que cita a Descartes, Gassendi y otros en sus obras astronómicas, como la mencionada Libra. Pero también conoce Sor Juana el tomismo; era uno de los ingredientes de la cultura de la época, se aprendía tanto en la universidad como en varios de los colegios de los conventos, y había una bibliografía muy abundante, parte de la cual habría llegado a esa ávida lectora y estudiosa que era sor Juana. (De hecho, en uno de sus retratos, el pintado por Cabrera, aparece en su librero el nombre de Santo Tomás).

  22. El artículo sobre Sor Juana Inés de la Cruz ofrece una visión detallada y completa de la vida y obra de esta destacada figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Destaca su habilidad versificadora y su profunda originalidad, así como su influencia en la literatura barroca. Este articulo es importante ya que busca rescatar y contextualizar la figura de Sor Juana Inés de la Cruz, reconocida como la décima musa y una de las personalidades más complejas y singulares de las letras hispanoamericanas.

  23. Creo que el artículo refleja bien a Sor Juana Inés de la Cruz y a una una valiente búsqueda de conocimiento frente a las limitaciones impuestas a las mujeres en su tiempo. Su decisión de priorizar la riqueza intelectual sobre las convenciones sociales refleja una resistencia inspiradora. Una figura adelantada a su época, su legado perdura como un recordatorio de la importancia de la libertad intelectual.

  24. El artículo resalta la notable figura de Sor Juana Inés de la Cruz, destacando su celda como un punto de encuentro para poetas e intelectuales prominentes de la época. Entre ellos se encontraban Carlos de Sigüenza y Góngora, relacionado con el poeta Luis de Góngora, cuya obra introdujo en el virreinato. Además, la celda de Sor Juana fue frecuentada por el nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quienes compartió una profunda amistad.

  25. Sor Juana Inés de la Cruz, una destacada escritora y erudita del Siglo de Oro de la literatura en español, desafió las normas sociales de su tiempo al buscar conocimiento e independencia intelectual como mujer. Su obra abarcó poesía, teatro, prosa y música. Realmente una destacado figura para su epoca y genero en esos tiempos que a dejado un legado en su obra hasta el día de hoy y es un gran simbolo para su país, México

  26. Aunque su obra parece inscribirse dentro del culteranismo de inspiración gongorina y en ocasiones en el conceptismo de Quevedo, tendencias características del barroco, el ingenio y originalidad de Sor Juana Inés de la Cruz la han colocado por encima de cualquier escuela o corriente particular.

  27. En la poetisa ocurrió un extraño cambio: hacia 1693 dejó de escribir y pareció dedicarse más a labores religiosas. Hasta la fecha no se conoce con precisión el motivo de tal cambio; los críticos católicos han visto en sor Juana una mayor dedicación a las cuestiones sobrenaturales y una entrega mística a Jesucristo, sobre todo a partir de la renovación de sus votos religiosos en 1694. Tuvo un cambio radical y luego le sobrevino una incomprensión total en su calidad intelectual y religiosa, incomprendida por completo.

  28. Todos los genios literarios de su época la admiraron. Su celda se convirtió en punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, pariente y admirador del poeta cordobés Luis de Góngora (cuya obra introdujo en el virreinato), y también del nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad.

  29. Al leer este artículo sentí admiración y simpatía intelectual por Sor Inés de la Cruz. Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que Sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola… no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió.

  30. Excelente artículo. Su celda se convirtió en punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, pariente y admirador del poeta cordobés Luis de Góngora (cuya obra introdujo en el virreinato), y también del nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad. En su celda también llevó a cabo experimentos científicos, reunió una nutrida biblioteca, compuso obras musicales y escribió una extensa obra que abarcó diferentes géneros, desde la poesía y el teatro (en los que se aprecia, respectivamente, la influencia de Luis de Góngora y Calderón de la Barca), hasta opúsculos filosóficos y estudios musicales.

  31. Sor Juana Inés de la Cruz demostró humildad y total desprendimiento por lo material para optar por la paz, el honor y a Dios. Incomprendida por su época la historia la reinvindicó.